La Fiscalía de Madrid pide 13 años y dos meses de cárcel para el empresario Javier López Madrid y el policía jubilado José Manuel Villarejo por el acoso y las lesiones que le produjeron a la doctora Elisa Pinto. Se trata de la causa original en la que participan los citados, la mujer como víctima y los dos hombres como investigados, que se instruye desde hace siete años en el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid.
En su escrito de acusación, el Ministerio Público habla de amenazas y coacciones “reiteradas” a la dermatóloga para que no denunciara el acoso al que le estaba sometiendo el yerno de Juan Miguel Villar Mir y que incluyeron advertencias a uno de los hijos de la doctora, de diez años entonces, a la puerta del colegio. La Fiscalía también considera que hay indicios para acusar por la agresión con arma blanca que sufrió la doctora y que ella atribuye al comisario Villarejo en persona.
La Fiscalía pide tres años para cada uno por un delito continuado de coacciones, un años y ocho meses por amenazas, un año y seis meses por un delito contra la Administración de Justicia y dos delitos de lesiones castigados cada uno con tres años y seis meses de cárcel.
El delito de cohecho por la supuesta contratación de Villarejo, un funcionario en activo en aquellos momentos, por parte de López Madrid en relación con el mismo “hostigamiento”, se investiga en una pieza separada del caso Tándem en la Audiencia Nacional. El juez Manuel García Castellón dictó auto de pase a procedimiento abreviado, el equivalente al procesamiento para delitos castigados con menos de nueve años, en julio pasado y en febrero de este año la Sala de lo Penal rechazó el último recurso del empresario, lo que aboca la causa a juicio.
En el escrito por el que la Fiscalía de Madrid solicita las penas de 13 años y dos meses de cárcel explica que los hechos se remontan a 2012. La doctora y el empresario se conocieron porque éste y su familia acudían a la clínica donde ella ejercía de dermatóloga. Al año siguiente, ambos comenzaron una “estrecha” amistad y en septiembre de 2013, la mujer “comenzó a recibir regalos, mensajes subidos de tono, fotografías sexuales explícitas recíprocas o a tener encuentros deliberadamente casuales en sitios públicos (tiendas, restaurantes y lugar de trabajo)”, recoge la nota. Además, añade, durante ese periodo hubo entre amos “largas” llamadas telefónicas y relación vía correo electrónico.
En aquella época, el empresario contactó con Villarejo, destinado entonces en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, con el encargo de hostigar a la mujer, evitar que le denunciara y, en el caso de que esto se produjera, desacreditar tales denuncias. Desde septiembre a diciembre de 2013, López Madrid llamaba a la mujer, le advertía de que había contratado a un comisario de “las cloacas del Estado” y que éste era especialista en generar coartadas falsas y poner en su sitio a “chulas” como ella.
El momento álgido del acoso se produjo en dos agresiones sufridas por la doctora, relata la Fiscalía. El 13 de enero de 2014 un hombre se introdujo en el asiento de detrás de su coche y “esgrimiendo un cuchillo” se lo clavó en el hombro mientras le decía “estás indefensa”. El 10 de abril siguiente, Pinto se bajó del vehículo para buscar el alzador de uno de sus hijos y un hombre le hizo un corte en el abdomen mientras le decía: “López Madrid quiere que cierres la boca”.
Antes de eso, en el otoño de 2013, la doctora había comenzado a recibir llamadas. “Puta, no te acerques a Javier. Me vale madre llevarte por delante”, decía una voz de mujer distorsionada en una de las que recibió la mujer en su móvil y en el teléfono fijo de su casa. Otras llamadas telefónicas al móvil se producían desde terminales móviles con tarjetas compradas con identidad falsa.
El acoso incluyó una visita a la consulta de la doctora por López Madrid y el comisario Villarejo. En esta versión, la Fiscalía de Madrid difiere de Anticorrupción, quien en su escrito de acusación en la Audiencia Nacional señala que de quien se acompañó el empresario fue de Rafael Redondo, el abogado que trabajaba con Villarejo en sus empresas. En cualquier caso, la doctora fue advertida en aquella visita de que la policía estaba al tanto de lo que supuestamente estaba haciendo, acosar a López Madrid, según él, y que la visitarían. En los días siguiente, varias personas desconocidas continuaron acosando a la doctora “por encargo de los acusados”, añade la Fiscalía de Madrid.
Entre el 20 de diciembre y el 29 de marzo de 2014, la Fiscalía contabiliza once acciones de amenaza. Una de ellas es la visita de un hombre a la puerta del colegio para decirle a su hijo de diez años: “También estamos pendientes de vosotros”. Hasta principios de 2015 siguieron las llamadas con mensajes como “te vamos a matar” o “puta loca judías”.
“Que tu hijo estuviese delante no fue un accidente”
En otras comunicaciones, quienes amenazaban eran más específicos: “¿Sabes que quien nos paga se fue a ver tranquilo el partido a Lisboa en un avión privado mientras tú permaneces encerrada? Recuerda: dinero y poder. Estás muerta”. En otra ocasión le escribieron: “Que tu hijo estuviese delante no fue un accidente... Dolor... Más y más dolor... Les has cambiado de cole. ¿Crees que es más seguro?”.
La Fiscalía concluye que todos estos actos alteraron el sentimiento de seguridad y paz de la mujer “tratando de impedirle actuar libremente”. Añade que fueron actuaciones “insistentes” y “reiteradas” que alteraron “gravemente” su vida y la de su familia. “Tuvo que contratar seguridad privada, sus hijos dejaron de ir al parque y dejó de conducir durante al menos seis años”, añade el Ministerio Público.
Entre el 21 de diciembre de 2013 y el 11 de abril de 2014, la doctora denunció en comisaría en quince ocasiones los hechos sin obtener resultado alguno. Aquellas denuncias fueron retomadas por el Ministerio del Interior que dirigían Jorge Fernández Díaz y Francisco Martínez para reconducir la investigación en el sentido de salvar a Villarejo, uno de los miembros de la brigada política que utilizaban para atacar a la oposición. En aquellas maniobras implicaron a un comisario, actualmente al frente de la comisaría del distrito Centro de Madrid, Alberto Carba, según reveló elDiario.es.
La apertura de la causa contra López Madrid en el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid estuvo seguida de otra en el que la doctora era la investigada en el número 26 y que aún sigue abierta, pese a las conclusiones alcanzadas en la investigación que ha provocado la petición de 13 años de cárcel por parte de la Fiscalía contra López Madrid y Villarejo.
López Madrid será juzgado por varios delitos de corrupción en la Audiencia Nacional en relación con una pieza separada del caso Lezo, donde la Fiscalía le pide seis años de cárcel, y aún está pendiente el posicionamiento del Ministerio Público respecto a los investigados en la pieza de financiación irregular del PP de Madrid, dentro del caso Púnica.