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El juicio de Gürtel escucha al concejal que se convirtió en delator

El exconcejal de Majadahonda José Luis Peñas, durante la declaración en la pieza del caso Gürtel en Valencia.

Marcos Pinheiro

Aunque Esperanza Aguirre se atribuye haber destapado el caso Gürtel, lo cierto es que fue el testimonio y las grabaciones que José Luis Peñas entregó a la Policía y a la Fiscalía las que dieron origen al caso. Ahora, nueve años después de su denuncia, el exconcejal del PP en Majadahonda declara en el juicio de Gürtel Época I.

Peñas se sienta este martes en el banquillo después de que por él hayan desfilado los principales cabecillas de la trama. Lo hará “con la lógica preocupación, pero con una perspectiva más que halagüeña”. “Sé que no he hecho nada de lo que se me acusa”, asegura en conversación con eldiario.es.

En el escrito de acusación que la Fiscalía presentó antes del inicio del juicio, se especifica que el caso se originó con la denuncia de Peñas, quien desde el comienzo “ha colaborado de forma especial en la averiguación del delito y en el descubrimiento de sus responsables”. En total, entregó 18 horas de grabaciones.

Eso no le ha librado de estar sentado en el banquillo junto a quienes delató, acusado de recibir regalos por parte de Correa como contraprestación a las adjudicaciones a sus empresas. Por eso, y por “incorporar a su patrimonio fondos procedentes del Ayuntamiento”, se enfrenta a una petición de seis años y cinco meses de cárcel.

Peñas confía en no ser condenado. “Estoy absolutamente seguro de que voy a salir bien de este entuerto” afirma. Carga contra el escrito de la Fiscalía, en el que dice que se han incluido “frases muy desafortunadas” y que quedará “muy devaluado” tras su declaración.

Desde el inicio de la instrucción y al comienzo del juicio, el resto de acusados y el propio PP, en el banquillo como responsable civil, han intentado desacreditar las grabaciones que hizo Peñas, pero ha sido en vano. La Policía certificó que no estaban manipuladas y los jueces han confirmado su validez, además de reiterar que están apoyadas por el testimonio del propio exconcejal.

Una estrecha relación con Correa

Peñas tendrá este martes la oportunidad de contar en el juicio lo que ha ido relatando durante estos últimos años en diversas entrevistas y artículos de prensa, el funcionamiento de la trama corrupta que se atisba en esas grabaciones. También podrá dar detalles sobre la forma de actuar del propio Francisco Correa, con quien mantuvo una relación muy estrecha durante años.

El propio cabecilla de la trama así lo contó durante su declaración, dejando claro que se había tomado las grabaciones de Peñas como la traición de un hijo. “No encuentro las palabras”, dijo Correa al comenzar a hablar de su antiguo amigo. “Hay que tener muchísima maldad para que alguien que está viviendo en tu casa, mi hija paseando con él y llamándole ‘tío Pepe’, estar grabándome para luego denunciarme”, dijo.

Correa relató que agradecía las gestiones de Peñas en el Ayuntamiento con una paga mensual de 3.500 euros, y deslizó que su intención al grabarle era tenerle pillado, poder vivir de él toda la vida.  El exconcejal, sin embargo, dice que los abogados de algunos acusados le han ofrecido mucho dinero para que se calle, pero que lo ha rechazado. Peñas también ha contado en muchas ocasiones que el PP ha tratado de que detuviese sus revelaciones.

Las amenazas que recibía por esas confesiones se calmaron cuando se publicaron los papeles de Luis Bárcenas, explica. Quienes le amenazaban “no pudieron menos que claudicar”, dice, cuando vieron que lo que contaba estaba reflejado en unos papeles nutridos durante años por las anotaciones del extesorero del PP.

Lo que no han parado son las ofertas para que se calle: “Siguen intentándolo, han seguido hasta la antesala del juicio los intentos de que yo cambiara las declaraciones anteriores, o que diga en el juicio la ridiculez de que Rubalcaba estaba por medio”. Se refiere a la declaración de Pablo Crespo, quien dijo que había recibido un chivatazo de que el entonces ministro del Interior estaba montando “una operación contra el PP”.

A pesar de las ofertas con cifras “interesantes”, Peñas asegura que se mantiene firme en su intención de no desdecirse de lo declarado hasta ahora. “Siempre lo he tenido claro, nada ni nadie va a apartar mi voluntad”, explica.

“Tienes que solucionar todo esto”

Apenas ha hablado con Correa durante el juicio, a pesar de que han compartido mucho tiempo en el vestíbulo de la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. El cabecilla de la trama sólo se le ha acercado un par de veces, y ha sido para hablar sobre la declaración de su mujer, Carmen Rodríguez Quijano, imputada en el caso y que se enfrenta a una pena de 35 años de cárcel.

En una de esas ocasiones le deslizó una petición durante la breve conversación que mantuvieron: “Tienes que solucionar todo esto”. “No sé qué hay que solucionar, si tú no has hecho nada, te dejarán libre y ya está”, dice Peñas que le respondió.

El exconcejal de Majadahonda no se sorprende de las palabras que le dedicó Correa durante la declaración. “Son lógicas en una persona que ha estado tres años en la cárcel por mi denuncia. Va a pasar unos cuantos más. Buen recuerdo de mí no va a tener”, admite.

Correa asistirá desde la primera fila del banquillo a la declaración de Peñas, como ha hecho con todos los imputados que han declarado hasta el momento. El cabecilla de la trama puede estar tranquilo, en parte, porque no habrá nuevas revelaciones. Peñas no se ha guardado nada, explica: “Nunca me he guardado ningún as, nunca he sido de bombas atómicas ni de esconder nada. Lo vacié todo cuando denuncié”. 

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