Enfado en el Gobierno y en el PSOE con Podemos e Izquierda Unida por la denuncia que han presentado por la Operación Chamartín en la que incluyen al actual titular de Fomento, José Luis Ábalos, y otros exministros del área, entre ellos Josep Borrell, bajo cuyo mandato RENFE sacó a concurso público el proyecto urbanístico al que el Ayuntamiento de Madrid dio el visto bueno por unanimidad este lunes.
Fuentes del Ministerio de Fomento muestran su “su absoluta perplejidad” ante la denuncia presentada por IU y Podemos este miércoles, tal y como ha adelantado eldiario.es. “El interés de Fomento en este proyecto se centra exclusivamente en potenciar la que será probablemente la nueva estación más importante de este país.
La renovación de Chamartín supondrá mejorar las Cercanías y la interconexión de alta velocidad entre el norte y el sur de la Península“, señalan desde el departamento de Ábalos.
Esas mismas fuentes recuerdan que es al consistorio de la capital a quien “compete defender la operación urbanística”. En ese sentido, en el Ejecutivo también muestran su sorpresa por el hecho de que la exalcaldesa Manuela Carmena, que reactivó el proyecto, no esté entre las personas denunciadas por quienes firman el texto presentado en los juzgados (Isabel Serra, Carlos Sánchez Mato y Sol Sánchez).
“Este ministerio se ha mantenido completamente al margen del plan urbanístico del proyecto”, agregan desde Fomento, donde también subrayan que el Gobierno “defiende la máxima transparencia en todas las actuaciones y, por lo tanto, no tiene absolutamente nada de ocultar”.
En las filas socialistas ha causado malestar la presentación de esa denuncia por parte de quienes aspiran a ser aliados de Pedro Sánchez. “Creo que es inevitable ir a unas elecciones. No puedes querer estar en un gobierno y a la vez denunciar a uno de sus miembros”, dice un dirigente próximo al presidente en funciones. “Es una vergüenza”, apunta otra de las personas de máxima confianza de Sánchez.