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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La infanta se escuda en la “confianza” en su marido ante las preguntas del juez

A las tres de la tarde de este sábado, el juez José Castro dio por satisfecho el objetivo que perseguía desde abril de 2013: interrogar a la infanta Cristina por su posible vinculación con la trama de corrupción entorno al Instituto Nóos. Frente a un interrogador minucioso y exhaustivo, hubo una imputada que contestó a todas las preguntas pero con evasivas a la gran mayoría de ellas, según fuentes presentes en el interrogatorio. O no sabía, o no recordaba. Si acaso, su firma en documentos que podrían complicarla en un delito fiscal o de blanqueo respondían a la “confianza” que tiene en Iñaki Urdangarin, su marido.

En la declaración, Cristina de Borbón se ha desvinculado de la gestión de Aizoon, la mercantil que compartía con su marido al 50 por ciento y que en realidad actuaba como “sociedad pantalla” a la que fueron a parar 1,2 millones de euros de fondos públicos. La infanta ha aludido a los asesores fiscales de Urdangarin, los hermanos Tejeiro, cuando el juez ha profundizado en esta cuestión. Respecto a las contrataciones ficticias realizadas por la sociedad, Cristina de Borbón ha dicho desconocer ese extremo, apuntan las citadas fuentes. Igualmente, dijo no saber que dos de esos empleados, una pareja inmigrante en situación irregular que hacía de servicio doméstico, cobraba en negro ni que estaban contratados como empleados de Aizoon .

El juez Castro no tenía prisa. Le mostró factura a factura todos los gastos cargados a la comercial Aizoon y que en realidad esconden gastos personales. Unos los admitía, otros nos los recordaba, pero siempre dejando claro que desconocía que los gastos realizados con su tarjeta de crédito fueran cargados a la sociedad mercantil.

Entre las facturas que le mostró Castro están desde la compra de libros de Harry Potter a las clases de merengue y salsa a domicilio. En este punto se produjo una de las anécdotas de la declaración. Cristina de Borbón aseguró que nunca había aprendido a bailar esos estilos y que solo hace muchos años recibió clases de flamenco. El juez, cordobés de nacimiento, respondió: “Me congratulo”.

Según comentó a los periodistas en un receso Manuel Delgado, letrado del Frente Cívico Somos Mayoría, Cristina de Borbón ha respondido en “un 95 por ciento” de los casos con “no sabe, no me consta, no lo conozco y me dijeron que hiciera esto y tengo confianza a mi marido”. “Me limitaba a firmar lo que me decía mi marido”, ha dicho la hija del rey en un momendo dado, según la versión de Delgado.

“Mi padre se fía de mi”

El juez también preguntó a la infanta por el préstamo de 1,2 millones de euros que le hizo el rey y que se conoció gracias a la investigación. Cristina de Borbón admitió que solo le ha devuelto a su padre 150.000 euros y que él sabe que terminará completando el pago. Ante la insistencia del instructor, la infanta ha respondido: “Al final es mi padre y se fia de mi”. La infanta no supo explicar por qué el préstamo aparece en la documentación incorporada a la causa como una donación. Algunos de los presentes en el interrogatorio han advertido cierta emoción en las palabras de la infanta cuando se ha referido a su padre.

Aunque el interrogatorio versó principalmente sobre la actividad de Aizoon -la sociedad a la que fueron transferidos 1,2 millones de euros obtenidos por la ONG de Urdangarin de los fondos públicos-, Castro también le preguntó por el Instituto Nóos. En concreto, por la mención a la infanta como vocal de la ONG en el tríptico diseñado con motivo de su creación. Cristina de Borbón respondió que nunca había realizado actividad alguna en el seno del Instituto Nóos. Con esta ONG, Urdangarin y su socio Diego Torres obtuvieron más de 6 millones de euros de adminsitraciones gobernadas por el PP. De esos 6 millones habrían salido los 1,2 para la sociedad que compartían los duques de Palma

Para el abogado Manuel Delgado, la declaración ha desarrollado en “un ambiente tranquilo”. “El juez está preguntando con mucha tranquilidad y mucho rigor y está buscando la verdad dentro de las posibilidades que le da la infanta”, afirmó a los periodistas cuando todavía restaba la mitad del interrogatorio del magistrado. De la intervención de Cristina de Borbón, añadió: “Viene muy bien preparada, pero pasa momentos de apuro”. Otras fuentes presentes en la declaración aseguran, sin embargo, que la infanta ha permanecido “tranquila y relajada” durante las cinco horas que se ha prolongado el interrogatorio del juez.

A partir de las cinco de la tarde, llegará el turno del fiscal Pedro Horrach, quien según fuentes jurídicas, llega preparado con un amplísimo abanico de preguntas. Tras él, será el turno de las acusaciones y las defensas, aunque previsiblemente Cristina de Borbón sólo responda al Ministerio Público, la abogada del Estado y a su letrado.