Las grabaciones a Jorge Fernández Díaz conspirando con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña comenzaron a conocerse a cuatro días de las elecciones generales, pero no solo esta circunstancia las convierte en un peligroso artefacto. La cúpula policial vivía, y vive aún, un proceso de transición por la jubilación de varios mandos implicados en las maniobras en Cataluña. Uno de ellos es el máximo jefe de la Policía Judicial, y por extensión, de la UDEF, comisario José Santiago Sánchez Aparicio, quien este martes fue homenajeado en un restaurante de la capital ante su inminente jubilación.
El nombre de Sánchez Aparicio cobró mayor relevancia aun al ser designado por el Ministerio del Interior para investigar la grabación a Fernández Díaz, cuya difusión se produjo en la misma semana de los comicios generales a pesar de que ser realizada hace casi dos años. José Santiago Sánchez Aparicio, ‘Chati’ en medios policiales, cumple 65 años el 17 de julio, algo que no importó a Fernández Díaz para hacerle máximo responsable de las pesquisas.
Como en todos los actos de estos últimos días de legislatura, las ausencias han cobrado este jueves tanta importancia como las asistencias. En este último capítulo, Ignacio Cosidó, director general de la Policía, fue el único cargo político que acudió a homenajear a Sánchez Aparicio. El ministro del Interior no acudió, según fuentes de su entorno, por tener que asistir a un comité ejecutivo del PP catalán. En el caso del secretario de Estado, Francisco Martínez, cabe destacar que ha mantenido un contacto directo y frecuente con comisarios que están por debajo del homenajeado, como consta en el sumario de la pieza que investiga a policías en el caso del Pequeño Nicolás.
A diferencia de la comida de despedida del director adjunto operativo Eugenio Pino, celebrada la semana antes de que se conocieran las grabaciones, otros implicados en las maniobras en Cataluña no han acudido al homenaje a Sánchez Aparicio. Es el caso de José Luis Olivera, llamado a dirigir la policía, en sustitución de Pino, hasta que se conocieron las grabaciones y volvió a hablarse de su trabajo en Cataluña. Fuentes policiales aseguran que la comida estaba convocada desde antes que estallara el escándalo.
Hasta el 17 de julio, Sánchez Aparicio será el mando ante el que respondan dos inspectores jefes y un inspector, todos de la Comisaría General de Policía Judicial que dirige el primero, en el caso de las grabaciones realizadas en el despacho del ministro del Interior. Fuentes próximas a las pesquisas señalaron a eldiario.es que estas siguen sin judicializarse porque los investigadores no disponen aún de indicios o datos con los que acudir a un magistrado.
Sánchez Aparicio fue jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento con la renovación de la cúpula policial que hizo el PP al llegar al Gobierno, procedente en su mayoría del Sindicato Profesional de Policía (SPP), del que ‘Chati’ es un histórico dirigente. Fue a quien recurrió el partido cuando destituyó a José García Losada por no frenar las investigaciones por corrupción a dirigentes del PP. Sánchez Aparicio es el cuarto y último comisario general de Policía Judicial bajo el mandato de Jorge Fernández Díaz. Bajo su mando están todas las investigaciones contra el crimen organizado y la corrupción.
Otras jubilaciones 'premium'
La jubilación de Sánchez Aparicio es la tercera destacada de estos días. La primera fue la de Pino, premiado con la Medalla de Plata al Mérito, pensionada de por vida con un 15% de su sueldo. Pino ha dirigido a los policías que han trabajado contra el proceso independentista en Podemos dentro de una estructura secreta en la Dirección Adjunta Operativa. El acto de despedida previsto en Interior para el pasado jueves se suspendió horas antes en medio de la polémica por la publicación de las grabaciones.
También el comisario José Manuel Villarejo se ha despedido de la Policía, al menos oficialmente, en los últimos días. Debía jubilarse el 4 de agosto, pero se ha acogido a la posibilidad de pasar a segunda actividad de inmediato. Este lunes, el juez Arturo Zamarriego retrasó su declaración como investigado por la grabación ilegal a otros policías y miembros del CNI mientras mantenían una reunión por la investigación al Pequeño Nicolás.