El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena fue increpado anoche por un grupo de independentistas al salir de un restaurante de Mont-ras, en Girona, donde había participado en una cena veraniega con unas veinte personas.
No se trataba de un acto político o reunión, sino de una cena informal de verano, a la que asistió, entre otros, el concejal y presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, han confirmado a Efe fuentes cercanas al edil.
Muy cerca de Mont-ras, en Palafrugell, se celebraban también a esas horas un recital y otros actos de apoyo a Jordi Sànchez, expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado autonómico de Junts per Catalunya (JxCat) suspendido por el juez Llarena.
Según informa en su cuenta de Twitter el Comité de Defensa de la República (CDR) de Palafrugell, al acabar el acto, unas quince personas se dirigieron al restaurante Can Cou-Cou de Mont-ras, donde esperaron a que salieran los asistentes a esa cena.
A la salida de Llarena, los independentistas corearon lemas como “las calles serán siempre nuestras” y, en tono irónico, añadieron “bienvenido al Empordà”, aunque el acto finalizó sin que se registrara ningún incidente.