Loquillo, Ariel Rot y Leiva se han propuesto hacer vibrar de nuevo a los amantes del rock con una serie de conciertos conjuntos que les ha llevado esta noche a la sala La Riviera de Madrid, en la que el público madrileño ha vuelto ha disfrutar con canciones míticas de la movida madrileña.
Un trío de ases ha actuado esta noche en Madrid. Pertenecen a generaciones diferentes, pero la misma sangre corre por sus venas. Amantes del “rock & roll” español, los tres artistas han deleitado a sus seguidores madrileños con el primer concierto de la gira “Uno de los nuestros”.
Leiva con su desgarro setentero, Loco aún perdido en la década de los 80 y el acento argentino de Rot han desatado la pasión rockera de los madrileños que han disfrutado, durante tres horas, con la energía y el sentimiento desprendidos por el sonido de las guitarras.
Se apagan las luces, el espectáculo comienza. Suenan los primeros aplausos y el respetable enloquece con las voces de los tres artistas entonando al unísono “Tengo una banda de Rock & Roll”, un acierto garantizado para animar a un público maduro pero deseoso de recuperar el espíritu de la movida madrileña.
Es un escenario sin grandes pretensiones. Estos artistas saben que no necesitan un gran juego de luces para deslumbrar al público, tan solo la vibración de las cuerdas y las canciones que les hicieron iconos de una época.
“Bienvenidos a este show que inauguramos esta noche”, ha dicho Rot para dar paso al primer bloque individual. El ex de Tequila, ha demostrado por qué su nombre está escrito en los anales del rock español con “Hoja de ruta”, una canción “sobre el viajar y el cantar” mientras la sala se iba llenando poco a poco.
Pero ha sido con las suaves cadencias de “Me estás atrapando” y “Dulce condena” con los que el argentino ha convertido al público en su coro. Su sonido dulce, delicado y el ritmo vivaz han definido la primera parte del espectáculo que como sorpresa ha contado con la actuación estelar de Coque Malla, un auténtico genio de la guitarra, que ha arrancado a capella con “No puedo vivir sin ti”.
Tras Rot, ha salido al escenario Leiva. El excomponente de Pereza ha iniciado su bloque con “Nunca nadie” arropado por el público más joven.
El madrileño ha presentado algunas canciones de su álbum debut, “Diciembre”, aunque obras míticas de Pereza también han estado presentes como “Animales”o “Como lo tienes tú”.
El cantante ha derrochado energía y ha recorrido cada rincón del escenario acompañado de los timbres metálicos de la trompeta y el saxo. Su forma de arrastrar las palabras y su madurez creativa han protagonizado el bloque más agitado de la noche.
“Me siento afortunado por este recibimiento. Soy consciente de lo difícil que es comprar una entrada con todas las trabas que nos están poniendo”, ha denunciado Leiva que ha sabido agradecer el esfuerzo de sus seguidores y se ha despedido con “Mucho mejor”, a dúo con Rot. La fusión perfecta de sus voces ha enamorado a los madrileños.
Tras Leiva llegaba el artista más esperado de la noche. Un sector del público ya le había reclamado en varias ocasiones y el escenario le esperaba. Con su inagotable tupé por fin ha aparecido Loquillo.
Sobrio, seguro de sí mismo y con una tranquilidad inaudita. Loquillo ha convertido su sonido en poesía, ha disfrutado con los focos y la gente ha vitoreado sus movimientos de piernas y sus juegos sobre el escenario.
“Gracias mi Madrid. Gracias por estar aquí en esta ceremonia del 'rock & roll'”, ha comentado Loquillo. “Cruzando el paraíso”, “Línea Clara” y “Rompeolas” son solo algunos de los temas con los que ha hecho gozar al público.
Los solos de guitarra y el timbre agresivo de Loquillo han revolucionado a los aficionados. Enloquecidos “solo con su contacto”, como canta esta leyenda viva del rock en “La mataré”, el público ha emocionado al vocalista que ha despedido el espectáculo junto a Leiva y Rot con “Rock & roll star”.
Sin duda alguna, la magia de este concierto la han puesto las colaboraciones entre los tres artistas. Un trío de genios compartiendo el mismo escenario con el fin de rendir un gran homenaje al rock en español.
Sin embargo, las largas esperas entre los ciclos individuales han roto la unidad del espectáculo. Entre 15 y 20 minutos han tardado los asistentes en adecuar las instalaciones para el siguiente artista, con los consiguientes retrasos, errores y la impaciencia del público.
Su gira “Uno de los nuestros” ha concluido en la capital pero el aullido de las guitarras eléctricas podrá escucharse en las grandes ciudades españolas. Bilbao, el próximo 21 de junio, Málaga el 28; Barcelona en julio y Murcia en septiembre volverán a despertar el sentimiento rockero.
Por fin, aquellos que visten de negro vuelven a capitanear las noches.
Andrea Rullán