IU esgrime su querella contra Moral Santín tras el escándalo de las tarjetas de Caja Madrid

Los rumores que desde hace años circulaban por IU de Madrid (IUCM) sobre la actuación de su consejero en Caja Madrid José Antonio Moral Santín se están viendo superados por la realidad. Ese es el sentir de la mayoría de la organización después de saberse este miércoles que quien fue vicepresidente de la entidad bajo el mandato de Miguel Blesa se gastó 456.500 euros en una década con una tarjeta de crédito exenta de impuestos proporcionada por la caja a sus principales dirigentes.

“Nunca informó a la organización de que disfrutaba de esa tarjeta”, aseguran fuentes oficiales de IUCM. Desde la federación que dirige Eddy Sánchez recuerdan que Moral Santín “pidió la baja de afiliación”. La suspensión de militancia se produjo en julio de 2012, cuando la Audiencia Nacional admitió a trámite la querella interpuesta por UPyD contra la cúpula de Caja Madrid y Bankia. La propia IU, recuerdan, se ha querellado contra todos los miembros del Consejo de Administración de Bankia, incluido el que fue su representante. Fuentes de la dirección federal consultadas por eldiario.es han asegurado que su posición en este caso es la misma que la de IU de Madrid.

La información conocida ahora es resultado de una auditoría interna ordenada por Bankia después de que eldiario.es destapara la existencia de estas tarjetas black a efectos fiscales a través de los correos electrónicos del presidente, Miguel Blesa, que le fueron facilitados por el Partido X a través de una fuente anónima. Las tarjetas tenían un tope de gasto de 50.000 euros al año. Moral Santín gastó una media de 45.650 euros, sólo superado por Ildefonso Sánchez Barcoj.

Tras la auditoría, la entidad no consideró que estas tarjetas tuvieran ninguna implicación penal, pero el FROB sí. El organismo público trasladó la información a la Fiscalía Anticorrupción, que ha abierto ahora una investigación al respecto. En total, fueron 15,2 millones de euros cargados a Caja Madrid entre los ejercicios 2003 y 2012, y 245.200 euros a Bankia en 2011 y 2012.

Moral Santín se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza para los actuales dirigentes de IU. Y el discurso contra el que fue uno de los hombres fuertes de la federación madrileña ha aumentado en intensidad.

En una entrevista publicada hace ahora un año en La Marea, el coordinador regional, Eddy Sánchez, aseguraba: “Por todos los compañeros pongo la mano en el fuego, sea Moral Santín o cualquier otro”.

Eso fue antes de filtrarse los correos de Blesa, y de saberse que había votado a favor de comprar el City National Bank of Miami, operación por la que el expresidente de Caja Madrid fue enviado a prisión por el juez Elpidio Silva. La entidad perdió por aquel movimiento 500 millones de euros. No en vano, el secretario del Consejo de Administración de Caja Madrid, Enrique de la Torre, definía a Moral Santín en sus correos electrónicos a Blesa como un “aliado”.

Dos meses después de aquella entrevista, en plena tormenta por los email de la entidad, IUCM marcó distancias con su exdirigente y aseguró que “los consejeros no representaban” a los partidos, sino que una de las condiciones del Banco de España para darles el visto bueno era su independencia.

“Está expulsado”

“De la mitad de las cosas que hizo Moral Santín no dio cuenta en los órganos de dirección de IUCM”, asegura la diputada regional de IU Tania Sánchez. “La organización no puede tener responsabilidad por esos hechos”. Sánchez recuerda que la federación “ya reprobó su actuación y está expulsado”.

En el mismo sentido se expresa el concejal de Madrid Jorge García Castaño. “No está en la organización desde hace dos años”. Y recuerda que IU se ha querellado contra la cúpula de Bankia que aprobó su salida a bolsa. Entre ellos está José Antonio Moral Santín.

“Nosotros vamos contra la corrupción, sea nuestra o del PP”, afirma Castaño, miembro de la Ejecutiva de IUCM, en referencia a la querella contra Bárcenas de la que también es parte la organización. El concejal madrileño lamenta que, tras todo lo sabido en los últimos años, da la sensación de que “ningún partido sabía exactamente qué hacia la dirección de Caja Madrid”.