Ex altos cargos de Vox se han organizado para explicar cómo ha sido su experiencia dentro del partido y pedir al electorado que no se decante por esta formación política en las elecciones del 26 de mayo. Entre los motivos que denuncian, aluden a una presunta opacidad en la financiación y en los comités de dirección de la formación, a la falta de democracia interna, los vetos a medios de comunicación y a contar, a pesar de las proclamas del partido por la reducción de concejales y diputados, con un líder que ha hecho de los sueldos públicos su modo de vida.
Este jueves se han reunido en Madrid antiguos dirigentes de diferentes épocas del partido. Desde su fundación en 2014, con Antonio de la Torre, que ha asegurado que fue uno de los primeros coordinadores provinciales que hubo en la formación –él desempeñó este puesto en Córdoba–; pasando por el exvicepresidente primero en 2016, Juan Luis Jara; y el presidente provincial en Toledo el año pasado, Daniel Molina.
Cerca de una decena de antiguos miembros del partido impulsaron este mes un manifiesto en el que narraban cómo fue su experiencia mientras militaron en la formación, pedían que en los próximos comicios no se dividiese el voto del centro derecha y animaban a este electorado a decantarse por el PP de Pablo Casado. Entre ellos también se encontraban Francisco de Asís Santos, excoordinador provincial de Badajoz y Argimiro Santos, ex secretario provincial de León.
Los promotores han asegurado en una rueda de prensa celebrada este jueves que una semana después de su difusión han recabado más de un centenar de apoyos de antiguos miembros del partido. “Hemos pasado de ser un partido liberal conservador a ser un partido nacional populista. Son emperadores. No creen en la democracia. No tienen ninguna traza democrática en nada de lo que dicen”, ha comenzado reseñando Jara sobre Vox. Este exvicepresidente ha sido la persona que ha ostentado el cargo más relevante dentro de la formación entre los impulsores de este documento. Además ha asegurado que este partido es “paperless”, sin papeles, en inglés. Según ha planteado, en la formación de Abascal “no tienen actas” y “no rinden cuentas”.
También ha tomado la palabra María Concepción Farto, excoordinadora de la formación en el barrio de Chamberí (Madrid) en 2018. Esta mujer mantenía la militancia y su vinculación con el partido hasta que ha sido sancionada con un año de suspensión. La decisión le fue comunicada tras firmar este manifiesto, según informó El País.
“Mucha gente fuimos a Vox buscando la regeneración y nos encontramos la transgresión. Se transgreden todas las leyes”, ha añadido. Esta redacción ha tratado de recabar la versión de la dirección de Vox, sin haber recibido respuesta por el momento. En su intervención Farto también ha asegurado sobre la composición de las listas electorales que es “una falta de respeto” que “vayan las mismas personas a varias instituciones”. “Parece que lo que quieren es controlar el partido”, ha apuntado. Este grupo de antiguos militantes de la formación ha elaborado un decálogo de razones para “no votar a Vox”.
Entre ellas, incluyen la idea citada por Farto, recordando que hay varios casos en los que un miembro del partido ocupa puestos destacados en varios comicios. Así sucede con Javier Ortega Smith, que era el número tres por Madrid al Congreso y es el cabeza de lista al Ayuntamiento de la capital, y con su compañero Pedro Fernández, que es el número dos al Consistorio madrileño y fue el número uno por Zaragoza a las generales.
Además, esta decena de altos cargos lamenta en ese decálogo que “una vez suspendidas las primarias internas” de la formación, a las que se comprometían en su manifiesto fundacional, los candidatos escogidos para las elecciones generales sean “amigos personales, directos, con o sin talento”.
“Se rigen por el amiguismo y la endogamia”
Tanto Jara como Farto se han referido a la dirección nacional, a la que pertenecen nombres como Ortega Smith, Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros, como el “clan” de Abascal. “No existe la disensión, los principios que rigen son el amiguismo y la endogamia”, ha apuntado Farto. Otro de los puntos que han incluido para retratar al partido ha sido el “trato con los medios de comunicación”, centrado en vetos a medios críticos e incluso descalificaciones a periodistas. “Dejar a la prensa fuera es excluir a uno de los pilares de nuestra democracia: el juicio externo de la sociedad informada”, reseñan en este documento.
Sobre la relación con informadores, Farto ha llegado a asegurar que ha tenido problemas por responderles y atenderles. “Se nos prohíbe hablar con medios de comunicación y solo lo permiten si dan permiso los de arriba y si tenemos claro qué vamos a decir, aunque eso también viene dictado de arriba”, ha apuntado Farto.
En el manifiesto que lanzaron hace una semana y en el que animaban a mantener la unidad de voto del centro derecha español, lamentaban que Vox se haya convertido “en un chiringuito para mayor 'gloria' y sustento de su actual presidente, Santiago Abascal”. Reseñan que la formación está “incumpliendo sus promesas electorales”. “Proclamaron que no querían que los partidos políticos recibieran subvenciones del Estado, sin financiación pública, pero no han renunciado a un solo euro de Andalucía, ni salarios, ni ayudas directas ni a los grupos parlamentarios”, aseguran los firmantes.
Otro de los intervinientes, Antonio de la Torre, ha considerado que uno de los éxitos de este partido que él contribuyó a formar ha sido conseguir que “las vísceras se antepongan a la razón” y asegura que actualmente percibe que los afiliados del partido creen que “no hay motivo para dudar” de sus líderes nacionales.
Más allá de hacer públicas sus experiencias en la formación, este grupo de ex altos cargos anima al electorado a que apoye a Pablo Casado para combatir la dispersión del electorado de centro derecha. “Se confirmó que votar a Vox era votar a Pedro Sánchez”, apuntan para asegurar posteriormente que las propuestas programáticas de los populares “aseguran prosperidad y unidad a España”.
Este no es el primer movimiento de este tipo entre antiguos miembros de la formación. Esta semana exdirigentes del partido en Alicante y unos cuarenta exafiliados también han cargado contra la dirección actual por colocar a familiares y afines y han augurado que estas actuaciones convertirán al partido de extrema derecha “en residual” en las municipales.