Hipotecas disparadas, beneficios bancarios de récord
Durante varios años, los tipos de interés muy cercanos a cero recortaron parte de los ingresos tradicionales de los bancos, por lo que optaron por aumentar las comisiones. No se quedaron cortos. En 2022, subieron de media un 24%, según la Asociación de Usuarios Financieros. Fueron los tres grandes bancos los que llegaron más lejos. CaixaBank elevó el mantenimiento de la cuenta de 60 a 240 euros. El BBVA, de 100 a 160. No afectó por igual a todos. Los clientes con nóminas domiciliadas más altas o que habían invertido en productos financieros del banco se libraron de la subida. Los más pobres no tuvieron esa suerte.
Todo eso ha cambiado. No tanto. Las comisiones, no. La recuperación económica y la subida de los tipos de interés han provocado un aumento espectacular de los beneficios bancarios hasta el punto de que hablamos de récords históricos. Es lo que ha sucedido con los del BBVA presentados el miércoles. 6.621 millones de euros con un crecimiento anual del 30%. La compañía entregará a sus accionistas “el mayor dividendo por acción en catorce años”, dijo su presidente, Carlos Torres.
El Banco Santander repitió un día después el récord: 9.600 millones de beneficio global con un aumento del 16%. En España fueron 1.560 millones, un crecimiento de casi el 150%.
El BCE no subió los tipos de interés con la intención de conseguir ese resultado, pero ha sido una de sus consecuencias. Esos mismos tipos que han causado el aumento de las hipotecas hasta niveles insoportables para las personas que las pagan están detrás de unos beneficios tan espectaculares como las remuneraciones de sus altos directivos.
“Los miles de millones pueden confundir un poco”, dijo Torres. No tanto a los que se beneficien de ellos. Directivos y accionistas estarán entusiasmados. Sí hay que precisar que los beneficios del banco en España fueron de 1.678 millones con un aumento del 8%.
Las cifras certifican la decisión del Gobierno de imponer un impuesto extraordinario a los bancos para compensar el hecho de que se lucren por las mismas circunstancias económicas que ahogan a la mayoría de los ciudadanos. El BBVA ya ha calculado lo que le costará, 225 millones. Eso es un 13,4% de sus beneficios en España y un 3,4% de sus ganancias globales.
Más beneficios suponen más dinero para sus responsables. Carlos Torres recibió en 2021 una remuneración total de 7,8 millones de euros, según los datos facilitados a la CNMV. Su consejero delegado obtuvo 6,8 millones. Fue un año que estuvo caracterizado por los despidos masivos en los bancos, que redujeron sus plantillas en 11.000 personas. Más despidos, más beneficios, más remuneración para los directivos.
Es evidente que los miles de millones terminaron confundiendo a aquellos que fueron despedidos. Para que al banco le fuera aún mejor, ellos debían abandonar sus puestos de trabajo.
Hace unas semanas, se cumplió el décimo aniversario del rescate bancario que negoció el Gobierno de Mariano Rajoy con la Unión Europea. No iba a costar un euro, prometió Rajoy antes de coger un avión para asistir a un partido de la selección española en Polonia. De hecho, no lo llamó rescate, ya que era “un crédito a la banca que va a pagar la propia banca”, dijo después en el Congreso.
La última cifra del rescate bancario supone un coste para los contribuyentes de 73.261 millones de euros.
En la presentación de los resultados, Torres creyó que era un buen momento para criticar la decisión del Gobierno de imponer el nuevo gravamen. “La actividad empresarial no está reñida con la sociedad. Los intereses de las empresas coinciden con los de la sociedad”, dijo el presidente del BBVA. Eso no tiene por qué ser falso, pero también obligaría a los bancos a aceptar que en el mejor momento económico de su historia reciente ellos pueden aportar más que muchas otras empresas. Lo mismo se podría decir de las eléctricas y petroleras.
Todas esas grandes corporaciones son “too big to fail” (demasiado grandes para caer), como se dijo tantas veces en la crisis que se inició en 2008. En el peor de los casos, la sociedad va a tener que respaldarlos para que no arrastren al fondo a toda la economía. Es lo que se hizo con el rescate bancario.
“Se puede pensar que esto (los grandes beneficios) es por la subida de tipos, pero estamos en un proceso de normalización de los tipos de interés”, dijo. Esa frase debería haberla pulido más su jefe de comunicación, porque normalización no es como lo llamaría la persona que pensaba que podía permitirse el pago de la hipoteca, pero que ya no.
Unidas Podemos aprovechó la noticia para reclamar un mecanismo con el que frenar en seco el aumento de las hipotecas. Yolanda Díaz comparó los beneficios del BBVA con el hecho de que la subida del euríbor encarecerá la hipoteca media en 250 euros mensuales: “La crisis no puede ser una excusa para ganar más. Congelar hipotecas, moderar beneficios”.
Lo mismo dijo Ione Belarra: “Necesitamos una intervención pública de la economía que tope las hipotecas de tipo variable”.
En principio, es poco probable que Pedro Sánchez acepte abrir otra vía de conflicto con los bancos, una vez que se aprobó el impuesto extraordinario. Cuando Podemos exigió limitar los precios de los alimentos y cargó contra Mercadona, varios ministros socialistas rechazaron esas críticas de forma coordinada.
Los bancos juegan con la ventaja de que por mucho que aumenten las hipotecas, no hay mecanismos como la dación en pago para los que ya no puedan permitírselas. En España se ha dicho muchas veces que la gente paga la hipoteca y si acaso, economiza con todo lo demás. Lógico, si la deuda no va a desaparecer. Por la parte de las empresas, la situación tampoco se ha vuelto negativa para los bancos.
La morosidad de los créditos concedidos por la banca cayó en noviembre al 3,68%, la tasa más baja desde diciembre de 2008, a pesar del impacto de los tipos de interés y de las hipotecas. No conviene alegrarse mucho. Los bancos creen que la morosidad en los créditos al consumo aumentará en el primer trimestre del año.
Aquellos que suscribieron una hipoteca variable en los últimos seis años cuando el euríbor estaba por los suelos lo van a pasar –lo están pasando– realmente mal. Se calcula que las cuotas de las hipotecas variables podrían aumentar entre 1.900 y 4.700 euros anuales. La última subida del euríbor, al 3,3% en enero, encarece la hipoteca media en 275 euros al mes.
Todo eso ocurre en España, el cuarto país con mayor número de banqueros con sueldos millonarios en 2021 –fueron 221– sólo por detrás de los 589 de Alemania, los 371 de Francia y los 351 de Italia. Habían sido 128 un año antes. La retribución media de los banqueros millonarios en España fue de 2,1 millones, frente a los 1,8 millones de la media europea.
En la coyuntura actual, es discutible que los intereses de los bancos coincidan con los de la sociedad, pero lo que sí está claro es que las remuneraciones de sus altos directivos se alejan cada día más de las de los ciudadanos. Viven en otro mundo.
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