España desplegará un sistema antimisiles en Estonia para reforzar la disuasión en el flanco este del territorio OTAN. Así lo ha anunciado el Ministerio de Defensa de ese país tras una reunión bilateral de Margarita Robles con su homólogo, Hanno Pevkur, en la que han convenido los detalles: el sistema estará listo en el mes de abril por un periodo de cuatro meses. “Esta es una solución a corto plazo, sin embargo, ya estamos preparando una solución más estructural. Junto a Letonia y Lituania, hicimos una propuesta en la OTAN para establecer un modelo de rotación de defensa aérea, similar a la misión de la Policía Aérea del Báltico”, ha explicado el ministro estonio.
El Gobierno español rechaza por el momento dar detalles sobre la operación más allá de afirmar en una nota de prensa que “la ministra ha garantizado que España seguiría contribuyendo a la postura de disuasión y defensa en el Flanco Este de la OTAN, si bien manteniendo flexibilidad para adaptar el despliegue de nuestras tropas allí donde la presencia española sea más efectiva para la Alianza”. En los últimos meses, España ha incrementado su participación en operaciones en el este, que es donde se ha requerido más presencia en la denominada política disuasión frente a Vladimir Putin. Así, ha incrementado el contingente en Letonia -donde duplicó el despliegue de tropas- y también ha enviado aviones de combate F18 a las operaciones en marcha.
El acuerdo se ha dado a conocer después de un encuentro bilateral mantenido tras la reunión de ministros de Defensa en Bruselas, donde Robles ha asegurado que el envío de tanques a Ucrania tendrá “una finalidad claramente defensiva”. Hasta ahora, el ala socialista del Gobierno había asegurado que el material que enviaba a la guerra era meramente humanitario o defensivo, ante las grietas que abre en la coalición y con el resto de socios, pero los aliados han decidido dar un paso más con el envío de carros de combate, que es armamento pesado. Y con ellos, España también ha dado ese paso, pero la responsable de los ejércitos sostiene que el único objetivo es proteger al “pueblo ucraniano, que está siendo vilmente atacado”.
Robles se ha pronunciado así a su llegada a la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, a la que ha precedido un encuentro con el grupo que coordina la ayuda a Ucrania, que no sale directamente de la alianza atlántica, por mucho que esta la promueve y aplaude. Lo que no han desvelado todavía los aliados es cuántos tanques enviarán al campo de batalla. Tampoco la ministra española ha querido revelar cuántos Leopard 2A4 hará llegar al ejército ucraniano. El coordinador de ese grupo, el secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin, que ha defendido la necesidad de enviar a Ucrania todas las “capacidades” posibles, ha enumerado que un total de once países (EEUU, Alemania, Reino Unido, Canadá, España, Portugal, Polonia, Países Bajos, Noruega, Dinamarca y República Checa) enviarán tanques, aunque tras la reunión de coordinación tampoco ha hablado de una cifra concreta.
Entrenamiento a medio centenar de soldados para los tanques
España cuenta con medio centenar de este tipo de carros de combate -también tiene 2A6, que son más modernos, pero que se no se enviarán porque servirán para la protección nacional, según ha explicado la ministra-. No obstante, Robles ha advertido de que no todos los 2A4 podrán ser enviados dado que algunos están en una situación “lamentable” porque estaban en desuso. Por ahora ha comenzado el proceso de reparación y la estimación es que lleguen a Ucrania a finales de marzo o comienzos de abril.
Lo que sí ha asegurado es que en los próximos días llegarán soldados ucranianos a la base de Zaragoza para recibir formación tanto en el uso de los carros de combate como en su proceso de mantenimiento y reparación. Serán unas cincuenta personas que se suman a los cerca de 260 que ya participan en procesos de instrucción en suelo español. La UE ha puesto en marcha una misión de entrenamiento con la que pretende llegar a un total de 30.000 soldados ucranianos.
España, por el contrario, no enviará bajo ningún concepto aviones de combate. La razón es que no dispone de los F16, que son los que reclama Volodímir Zelenski. “Ucrania ha pedido aviones que España no tiene; en ese ámbito España no puede ayudar”, ha declarado Robles.
Más allá de la coordinación para el envío de los tanques, ese es el debate que están teniendo ahora mismo los aliados. El presidente ucraniano presionó la semana pasada durante su mini-gira europea para que le hagan llegar cazas y el tabú ha desaparecido, pero no hay una decisión tomada al respecto dado que genera recelos en los aliados -entre ellos EEUU- por que pueda interpretarse como una escalada en el conflicto con una potencia nuclear.
Pero no solo Zelenski ejerció la presión sino que el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, que ha participado de manera presencial en la reunión con sus homólogos en Bruselas, ha llegado con un pañuelo con el estampado de cazas. ¿De dónde llegarán? “Del cielo”, ha bromeado.
No obstante, la intención de los aliados no era cerrar una posición sobre el envío de aviones en esta reunión. “No estamos en esa fase”, afirman fuentes aliadas. Pero la puerta no está ni mucho menos cerrada y el propio secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, bendijo esa posibilidad al defender que se abriera un “proceso de consultas”: “El apoyo a Ucrania ha evolucionado como la guerra ha evolucionado”, expresó para justificar el viraje respecto al rechazo inicial.