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El Gobierno desliza que no ve delito de rebelión en el procés a pocos días de que se pronuncie la Fiscalía

Pedro Sánchez y Carmen Calvo a su salida del Pleno este martes.

Irene Castro / Aitor Riveiro

El Gobierno cree que lo ocurrido en Catalunya el pasado año no se puede considerar un delito de rebelión. Así lo han deslizado Pedro Sánchez y la vicepresidenta, Carmen Calvo, a punto de que la Fiscalía y la Abogacía del Estado presenten sus escritos de acusación contra los independentistas para el juicio del procés. Calvo ha avanzado que la Abogacía del Estado hará público su posicionamiento “en torno al 2 de noviembre”.

Que la Fiscalía y la Abogacía del Estado rebajen las acusaciones que pesan sobre Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y el resto de procesados es la principal reclamación de ERC y PDeCAT para mantener su apoyo al Ejecutivo a través de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno ha negado dar instrucciones al Ministerio Público, pero ahora desliza que no ve el delito de rebelión que hasta ahora ha defendido la Fiscalía.

“Lo que podemos llamar golpe de estado, que es un apelativo que oigo a Ciudadanos, requiere unos instrumentos de fuerza que en cualquier legislación están conectados con las armas”, ha expresado la vicepresidenta en una entrevista en Onda Cero. “Un golpe de estado requiere fuerza, unos elementos de fuerza coercitivos”, ha agregado.

El Supremo ha dictado esta mañana el auto de apertura de juicio oral, con el que da cinco días a la Fiscalía y al resto de acusaciones –la Abogacía del Estado y el partido ultraderechista VOX– a presentar sus escritos de acusación.

La afirmación de la vicepresidenta se produce después de que Sánchez sacara a relucir en el debate sobre Arabia Saudí y el Consejo Europeo una enmienda que el conservador Federico Trillo presentó en la tramitación del Código Penal en 1994 en la que apostaba por que el delito de rebelión solo estuviera relacionado con los alzamientos militares.

“En 1994, me lo recordaba la vicepresidenta [Carmen Calvo], el señor [Federico] Trillo hizo una propuesta de modificación, una enmienda, en la que decía que el delito de rebelión, que es inherente a supuesto de golpe de Estado se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares. Hay proyectos políticos que evolucionan y otros que involucionan; el del señor Casado hasta incluso pasa por la derecha a un señor como Trillo”, fue la expresión de Sánchez desde la tribuna justo al terminar el debate.

“En cualquier caso y como yo le recordaba con esta enmienda de Trillo, lo que podemos llamar golpe de estado, que es un apelativo que oigo a Ciudadanos, requiere unos instrumentos de fuerza que en cualquier legislación están conectados con las armas aquí y en la legislación alemana”, ha dicho Calvo refiriéndose a la negativa de un tribunal alemán que se negó a extraditar a Carles Puigdemont por rebelión.

Calvo también ha defendido que el Código Penal debe adecuarse a los tiempos actuales: “Hay que adecuar las normas a las situaciones con las que en este momento nos movemos”. Sánchez abogó por una modificación de la legislación penal para que lo sucedido en Catalunya entrara dentro de la tipificación del delito de rebelión. Sánchez estaba convencido de que el procés no podía considerarse una rebelión: “Es evidente que el delito de rebelión tal y como está tipificado en 1995 no corresponde al tipo de rebelión que se ha sufrido en los últimos meses”, aseguró en mayo. Esa propuesta no se ha movido desde que los socialistas están en el Gobierno.

Las fuerzas independentistas han recibido positivamente las palabras del Gobierno, aunque todavía creen que son insuficientes y reclaman que inste a la Fiscalía y la Abogacía del Estado a un cambio de posición respecto a la acusación por rebelión. Calvo ha asegurado que desconoce cuál será el posicionamiento de la Abogacía que se presentará en torno al 2 de noviembre.

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