La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha acordado abrir diligencias contra Luis Rubiales por un posible delito de agresión sexual por el beso no consentido a Jennifer Hermoso tras el triunfo de la selección española femenina en el mundial de Australia. La apertura de esta investigación preprocesal se produce tras analizar las denuncias presentadas por varios particulares y una asociación contra la corrupción contra el suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
En un decreto fechado este lunes y firmado por la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, el Ministerio Público ha acordado dirigirse a la futbolista con el fin de hacerle ofrecimiento de acciones, dándole la posibilidad de que, en un plazo de 15 días, se ponga en contacto con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, “a fin de informarle de sus derechos como víctima de un presunto delito de agresión sexual”. Esto es, para ofrecerle la posibilidad sumarse al procedimiento formalizando su denuncia pública.
La Fiscalía recuerda que el artículo 191 del Código Penal establece que para proceder por los delitos de agresión sexual y acoso sexual “será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia”.
En este caso, no consta que la futbolista haya presentado una denuncia, pero sí dejó claro en un comunicado hecho público el pasado viernes que el beso no fue consentido y que no había sido de su agrado. “Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente, no fui respetada”, afirmó la jugadora.
Son declaraciones que la Fiscalía considera “inequívocas” y que precisan ser analizadas para determinar su “trascendencia jurídica”, recoge el decreto, que adelanta que a la vista de las mismas “el acto sexual sufrido” por la futbolista “no fue consentido”. El escrito de la teniente fiscal cita jurisprudencia del Tribunal Supremo que determina que son “merecedores de reproche penal” los “tocamientos sorpresivos o fugaces sobre zonas erógenas aun cuando se realicen por encima de la ropa” o “los besos en la boca, aunque no los denominados ósculos”.
En cualquier caso, la apertura de estas diligencias es solo el inicio de un procedimiento. Con la información recopilada, la Fiscalía tendrá que decidir si presenta una querella ante los Juzgados de Instrucción de la Audiencia Nacional o, por el contrario, archiva las diligencias. En los últimos días, fuentes fiscales ya advertían de que sin denuncia de la víctima es complicado que el procedimiento pueda prosperar, pues la Fiscalía sólo suele actuar de oficio en casos en los que la víctima ha fallecido, no ha podido denunciar por otra causa o se trata de un menor y sus padres o tutores no quieren dar ese paso.
La vía de la justicia deportiva
En paralelo, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) se reúne este lunes para analizar la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra Rubiales, al considerar que cometió una falta “muy grave” por su conducta tras el triunfo de la selección española femenina en el mundial de Australia, cuando besó en la boca a Hermoso contra su voluntad.
En su “petición razonada”, el CSD afirma que Rubiales vulneró el artículo 76.1.a de la ley del deporte, que considera “infracciones muy graves” los “abusos de autoridad”; y el artículo 14.h del Real Decreto 1591/1992 sobre Disciplina Deportiva, que también define como “infracciones comunes muy graves” los “actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos, cuando revistan una especial gravedad”.
En caso de que el TAD viera elementos como para abrir un expediente a Rubiales por una infracción “muy grave”, el órgano directivo del CSD podría acordar su suspensión temporal mientras avanza el procedimiento. Con este movimiento, el Gobierno trata de activar la vía para apartarlo del puesto en los próximos días dado su enrocamiento a pesar de la inédita presión social y política.