El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González ha presentado ante el juez que investiga las supuestas irregularidades en la compra de su ático en Estepona el finiquito de su esposa que, según el exdirigente del PP, justifica que el matrimonio disponía de fondos suficientes para afrontar la operación inmobiliaria. Según el documento que ha publicado la Cadena SER, Lourdes Cavero percibió 636.540 euros como indemnización por su despido de la patronal eléctrica UNESA, que acometió un ERE.
Con el documento presentado ante el juzgado número 5 de Estepona, González quiere justificar el argumento que ya ha esgrimido con anterioridad desde que comenzó la investigación judicial por la compra de un ático en una urbanización de lujo en la localidad malagueña.
González aseguró que la compraventa del inmueble tuvo un valor de 770.000 euros, y que el 80% del piso (566.000 euros) corresponde a su esposa, Lourdes Cavero, mientras que el 20% (154.000 euros) está a su nombre. Esperanza Aguirre ya explicó en 2013 que el pago del ático se pagó con el dinero que percibió Cavero por su despido.
El expresidente madrileño y su esposa están imputados en la causa que investiga la operación y sospecha que pudieron cometer los delitos de cohecho y blanqueo de capitales. El inmueble era propiedad de una empresa radicada en un paraíso fiscal. La acusación popular sospecha que el ático es el pago por el mayor pelotazo de la Gürtel por la recalificación de unos terrenos en la localidad madrileña de Arganda del Rey.
La jueza quiere reproducir ante González “las conversaciones grabadas aportadas al procedimiento”. Se refiere a las que en 2011 hizo el comisario José Manuel Villarejo de una conversación mantenida en persona con Ignacio González y de varios intercambios telefónicos mantenidos con Enrique Cerezo, en todos los casos trataban la investigación del ático.
El audio que trascendió sobre el encuentro entre el mando y Enrique González es de cuatro minutos y 32 segundos (de los 43 minutos que duró la cita). En esta grabación se escucha cómo José Manuel Villarejo le informa de que hay una persona que le vincula a una sociedad radicada en Delaware. Ignacio González lo niega y añade: “El tema es que si sale... eso es lo que yo no quiero”. “Efectivamente, efectivamente, eso es lo que hay que evitar”, responde el comisario. Luego quedan para volver a hablar y José Manuel Villarejo le propone hacerlo unos días después, a su regreso de un viaje a Miami: “Es una oportunidad cojonuda de que cuando vuelva digas 'tengo una información', contar una historieta y tirar balones fuera y ya está. En lo que a mi respecta ya lo sabes, somos troncos y a tomar por culo macho”.
Por su parte, en la conversación con Enrique Cerezo se escucha decir a José Manuel Villarejo que “si en su día hubiera hecho un poco de caso” y le “hubiera dado un poco de armas para defender la situación, la cosa no hubiera llegado a nada”. Según el diario El Mundo (que publicó las grabaciones) con esa frase, José Manuel Villarejo se refiere a Ignacio González. “Siempre que puedo echar una mano a un amigo o al amigo de un amigo por mi no tengo ningún problema”, zanja el mando. ç
La jueza explica en su providencia que esas grabaciones fueron aportadas a la Guardia Civil de Málaga, concretamente al Servicio de Criminalística, para que las analizasen. La jueza pide al instituto armado que se las devuelvan “con antelación suficiente” a la fecha de la citación de los tres investigados.