La lluvia protagoniza el desfile militar de un 12 de octubre encapsulado en la plaza de Neptuno

El desfile militar del 12 de octubre en Madrid ha tenido las fuertes lluvias como protagonistas de una jornada en la que la distancia entre el público y la tribuna ha evitado que los abucheos al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se hayan escuchado en la zona destinada a las autoridades donde se ha izado la bandera. La climatología ha provocado incluso que Felipe VI y la Princesa de Asturias abandonen momentáneamente sus asientos durante una parte del desfile al que ha acudido el Gobierno con algunas ausencias, entre ellas la de la ministra Sira Rego en una decisión tomada de forma conjunta con Izquierda Unida.

Poco antes de las nueve de la mañana varios cientos de personas se concentraban en las inmediaciones de Cibeles portando banderas y, quien no las llevaba, comprándoselas a los vendedores ambulantes que esperaban a las puertas del metro de Banco de España. Los gritos ocasionales de “¡Viva España!” quedaban opacados por el tema de conversación de la mañana: las lluvias que se han desatado menos de una hora después.

La tribuna de autoridades estaba localizada en la plaza de Neptuno, a pocos metros del Congreso de los Diputados y a una distancia considerable del público. En torno a las diez y media de la mañana han hecho aparición los presidentes autonómicos y, con ellos, el socialista Salvador Illa: el primer president de la Generalitat de Catalunya que acude a este acto en los últimos 14 años. En el capítulo de las ausencias varios miembros del Gobierno no han acudido al desfile, coo la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero - que está lesionada- y la titular de Igualdad, Ana Redondo. La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, no ha acudido tras decidirlo “conjuntamente la organización, Izquierda Unida”, han señalado desde su equipo, según informa Andrea García.

Poco antes de las diez y media de la mañana ya desde Defensa se apuntaba a la cancelación de cualquier elemento del desfile relacionado con el aire: ni los cazas ni los helicópteros ni la Patrulla Águila saldrían. Desde primera hora de la mañana los expertos se habían puesto como línea roja los 4.000 metros de altura de las nubes pero las lluvias han zanjado el debate y tampoco ha sido posible lanzar al paracaidista.

Los momentos clave de los actos castrenses del 12 de octubre han coincidido con los tramos más intensos de lluvia sobre el centro de Madrid: la llegada del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, unos instantes antes de hacerlo la Casa Real, y en el momento del izado de la bandera, en el que también se ha recordado a los integrantes de las Fuerzas Armadas fallecidos durante este año.

La lluvia también ha restringido la capacidad de los representantes políticos para hacer declaraciones al igual que los gritos y pitidos a la llegada del Presidente del Gobierno apenas se han intuido en la distancia. El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, se ha limitado a una felicitación genérica en su cuenta de la red social X mientras que Santiago Abascal, de Vox, ha abierto fuego en el debate sobre el contenido de esta celebración: “No hay nada por lo que pedir perdón”.

En esta misma red social, Podemos ha afirmado que el 12 de octubre “no es motivo de orgullo” porque “conmemora” un “genocidio” y pide que este día de la Fiesta Nacional pase a celebrarse el 15M, en recuerdo al 15 de mayo de 2011, fecha en la cual un movimiento de 'indignados' llenó las plazas de decenas de ciudades españolas al grito de 'No nos representan'.

A nivel autonómico, las palmadas en la espalda de Emiliano García-Page a Salvador Illa antes de empezar el desfile han marcado una presencia también sin sobresaltos para los presidentes autonómicos, con algunos de ellos como Fernando López Miras presentándose ante la bandera antes de tomar su asiento en la tribuna. Isabel Perelló acudía también a su primer 12 de octubre como presidenta del órgano de gobierno de los jueces en la tribuna principal.

Con un perfil más institucional de lo habitual ha comparecido también la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. “Desde que soy presidenta de la Comunidad nunca había tocado lluvia, pero me alegro porque al final también es bueno para el campo y para todo, así que bueno da igual un poquito de paraguas y a disfrutar”, ha indicado.

El desfile ha vivido un momento de incertidumbre cuando la lluvia ha arreciado de forma especialmente violenta y los reyes han llegado a levantarse de su asiento en la tribuna principal antes de que las unidades de infantería empezaran su marcha anunciada por una megafonía apenas audible por el ruido de la lluvia y de la fuente de Neptuno. El carnero Killo de la Legión y los 210 soldados de caballería que han desfilado por una de las principales arterias de la capital en uno de los días más lluviosos que recordaban los presentes para un 12 de octubre.