Madrid, 30 nov (EFE).- Las palabras de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las que ha acusado al PP de promover la cultura de la violación, que han recibido el reproche de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, han encendido al principal partido de la oposición, que ha pedido su dimisión y que se retracte.
Ha sido este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, donde la polémica por la rebaja de penas a delincuentes sexuales tras la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí ha vuelto a centrar el orden del día, en la que el Gobierno ha tenido que responder a varias preguntas de la oposición sobre este asunto.
Cuando le ha tocado el turno a la ministra de Igualdad, que ha sido interpelada por la diputada popular Belén Hoyo, además de defender la ley, Montero ha hecho referencia a sendas campañas de sensibilización de las comunidades de Madrid y Galicia -gobernadas por el PP- que, a su juicio, responsabilizan a las mujeres de las posibles agresiones que puedan sufrir.
Y lo hacen, ha dicho Montero, con eslóganes como “vigila tu copa” o “no debería pasar pero pasa”, tras lo que ha espetado: “Ustedes promueven la cultura de la violación, que pone en cuestión la credibilidad de las víctimas”.
Inmediatamente, la bancada popular ha hecho una sonora protesta ante las palabras de Montero, lo que ha hecho que la presidenta del Congreso haya pedido en varias ocasiones silencio y se ha dirigido a Montero para afirmar que la expresión que ha utilizado “no es adecuada en términos parlamentarios”.
Batet ha pedido respeto en las expresiones y contención en el lenguaje en la Cámara Baja y la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha tomado la palabra para “dejar muy claro” que es “altamente ofensivo” que una dirigente política que es responsable de las políticas de igualdad haya vertido esas afirmaciones contra su partido.
Este nuevo episodio de tensión se suma al provocado la pasada semana por la diputada de Vox, Carla Toscano, quien señaló que el único mérito de Montero era “conocer en profundidad a Pablo Iglesias”, lo que generó el rechazo de la mayoría de la Cámara.
La descalificación de Toscano provocó entonces que el Gobierno, encabezado por su presidente, Pedro Sánchez, saliera en defensa de la ministra de Igualdad.
La acusación de Montero han sido respondida también por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha pedido la dimisión de la ministra ante unas palabras “de máxima gravedad” y ha acusado al Ejecutivo de ser “el primer 'hooligan'” de la política española.
En su cuenta de Twitter, Montero ha insistido en que “responsabilizar a las víctimas y no a los agresores en las campañas institucionales tiene un nombre” y ha adjuntado un documento de ONU Mujeres que explica “qué es la cultura de la violación”.
Las palabras de la ministra han seguido coleando en la Cámara Baja, de forma que en una interpelación a la ministra de Justicia, Pilar Llop, la diputada del PP Marta González le ha emplazado a que manifestara su rechazo a las palabras de su compañera de gabinete.
Llop en su intervención se ha limitado a defender la respuesta de la presidenta del Congreso que ha calificado de “muy acertada” en aplicación al reglamento de la Cámara y ha considerado que ella siempre ha sido respetuosa con todas la personas, algo que “no siempre ha sucedido” con ella, a quien en otras ocasiones han llamado “niña de San Ildefonso” y “mudita”.
Desde el PSOE, la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, ha ensalzado la actuación de Batet: “El Congreso es, o debería ser, la casa de la palabra. Lo primero que sobra es el hostigamiento, pero también las expresiones gruesas, las algaradas y el espectáculo. España merece mucho más que eso. Suerte que tenemos el raciocinio de Meritxell Batet”.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha salido en defensa de Montero en Twitter: “'No debería pasar, pero pasa'. Sí, cuando culpas a la víctima de la agresión sexual porque llevaba mallas e iba a correr por la noche estás promoviendo la cultura de la violación. Lo hace el PP y bien claro se lo ha dicho la ministra de igualdad. Muy bien @IreneMontero”.
Desde Ciudadanos, su presidenta, Inés Arrimadas, ha tildado de “intolerable” la actuación de la ministra de Igualdad al tiempo que su grupo ha pedido explicaciones a la Presidencia del Congreso por el “uso partidista y la doble vara de medir a la hora de censurar expresiones de los diputados”.
De hecho, la formación naranja ha presentado un escrito a la Mesa del Congreso de los Diputados en el que reclama que aclare los criterios para amonestar a diputados e incluso solicitarles abandonar el pleno en función de las expresiones utilizadas.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, se ha negado a valorar lo dicho por Montero, para no “fomentar el clasicismo” y la “violencia” que, en su opinión, hay hacia la ministra.
No obstante, ha considerado que no se pueden equiparar las acusaciones de Vox “e, incluso, a veces del PP” con las que dicen el resto de grupos parlamentarios y ha añadido que todo el mundo tiene días desafortunados y se puede equivocar.