El fracaso del PSOE en las europeas pone fin a la era Rubalcaba
El PSOE se lo jugaba todo en estas elecciones. Puso a su número dos como cabeza de lista, Elena Valenciano, e hizo la apuesta más fuerte por doblar el pulso al PP y, sobre todo, rentabilizar unos comicios donde se suele castigar al Gobierno y que pueden ser aprovechadas por el partido de la oposición.
Pero nada le ha salido bien. Ha perdido frente al PP, se deja nueve eurodiputados sobre 2009 y logra su porcentaje de voto más bajo en toda la historia democrática.
Es decir, el PSOE que ganó en el 38º Congreso se estrella en las elecciones europeas, que han sido sus primeros comicios tras la derrota electoral de 2011. Y esto tendrá consecuencias internas muy serias e inmediatas.
La dirección del partido ha convocado una Ejecutiva para este lunes donde no faltarán voces en favor de acelerar un cambio de liderazgo y un fin de ciclo, que causaría la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba de la dirección del partido.
Elena Valenciano admitió la noche del domingo que “es un mal resultado” y aseguró que hay que hacer una reflexión de todos los grandes partidos democráticos sobre lo que ha ocurrido tanto en España como en Europa.
Valenciano no descartó que en la Ejecutiva Federal, en su reunión de este lunes, se tomen medidas muy serias sobre lo ocurrido, “y ya se verán las decisiones que puedan derivarse de estos muy malos resultados”, dijo. Será Rubalcaba el encargado de explicarlas en conferencia de prensa, pero Valenciano no descartó nada.
La opinión es compartida por varios dirigentes socialistas consultados por eldiario.es que quieren que haya cambios en la dirección del PSOE y que este lunes se tomen decisiones contundentes.
Para los socialistas, ha sido un completo varapalo, y la candidata Elena Valenciano lo llevaba impreso en la cara cuando compareció en conferencia de prensa.
Los socialistas contemplaban la posibilidad de perder, pero no con tan mal resultado, ni con tanta fuga de votos a IU y Podemos. La pérdida de escaños es tan brutal que Valenciano reconoció el fracaso absoluto de las elecciones, aunque también se preguntó por qué lo celebra el PP, al considerar que los dos grandes partidos han tenido una pérdida enorme de votos y de representación en Europa.
La sede del PSOE, una vez más en los últimos seis años, fue un cementerio en la noche electoral. Se acercaron unos pocos simpatizantes, pero se dispersaron muy pronto. No había ambiente de ningún tipo. Las primarias llaman ya a la puerta.