El mensaje interno de Íñigo Errejón tras estallar la fractura de Podemos en Madrid: “Pablo y yo vamos a parar el ataque”

La crisis abierta en Podemos en la Comunidad de Madrid por la dimisión del secretario de Organización, Emilio Delgado, se ha hecho más profunda con la dimisión de otros nueve miembros del Consejo Ciudadano, máximo órgano entre asambleas. Los 10, muy próximos al  número dos de Podemos, Íñigo Errejón, señalan en su salida al secretario regional, Luis Alegre. Alegre es miembro de la dirección estatal y una de las personas de máxima confianza de Pablo Iglesias. Desde todos los estamentos del partido, en público y en privado, desligan la crisis abierta con cualquier enfrentamiento entre ambos. El propio Errejón ha utilizado Twitter para salir al paso. Y poco después le respondía Iglesias. El último gesto ha sido un mensaje interno enviado por el propio Errejón, titulado 'Unidad, unidad, unidad'.

“Todo lo que está ocurriendo en Madrid me entristece igual que a todos nosotros y nosotras. Está siendo un día durísimo para todos, especialmente para los y las compañeras de Madrid”, afirma Errejón al principio del mensaje, que habla después de “ataque” y lo atribuye a “todo el aparato del PSOE y alrededores” con el objetivo, según el dirigente de Podemos, de “tapar” su acuerdo con Ciudadanos.

“Parece que algo hemos hecho bien las últimas semanas si provocamos semejante ofensiva, si para intentar asegurar la restauración les hace falta tal despliegue cuando antes conseguían la gobernabilidad de los de siempre en condiciones de normalidad. Ahora pagamos el precio”, asegura Errejón.

El portavoz parlamentario de Podemos acusa a algunos medios de comunicación de “trazar una frontera ficticia entre moderados y radicales dentro de Podemos, como intento de encerrarnos a hablar de nosotros mismos y para tratar de crear un culebrón que no se corresponde con la realidad”, añade en el mensaje.

El mensaje interno de Íñigo Errejón

Unidad, unidad, unidad

Hola compas,

Todo lo que está ocurriendo en Madrid me entristece igual que a todos nosotros y nosotras. Está siendo un día durísimo para todos, especialmente para los y las compañeras de Madrid. El ataque que hemos vivido hoy, que parece ser una ofensiva en marcha, tiene algún precedente pero muy pocos, lo cual revela que todo el aparato del PSOE y alrededores está necesitado de algo con lo que tapar su reciente giro hacia el PP arrastrado por Rivera. Parece que algo hemos hecho bien las últimas semanas si provocamos semejante ofensiva, si para intentar asegurar la restauración les hace falta tal despliegue cuando antes conseguían la gobernabilidad de los de siempre en condiciones de normalidad. Ahora pagamos el precio.

Parece que algunos medios pretenden trazar una frontera ficticia entre “moderados” y “radicales” dentro de Podemos, como intento de encerrarnos a hablar de nosotros mismos y para tratar de crear un culebrón que no se corresponde con la realidad. Esas son las categorías del adversario, y su intención es generar enemigos internos. Correrán los rumores, los teléfonos estropeados, los opinadores hablarán y hablarán. Ni caso, seguimos a lo nuestro.Trasladar un problema de Madrid a estatal es obviamente un arma que querrán arrojar y amplificar para evitar así, hablar del escoramiento del PSOE hacia la gran coalición de la mano de Rivera. Pablo y yo hemos estado hoy un buen rato juntos pensando cómo salir al paso de este ataque, y lo vamos a parar.

Por eso hoy más que nunca debemos repetir una y otra vez que solo hay un Podemos, el que tiene claro que las políticas de recortes y austeridad deben ser cosas del pasado, el que nació para construir pueblo, recuperar la soberanía y ganar España para su gente, pateando el tablero y desafiando los manuales, el que cada vez da pasos más grandes para lograrlo, en dos años vertiginosos y heroicos. Hemos abierto brecha y avanzamos, con todas las dificultades venidas y por venir, y en un terreno aún marcado por el adversario, ahora en este tiempo de impasse y empate histórico. Es normal que los privilegiados se pongan nerviosos; toca cabeza fría, mirada larga y paso corto.

Un abrazo, seguimos. Claro que se puede.