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La fractura interna de Vox en la provincia de Alicante augura “un descalabro” del partido en las municipales

La crisis interna gana enteros en Vox Alicante donde unos cuarenta militantes y exafiliados, entre los que destaca los anteriores dirigentes, han firmado un manifiesto muy duro contra el partido de Santiago Abascal donde vuelven a cuestionar que la ausencia de democracia interna ha favorecido el nepotismo y que tras las elecciones municipales del 26 de mayo la formación podría pasar a ser “residual”.

Firmado por, entre otros, Carmen Gomis, exsecretaria del Comité Ejecutiva Provincial, José Fresneda, su exvicepresidente, Antonio Lorenzo, exvicesecretario de Recursos, y los coordinadores locales Alicante, Benidorm, San Vicente del Raspeig o Sant Joan d'Alacant, así como numerosos exmilitantes, sitúan el origen del problema cuando en 2018 la dirección nacional en Madrid insta a un cambio en los Estatutos, “suprimiendo las primarias” con el objetivo, señalan en la carta con el título #ConVozSinVox, de “facilitar la toma de decisiones del Comité Nacional y por extensión de los provinciales ante el enorme crecimiento de afiliados y la cercanía de una concatenación de elecciones”.

Asumen los firmantes que su “gran error” fue aceptar “de buena fe e ingenuidad” ese cambio estructural que en definitiva fue como “otorgar un cheque en blanco a unos pocos para que pudieran tomar todo tipo de decisiones” para acabar colocando “a afines como nuevos coordinadores”.

De esta manera, el adelanto electoral anunciado primero por Pedro Sánchez y después por Ximo Puig “es la mecha que prende la bomba que está a punto de estallar y hacer añicos al partido en Alicante y otras provincias de nuestra geografía”, añaden. Anteriormente, la división interna se había acentuado con la entrada en diciembre del año pasado en el Comité Ejecutivo Provincial de Alicante de Eduardo Martínez Fuster, del que este medio avanzó que ya como jefe de Campaña se le podía escuchar en un audio afirmando que Vox “no es un partido democrático ni lo va a ser” y que para que hubiese primarias “primero hace falta pasar por una dictadura y no hay más”.

Asimismo, los firmantes señalan que Fuster había sido durante años “fontanero de confianza de José Joaquín Ripoll”, expresidente provincial del PP y de la Diputación de Alicante. Entonces llegó la suspensión de la agrupación de, entre otras localidades, Benidorm cuya dirección corría a cargo de Alberto José Inés Moro. Fuster “dinamita las relaciones con los coordinadores y da pie, con sus purgas desmesuradas e injustas, la desunión, la desilusión, la desconfianza y la llegada en masa de personas a las agrupaciones para hacerse con el poder disimuladamente”, aseguran.

Otra fecha clave es el 25 de marzo de este año cuando la dirección de Abascal opta por suspender la estructura provincial de Vox, dejando fuera por lo tanto a Gomis, Fresneda y Lorenzo, entre otros, y crea una gestora presidida por Ana Vega, David García Gomis y Miguel Pascual Pérez. Todos ellos han acabado copando la lista autonómica y son ya diputados. El partido también ha pagado la lealtad de anterior presidenta provincial, Ana María Cerdán, que no quiso airear el malestar que existía, colocándola en el cuarto puesto de la lista autonómica y entrando finalmente también en Les Corts.

Gomis y Fresneda denuncian estos hechos ante la dirección nacional pero reciben “la callada por respuesta”, apuntan. “Crece la represión interna hacía nuestras personas con amenazas, imponiendo coordinadores afines para controlar y acallar cualquier atisbo de crítica”. A continuación llega el momento de elegir las personas y candidaturas de cara a las elecciones nacionales, autonómicas y municipales y de nuevo vuelve la indignación.

Listas familiares

En los candidatos elegidos para las diferentes listas aparecen numerosos familiares, hechos que ya han venido denunciando el sector crítico y que refleja la carta; “no ha primado ni el mérito, ni el currículum, ni la formación, ni la oratoria, ni la capacidad de liderazgo. Lo importante es ser hijo de, cuñado de, esposo o esposa de, amigo de y ser sumiso a los deseos y designios de la actual Gestora, aunque eso lleve a la destrucción del partido”, afirman.

Así, en Benidorm fue designado David Pérez Brígido como candidato a la alcaldía. Antes de que este medio revelara que estaba inhabilitado para ser cargo electo al pesar una condena de violencia de género, Brígido ya había colocado a su novia y madre en la lista municipal. Tras ser retirado de la candidatura, este medio también contó que el nuevo número 1, Diego Ramón del Castillo Gómez-Cambronero, había ido en la listas del partido neonazi Democracia Nacional. Sin olvidar que el candidato de Vox en Orihuela José Manuel García Escolano había subido una foto a redes sociales con una bandera franquista.

Otros casos conocidos son el de la anteriormente citada Ana Vega, cuya pareja Mario Órtola es el candidato a la alcaldía de Vox en Alicante y su padre Faustino Vega, tercero en la candidatura nacional por Alicante, ya es diputado. Posteriormente también se ha sabido que en Torrevieja copan la lista municipal del partido de extrema derecha Carolina Vigara García y Juan Carlos Ramos Gómez, un matrimonio que ha estado en el paro. En Pilar de la Horadada, más de lo mismo. El cabeza de cartel es Cristóbal Pozo Torija y Natividad Escudero Campillo, su mujer, es la número 5 de la candidatura.

“Tras la enumeración de lo ocurrido sentimos que Vox no es el partido que en su día nos ilusionó y nos hizo recuperar la esperanza de recuperar los valores pisoteados impunemente por los partidos políticos. Nos sentimos defraudados y engañados por unos líderes que nos han utilizado en beneficio propio con la excusa de la defensa de un beneficio colectivo” escriben los autores del texto.

Por todo ello, anticipan un “descalabro en las elecciones municipales próximas”. Y teniendo en cuenta que Vox no ha logrado el resultado que esperaba en la nacionales y autonómicas, el partido de extrema derecha “puede quedar reducido a un partido residual con una esperanza de vida muy corta y efímera”. En ese acaso, avasisan, “la responsabilidad recaerá en su totalidad sobre los hombros de la cúpula nacional, siendo Santiago Abascal su máximo responsable”.