El Gobierno estudia una modificación legal para que el director adjunto operativo de la Policía, comisario José Ángel González Jiménez, continúe en el cargo una vez haya cumplido su edad de jubilación, el próximo 19 de diciembre. Pese a presentar un perfil alejado del mando llamado a desempeñar la máxima responsabilidad operativa con un gobierno progresista, González Jiménez se ha hecho indispensable a ojos del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y del director general de la Policía, Francisco Pardo, histórico colaborador de José Bono.
La Ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional establece la edad de jubilación obligatoria a los 65 años. Sin excepciones. Sin embargo, con la reforma legal que prepara el Gobierno, y que aún está por concretar, González Jiménez seguirá siendo número dos de la Policía Nacional hasta que el Ejecutivo decida. Fuentes del Ministerio del Interior desvinculan la reforma de la figura concreta de José Ángel González y aseguran que “el objetivo es unificar el criterio con Guardia Civil, donde no existe un límite de edad” para quien asume el mando operativo.
Efectivamente, fue el Gobierno del Partido Popular, con Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior, el que introdujo ese cambio en 2012 que solo afectaba al instituto armado. En aquel caso, el beneficiado inmediato fue el teniente general Cándido Cardiel, que pudo seguir ejerciendo como director adjunto operativo de la Guardia Civil después de los 65 años.
El Partido Popular introdujo la reforma del Régimen de Personal de la Guardia Civil a través de una disposición adicional en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. De esta forma, el teniente general director adjunto operativo de la Guardia Civil pasó a permanecer “en situación de activo” mientras ostentara dicho cargo.
Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez valora a través de qué norma en tramitación parlamentaria va a prolongar el mandato de José Ángel González Jiménez al frente de la Policía Nacional. Fuentes conocedoras de este proceso aseguran que la intención es utilizar una redacción casi idéntica a la que introdujo el Gobierno del Partido Popular. Se trataría de incluir en cualquier proyecto de Ley Orgánica una disposición adicional o final en la que se incluya la modificación. Otra opción, tampoco descartada por completo, es aprobar un Decreto Ley, que posteriormente ratifique el Congreso.
El PP también intentó introducir la reforma en la Policía para que siguiera siendo director adjunto operativo, tras su jubilación en 2016, el comisario Eugenio Pino, pero terminó por descartarla. Pino es el artífice de la brigada política, está procesado por el espionaje parapolicial a Bárcenas en el caso Kitchen y la Fiscalía pide para él 15 años de cárcel, los mismos que para Fernández Díaz.
De la academia militar y jefe de antidisturbios
El comisario principal José Ángel González Jiménez es un mando formado en la Academia Militar de Zaragoza, cuando la Policía Nacional no era un cuerpo civil. El grueso de su carrera, casi veinte años, los pasó mandando la VII Unidad de Intervención Policial, los antidisturbios con sede en Valladolid. Durante el último Gobierno del PP fue jefe superior en Melilla y después en Aragón.
Las dificultades del Gobierno para encontrar recambio a comisarios que se jubilan no se limita al director operativo. El próximo mes de octubre llega la edad de jubilación también para un cargo clave en la Policía Nacional, el del comisario general de Información, Eugenio Pereiro, al frente de la estructura antiterrorista de la Policía.
Desde 2018 se ha visibilizado un movimiento reaccionario en el seno del Cuerpo. Con motivo del procés en Catalunya, y parapetados bajo la exigencia de una equiparación salarial con los Mossos, un gran número de agentes atendieron a las movilizaciones de la plataforma Jusapol. Aquel movimiento dio un giro radical cuando Jusapol pasó de criticar a los sindicatos policiales de la Policía y se convirtió en uno de ellos. Arrasó en las primeras elecciones y, pese a una importante caída, siguió siendo el sindicato que recibió más votos en los comicios del pasado año.
Las expresiones altamente politizadas de Jupol, siempre en el marco de la derecha y la extrema derecha, fueron contestadas con una política de tolerancia desde la cúpula de la Policía y el Ministerio de Interior. El director general del Cuerpo, Francisco Pardo, fue antes secretario de Estado de Defensa con Bono y ejecutivo de una empresa armamentística antes de regresar al Gobierno. En esa política de contención y no ruptura de puentes con Jupol ha participado de forma activa su número dos, José Ángel González Jiménez, beneficiado por la próxima reforma del Gobierno.