Henríquez de Luna propone unas primarias que aseguren cuotas para las diferentes familias en la dirección del PP

Íñigo Henríquez de Luna, mano derecha de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid, ha presentado una enmienda de primarias a la ponencia política del vicesecretario general de Organización del Partido Popular, Fernando Martínez-Maíllo, que facilitaría la entrada de las diferentes familias en la dirección del partido. 

Henríquez de Luna defiende un sistema de doble vuelta con voto en ambos procesos de los militantes, como ha propuesto la enmienda lanzada por el entorno de la presidenta la gestora del PP madrileño, Cristina Cifuentes, pero añade numerosos cambios. El principal es que las listas perdedoras que obtengan un 10% de los votos o más en la primera vuelta tengan derecho a estar representados en los comités ejecutivos nacional y regional, una fórmula que permitiría consagrar cuotas en la dirección para las diferentes corrientes del partido.

El compromisario del PP por el distrito de Salamanca de Madrid ha insistido en la necesidad de buscar fórmulas para evitar que “mejorar la calidad de la democracia interna del partido” se convierta en un proceso de “guerras fratricidas”. “Las primarias tienen que abrirse cuando el partido está en la oposición, no tiene sentido que se haga cuando se está en el Gobierno porque hay un proceso de desgaste importante”, ha explicado.

Esta propuesta va acompañada de la ampliación de 35 a 45 miembros en el Comité Ejecutivo Nacional, de los que 25 pertenecerían a la candidatura ganadora en una lista cerrada, 10 se repartirían de manera proporcional entre las propuestas perdedoras con más del 10% del voto de los militantes en la primera vuelta, y los otras 10 asientos se cubrirían por la elección de los compromisario que participen en el Congreso. En el caso de un comité ejecutivo regional, de un máximo de 30 miembros, 15 serán de la candidatura ganadora, 5 se elegirán proporcionalmente entre las listas perdedoras que hayan conseguido más del 10% de los votos y 10, elegidos por los compromisarios.       

Para evitar las tensiones electorales y reducir “las actitudes sectarias”, también se permitirá que un afiliado pueda avalar hasta dos candidaturas. De esta manera, el compromisario del PP ha señalado que se fomentará la participación de los militantes, que en los procesos que se han dado hasta ahora, ha admitido, ha sido bastante baja. En el caso de la votación de los compromisarios que se hizo en su distrito, solo fueron a las urnas el 12% de los militantes con derecho a voto.  

Además, si un candidato consigue más de un 50% de los votos en la primera vuelta no hará falta hacer la segunda y, en caso de de que no haya mayoría absoluta, concurrirán a la segunda vuelta los dos candidatos que hayan conseguido el mayor número de votos en la primera votación.

Henríquez de Luna también cree que no es serio “que se pueda presentar una candidatura con solo 100 avales a la presidencia nacional del partido cuando hay más de 800.000 afiliados en el PP. Es una broma. Es necesario un filtro que hemos colocado en el 1% de los militantes al corriente del pago de las cuotas con un máximo de 1.000 avales”. En caso de primarias a las presidencias regionales y locales se mantiene la petición de aval del 1% de los afiliados con un máximo de 200 y 50, respectivamente.

Su enmienda también recoge que se impongan primarias internas para la elección de candidatos electorales en municipios de más de 20.000 habitantes. 

Reflexión 

El compromisario del PP ha presentado también una enmienda  para “abordar la regeneración democrática del partido” rebajando algunos aspectos para evitar conflictos por la personalización de las propuestas más conflictivas. Durante las semanas previas al Congreso, que se celebrará en febrero, han saltado las polémicas por la acumulación de cargos de María Dolores de Cospedal o la limitación de mandatos, con protagonismo de Mariano Rajoy.

Henríquez de Luna ha dejado en “la necesidad de abrir una reflexión” para alcanzar un acuerdo que de forma gradual acabe con la acumulación de cargos, determine el periodo que marque la limitación de mandatos en la Administración pública y consiga la separación de poderes entre los cargos institucionales y los puestos de partido.

“No presentamos esta enmienda contra nadie, y puede haber excepciones como presidente del Gobierno y presidente del partido, tanto a nivel nacional como regional, pero es necesario empezar a dar pasos en ese sentido para evitar el caldo de cultivo de la corrupción, que es más fácil si se concentra en una persona el poder político e institucional. Debería ser incompatible ser presidente local del partido y alcalde”, ha añadido. El dirigente del PP no ha ocultado que el modelo que más le gusta es el del PNV, donde hay una clara diferenciación entre los cargos políticos y los candidatos que acceden a las instituciones públicas.    

Por otro lado, Henríquez de Luna propone impulsar una reforma electoral, que “rompa las listas cerradas”, basada en la elección directa en distritos electorales, sin olvidar la obligatoriedad de la proporcionalidad recogida en la Constitución.