Miquel Iceta y Núria Parlon han reiterado una vez más el 'no' de los socialistas catalanes a la investidura de Mariano Rajoy tras votar en las primarias en las que se enfrentan para ocupar la secretaría general del PSC. Iceta, actual líder y candidato a la reelección, ha dejado claro que sus siete diputados votarán 'no' por “coherencia”, mientras que Parlon ha asumido que deberán pagar la multa por romper disciplina de voto en caso de que el PSOE acabe optando por una abstención.
Más de 17.000 militantes del PSC están llamados a elegir a su primer secretario en plena convulsión del socialismo español. Los resultados se conocerán a partir de las 19 h. Iceta ha acudido a votar a la a la agrupación socialista de Sant Martí en Barcelona, mientras que Núria Parlon lo ha hecho en la agrupación del PSC en Santa Coloma de Gramenet, la ciudad que gobierna como alcaldesa desde 2009.
“El reto más inmediato es sin duda la posición ante la investidura de Rajoy, que desde nuestro punto de vista debe ser votar 'no'”, ha admitido Iceta, con lo que ha dejado claro cuál sería el escenario si la gestora del PSOE optara por facilitar la investidura. “Mantendremos la coherencia y el PSC daría instrucciones a sus diputados para votar en consecuencia”, ha sentenciado el que comanda el PSC desde 2014.
Por su parte, Parlon, que durante la campaña se ha distanciado un poco más de Ferraz, ha afirmado, ante una posible abstención, que la Comisión Gestora, “no elegida por las bases, deberá pensar bien de qué manera justifica este giro ideológico de posición” sin consultar a la militancia. Si gana Parlon, ha asegurado que instará a los diputados del PSC a votar 'no' y a asumir la multa por romper la disciplina de voto.
La aspirante a liderar el PSC ha abogado también por un rearme ideológico para revertir la fuga de votos hacia “otra fuerza que la gente sitúa más a la izquierda”, en alusión velada a En Comú, y ha celebrado que el proceso de primarias del PSC haya interpelado a las bases y les haya animado a sentirse partícipes en la configuración de su partido.
En este sentido, Iceta ha pedido “un liderazgo sólido para estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, desde el punto de vista de la política catalana, española y la situación del PSOE”.
Llamadas a revisar la relación entre el PSC y el PSOE
La actuación del PSC será examinada hoy con lupa en Ferraz no solo porque ambos candidatos hayan avanzando que mantendrán el 'no' a Rajoy decidan lo que decida el Comité Federal del PSOE, sino sobre todo porque el PSC se ha convertido en la principal fuente de oposición interna de la Gestora y, por ende, de los barones socialistas del entorno de Susana Díaz.
La maniobra de estos para apartar al exsecretario general, Pedro Sánchez, ha hecho que el PSC congele las relaciones con la nueva dirección socialista. En Catalunya algunas voces han comenzado a sugerir que es hora de “repensar” el encaje entre ambos. Entre ellos, la propia candidata Núria Parlon, que esta semana introdujo propuestas en este sentido que serán debatidas en el próximo congreso del partido, el primer fin de semana de noviembre.
Iceta es más moderado en esta cuestión y su entorno quita hierro al debate, sin disimular su incomodidad por el nuevo rumbo del PSOE, partido con el que el actual primer secretario tiene una estrecha ligazón personal.
Ferraz, en la encrucijada
Los siete diputados catalanes no son los únicos que amenazan con romper la disciplina de voto en el Grupo Parlamentario Socialista ante una posible investidura de Rajoy. La diputada aragonesa Susana Sumelzo o la que fuera número dos de la candidatura socialista por Madrid Margarita Robles han anunciado ya que votarán en contra del candidato del PP, sea cual sea la posición que adopte el Comité Federal socialista. A ellos se suma la cerrada defensa del 'no' de varios líderes regionales como el castellanoleonés Luis Tudanca o de la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
Ante la perspectiva de una división del Grupo Parlamentario durante la votación de investidura, Ferraz busca nuevas fórmulas para permitir un Gobierno de Rajoy sin quedar retratado como abstencionista durante la votación. La fórmula que se pretende es forzar la ausencia de 11 diputados. Con esas bajas, Rajoy tendría los apoyos suficientes para convertirse en presidente, aunque el resto de la bancada del PSOE emita un voto negativo.
La propuesta, que está sobre la mesa de los principales dirigentes socialistas, no cuenta, sin embargo, con el beneplácito de la federación andaluza. Según fuentes de Ferraz, Susana Díaz quiere que todo el partido cumpla la orden de abstenerse, si esa es finalmente la decisión del Comité Federal.