El artículo 47 de la Constitución señala que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de “una vivienda digna y adecuada”. Sin embargo, en los portales inmobiliarios se pueden ver cientos de viviendas que en ocasiones ni siquiera cumplen unos requisitos mínimos de habitabilidad. En Madrid es donde se encuentra la mayor cantidad de infraviviendas, cuyos precios superan los 450 euros y van aumentando conforme se acercan al centro.
Según datos del Observatorio de Vivienda y Suelo recogidos por epdata, el precio del alquiler en España alcanza una media de 674 euros al mes. Sin embargo, hay grandes oscilaciones en las cifras según la provincia, que van desde los los 336 euros de media en Lugo hasta los 819 euros en Madrid, cuya comunidad cuenta con un salario medio de 2.350,2 euros y con un coste de vida un 20% superior al del resto de comunidades, según un estudio del coste de la vida en las ciudades españolas realizado por el Banco de España.
Malasaña es la zona donde se alquilan más pisos con estas características. En la calle Jesús del Valle se encuentra un “luminoso estudio” abuhardillado de 16 metros cuadrados útiles sin habitación (la cama plegable se encuentra en el salón) por 550 euros al mes y dos meses de fianza. Sin embargo, si el anterior piso no reúne las cualidades necesarias de un posible inquilino, a unos minutos andando, en la calle Antonio Grilo, hay otro de 30 metros cuadrados con una habitación por 900 euros. Sin embargo, antes de alquilarlo es necesario tener en cuenta que se debe pagar un mes de agencia, un mes de fianza y el mes corriente, es decir, 2.700 euros antes de entrar a vivir. Pero lo primero y más importante es demostrar que se tiene una solvencia económica suficiente, ya sea aportando nóminas o avales.
Esta tendencia afecta a todos los barrios del centro de la capital. “No renuncie a su intimidad teniendo que compartir piso”, señala la descripción de un sótano interior sin ascensor de 12 metros cuadrados que se alquila por 420 euros en el barrio de la Latina. “Muy económico”, puntualiza el dueño en la descripción.
Hay quienes se lo toman con humor, pero sin dejar de denunciar la situación. El zulista, una cuenta parodia de Twitter, recopila fotos y anuncios de pisos minúsculos y los comparte.
El perfil, que cuenta con casi 100.000 seguidores, se creó en 2018 con un lema claro: “Es mejor reír que llorar”. Desde él, animan al resto de usuarios a que compartan este tipo de “pesadillas inmobiliarias”. La cuenta recoge cientos de pisos que se alquilan por toda España, y también en el extranjero, pero sobre todo muestra la realidad de personas que tienen que vivir en condiciones pésimas a pesar de pagar más de 400 o 500 euros de alquiler.
“Es increíble que pueda existir, pero existe”
Los creadores del perfil cuentan que la idea surgió a a raíz de un grupo de WhatsApp. Una de las personas que estaba en el grupo empezó a buscar piso en Madrid y encontró que “la situación era bastante diferente a la de la última vez que había buscado”. “A modo de coña nos empezó a pasar al grupo las cosas más increíbles que se iba encontrando, cosas que cualquiera pensaba que no podían ni existir”, explica una una de las personas que lleva el perfil y que prefiere no dar ningún dato sobre su identidad. “Nunca hablamos de quién hay detrás de la cuenta”, aclara.
Los creadores creen que el éxito del Zulista se produjo, y se mantiene a día de hoy, porque “la gente que estaba buscando piso se vio refleja en la situación de encontrarse con esas cosas”. Tras cuatro años recogiendo anuncios e imágenes de estos lugares se siguen quedando asombrados. “Es increíble que pueda existir, pero existe. Cuando creemos que ya lo hemos visto todo, aparece algo que consigue sorprendernos”, relatan.
Madrid, el caladero de “pisos-zulo”
“La mayor cantidad de zulos que nos encontramos están en Madrid, sobre todo dentro de la M-30 y en el centro”, explican. Es una de las ciudades más grandes y más pobladas de España y “hay mucha más oferta y demanda”, lo que afecta a que se baraje la opción de alquilar estos pisos casi inhabitables por los altos precios del resto.
Sin embargo, señalan que el turismo también ha repercutido, y mucho. “Una gran cantidad de pisos se han empezado destinar a vivienda vacacional y eso ha desequilibrado la oferta y la demanda y ha hecho que los precios suban y las calidades bajen”, aseguran.
Señalan que estos pisos existen desde hace mucho tiempo. “Hay un parque inmobiliario en Madrid y en otras grandes ciudades de viviendas construidas previo a los años 40, antes de que se aprobase algún tipo de reglamento de habitabilidad. Esas construcciones no tenían que cumplir mínimos de metros o de ventilación y catastralmente siguen siendo viviendas y todo ese parque inmobiliario está en uso”.