La Justicia ha declarado firme la absolución del comisario jubilado José Manuel Villarejo, su esposa Gemma Alcalá y el periodista Carlos Mier en el caso de la grabación a miembros del Centro Nacional de Inteligencia. La Audiencia de Madrid comunicó a los tres absueltos el carácter definitivo de su exoneración después de que ni la Fiscalía ni ninguna acusación presentara recurso contra la sentencia que declaró probado que alguien registró de forma irregular una reunión entre miembros del CNI y la Policía en el marco de la investigación al pequeño Nicolás, pero que no hay pruebas de que Villarejo estuviera detrás de la grabación o su posterior difusión.
La Fiscalía, que llegó a pedir cuatro años de cárcel para el principal imputado del caso Tándem y tres para los otros dos acusados, renunció a llevar el caso ante instancias superiores sin que la Abogacía del Estado, Podemos o el resto de acusaciones presentaran algún recurso contra la exoneración de los tres, acusados en su momento de revelación de secretos oficiales. La firmeza fue declarada a finales de febrero pero no ha sido notificada hasta pasada la mitad del mes de marzo.
Los tres se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid acusados de preparar y ejecutar la grabación de un encuentro confidencial entre espías del CNI y miembros de la comisión judicial que investigaba el caso de Francisco Nicolás Gómez Iglesias con el objetivo de difundirla y provocar la nulidad de al menos parte del caso. La reunión tuvo lugar a finales de 2014, fue grabada y su contenido difundido por varios medios de comunicación.
La sentencia absolutoria, ahora declarada firme según ha sabido elDiario.es, entendió que ninguna prueba permitía vincular esta grabación con Villarejo y su esposa, que entonces estaba al frente de una página web llamada Información Sensible vinculada al comisario y donde trabajaba el periodista Carlos Mier, el primer medio de comunicación que se hizo eco de la detención del joven Gómez Iglesias.
Según la Fiscalía y las acusaciones, el periodista hizo una llamada a uno de los mandos policiales presentes en la reunión, lo que activó algún tipo de software que permitió grabar la conversación. La sentencia, sin embargo, dejó por escrito que “subsisten dudas no explicadas respecto de cómo se realizó la grabación y respecto del contenido de la llamada” que hizo el periodista al mando policial, unas dudas que “introducen alternativas no irrazonables a la tesis de la acusación”.
La firmeza de esta sentencia absolutoria llega después de que el año pasado un juzgado de lo penal de la capital decidiera absolver a José Manuel Villarejo de las acusaciones del exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, de injurias y denuncia falsa. También llega después de que el pasado mes de septiembre su primer gran juicio en el marco del caso Tándem quedara visto para sentencia en la Audiencia Nacional.
Un triple juicio en el que el comisario jubilado es acusado en tres de las piezas principales del caso que arrancó con su detención y encarcelamiento en noviembre de 2017. Un proceso que duró un año en los salones de la Sala de lo Penal y en el que Villarejo está acusado de usar su posición y contactos en la Policía para cobrar encargos privados de empresarios para espiar a rivales. La Fiscalía, en total, pide 80 años de cárcel por su supuesta participación en los proyectos conocidos como Iron, Land y Pintor.
La primera pieza investigó si Villarejo fue contratado por un bufete de abogados para espiar a un despacho rival. La segunda, el papel que jugó en la guerra familiar de los herederos de Luis García-Cereceda. La tercera, el encargo reconocido por el propio Juan Muñoz Tamara, marido de la periodista Ana Rosa Quintana, para obtener datos de un antiguo socio que le debía dinero. Quedan todavía más de 30 piezas en fase de instrucción y pendientes de juicio.