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El Gobierno pierde cuatro votaciones en el Congreso a las puertas de la campaña catalana al aliarse sus socios y la oposición

Vista general de la Diputación Permanente del Congreso de este lunes.

Iñigo Aduriz / Aitor Riveiro

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Cuando quedan apenas tres días para que, a última hora del jueves, comience oficialmente la campaña de las elecciones catalanas del 14 de febrero, este lunes ERC, PNV y EH Bildu, socios parlamentarios del Gobierno en la aprobación de los Presupuestos o la investidura, sumaron sus votos a los de las principales fuerzas de la oposición –PP, Vox, Ciudadanos y Junts–, para asestar un golpe al Ejecutivo que, durante la Diputación Permanente del Congreso, perdió cuatro votaciones.

Esas alianzas cruzadas forzaron así que esta misma semana deban comparecer en el Parlamento, por un lado, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, para dar explicaciones sobre los fondos europeos. Y, por otro, que también se tenga que celebrar esta semana una sesión extraordinaria de la Comisión de Sanidad para que comparezca el ministro del ramo, sea quien sea finalmente quien ocupe la cartera una vez se consume, este martes, la dimisión de Salvador Illa, que deja el cargo para dedicarse a defender su candidatura por el PSC a la Presidencia de la Generalitat catalana.

Las tres solicitudes de comparecencia del ministro de Sanidad –dos presentadas por el PP, y otra por ERC y el Grupo Mixto, que se apoyaron mutuamente para que fueran finalmente aprobadas las tres–, tenían precisamente como fin que el propio Illa acudiera a la Cámara Baja a explicar cómo ha compaginado su labor como ministro con la de candidato desde que a finales de diciembre el PSC le proclamara cabeza de lista para los comicios catalanes, así como para que opinara acerca de la idoneidad de celebrar los mismos el 14 de febrero, en medio de la tercera ola de la pandemia.

Moncloa se había anticipado y había anunciado a primera hora de este lunes que Illa dejará de ser ministro este martes tras la reunión del gabinete. La fecha concreta de la renuncia se desconocía, pero el Gobierno ya había dejado claro que el responsable de Sanidad llegaría a la campaña “sin cargo”. Su salida este martes provocará la paradoja de que quien tenga que comparecer finalmente ante la Comisión de Sanidad, que previsiblemente tendrá lugar el próximo jueves, sea su sustituto o sustituta y, por tanto, sin relación directa con la candidatura de Illa en Catalunya ni con los comicios del 14F.

Las iniciativas se enmarcan, en cualquier caso, en la proximidad del inicio de la campaña catalana y nacieron con la pretensión tanto de PP como de ERC de desgastar a Illa, al que este lunes todos los partidos excepto el PSOE reprocharon su dimisión en plena tercera ola de la pandemia, con las cifras de contagios y fallecidos disparadas y las UCI y los hospitales al borde del colapso. Aunque a las críticas se sumó Unidas Podemos, socio socio minoritario en el Gobierno, las más duras llegaron por parte de PP, Vox y Ciudadanos, tres formaciones que llevaban semanas exigiendo a Illa que dimitiera y que, una vez anunciada su salida, decidieron también arremeter contra el cese que ellos mismos habían solicitado insistentemente en los últimos días.

Todos contra el PSOE por la dimisión de Illa

“El señor Illa, cuando estamos en el peor momento de la tercera ola y los hospitales al borde de su saturación, ha preferido buscarse la vida de candidato partidista para conseguir los votos de unos ciudadanos a los que debería dar cuenta de su negligencia”, aseguraba durante la Diputación Permanente el portavoz de Sanidad del PP, José Ignacio Echániz. “Los españoles merecen el respeto de un Gobierno que comparezca, dé explicaciones y no se dé a la fuga dejándonos solos a los españoles”, añadía la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, durante la sesión, que también consideró que el conocido como 'efecto Illa', utilizado para explicar el crecimiento de la estimación de voto del PSC en las encuestas, es, para el PP, “la mentira, la descoordinación y el caos en la gestión”.

El portavoz nacional de Vox, Jorge Buxadé, cargaba asimismo contra Illa al considerar que tenía que haber dimitido hace un año, después de las manifestaciones del 8M –alentadas según PP, Vox y Ciudadanos por el Gobierno, a sabiendas de que se podían producir contagios–, que el Ejecutivo permitió, según él, “cuando ya conocía la expansión del virus”. “No hay ningún efecto IIIa’”, sentenciaba Buxadé, que en rueda de prensa acusaba al ministro de “utilizar todo el aparato del Estado para situarse en mejores condiciones en la campaña”, anteponiendo sus intereses a la “gravísima situación que sufre España” con los rebrotes de la COVID-19. “El ‘efecto Illa’ es el efecto separata, el efecto separatista. Al final cuando de verdad nos estamos jugando el futuro de España, de los españoles y de los catalanes vemos que el PSC es lo mismo que una organización separatista”, sentenciaba.

En la misma línea, el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Edmundo Bal, juzgó como “indignante” que Illa “se haya dedicado a dar mítines en lugar de atender sus deberes en pleno rebrote de la pandemia”. “Esto no tiene nombre, ha perdido el respeto [como ministro] porque es antiético. Ha hecho dejación de sus responsabilidades y ha preferido ser candidato que ministro”, señalaba Bal en rueda de prensa en el Congreso. A su juicio, Illa “debió cesar en cuando presentó su candidatura”. “Los ciudadanos se merecen un Gobierno que vele por sus vidas y sus empleos y no deje sus obligaciones solo para conseguir rascar unos cuantos escaños más en el parlamento de Catalunya porque eso es algo indignante”, concluyó.

Las críticas al ministro también las pronunciaba Unidas Podemos, miembro del Gobierno, y los socios de investidura y de Presupuestos del Ejecutivo, como ERC, PNV o EH Bildu. “Illa debería centrarse en combatir la tercera ola, que es lo que pide la ciudadanía en una situación tan complicada. En una situación tan difícil no debería abandonar su responsabilidad. Yo le respeto pero podría llegar a pensar la gente que se está poniendo por delante los intereses electoralista frente a proteger la salud de la ciudadanía”, aseguraba la portavoz de Unidas Podemos, Isa Serra, durante una rueda de prensa. También el presidente de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, consideraba una “mala noticia” y “un error” que el ministro “vaya a dimitir antes de dar explicaciones en sede parlamentaria” acerca de la pandemia. 

Unidas Podemos vota junto a los socialistas

La campaña de las catalanas entró de lleno en la Diputación Permanente del Congreso. Carolina Telechea, diputada republicana, consideraba que “Illa es el único ministro de Sanidad del mundo que deja sus funciones para ser candidato”. En su opinión, en los comicios catalanes “habrá que decidir entre democracia y el 155 encubierto de Illa”. El diputado del PNV Mikel Legarda, por su parte, quiso lanzar un “reproche directo” al aún ministro por no haber comparecido en el Congreso “antes” a pesar de que su declaración estaba pedida desde el 10 de diciembre y, por tanto, antes de que se conociera que sería candidato por el PSC. “No entendemos cómo en este contexto decide dimitir antes de comparecer”, añadía, por su parte, el portavoz de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute. “La razón de partido puede más que la de Estado”, denunciaba, antes de considerar que “el efecto Illa puede convertirse en un efectillo a la vista de las últimas actuaciones que está llevando a cabo”.

Las tres peticiones de comparecencia fueron aprobadas con 36 votos a favor –los que sumaron PP, Vox, Ciudadanos ERC y Junts–, 31 en contra y 1 abstención. Unidas Podemos, que al mediodía consideró también que Illa “no debería abandonar su responsabilidad” como ministro para irse de candidato del PSC a Catalunya, votó sin embargo en contra de las solicitudes de comparecencias “por responsabilidad y respeto a lo pactado” con el PSOE, según informaron fuentes del grupo confederal.

En cuanto a la comparecencia de Nadia Calviño había sido reclamada por el PP con el objetivo de que la vicepresidenta diera cuenta “de las actuaciones que se están llevando a cabo y tienen previstas para el reparto de los Fondos Europeos”. La solicitud fue respaldada por Vox y Ciudadanos, pero también por socios del Gobierno como el PNV, EH Bildu y Más País-Equo, que durante la Diputación Permanente expresaron su preocupación por haberse enterado a través de los medios de comunicación de la condicionalidad de los fondos y la falta de debate al respecto. En este caso, la comparecencia se aprobó con 33 votos a favor, 32 en contra y 3 abstenciones.

Aunque por unanimidad y, por tanto, con el beneplácito de PSOE y Unidas Podemos, la Diputación Permanente también aprobó la comparecencia del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en sesión extraordinaria de la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La solicitud la había formulado del Grupo Popular con el objetivo de que el ministro “aclare si se va a ampliar de 25 a 35 años el periodo de cotización para el cálculo de las pensiones y si la implementación de esta medida supondrá un recorte de hasta un 6% en las futuras pensiones”. El del aumento del periodo de cotización ha sido una de las discusiones en los últimos días en el seno del Gobierno de coalición.

Durante la Diputación Permanente fueron rechazadas, en cambio, la comparecencia de Pedro Sánchez para abordar también los fondos europeos –que había sido solicitada por el PP–, y la de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, para hablar sobre“ los gastos y actuaciones de Patrimonio Nacional en relación a la estancia del Rey emérito en los Emiratos Árabes Unidos”, pedida por ERC y EH Bildu, entre otras iniciativas que pedían también las comparecencias del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, del de Justicia, José Manuel Campo, o de la de Industria, Reyes Maroto.

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