Marta Martín (Alicante, 1972) es diputada de Ciudadanos por Alicante, portavoz adjunta de su grupo parlamentario en el Congreso, y portavoz en la Comisión de Educación. Desde el pasado mes de febrero está enfrascada en los trabajos de la subcomisión que hay abierta en la Cámara baja en busca de un Pacto de Estado por la Educación.
La diputada recibe a eldiario.es en su despacho del Congreso, poco después de que el Pleno haya dado el visto bueno a que se amplíen seis meses más las comparecencias y los trabajos de la ponencia, algo que la portavoz de Ciudadanos dice no importarle con tal de que al final se logre el ansiado consenso.
“La situación de la Educación es muy triste y el no alcanzar el Pacto tiene un coste del que tendrán que responder y responsabilizarse aquellas fuerzas políticas que en un momento dado no apuesten por llegar a este acuerdo”, advierte.
¿Por qué se ha tenido que ampliar hasta finales de año el plazo de la subcomisión sobre el Pacto educativo? ¿No son suficientes seis meses de trabajo y más de 80 comparecencias?
El alargamiento se debe a que aunque hemos trabajado intensamente no ha dado tiempo a escuchar a todo el mundo que tenía que venir. Es una subcomisión con más número de comparecientes de las que se han montado en el Congreso —creo que han sido 82—, y esto ha hecho que los trabajos se haya alargado. Y ahora hay peticiones de 60 comparecientes más, a los que probablemente no se pueda recibir a todos por mucho carácter dialogante que tengamos. Pero al final hay que poner unos plazos.
No solo hay una subcomisión en el Congreso, sino también una ponencia en el Senado, y, por otro lado, está la Conferencia Sectorial, el Consejo Escolar del Estado y la unión de los Consejos Escolares autonómicos con sus propuestas. ¿No son demasiados foros a poner de acuerdo?
Es verdad que ha habido ahí un juego un poco complejo de intentar abrir distintas mesas y foros paralelos que al fin y al cabo lo que tiene que hacer es derivar las distintas conclusiones a la subcomisión para que elaboremos un informe. Yo creo que hubiera sido más racional centrar todos los esfuerzos únicamente en esta subcomisión que pedir una mesa en el Senado, en los consejos escolares, o abrir la mesa sectorial. Pero el trabajo que se va a hacer en el Congreso no se va a ver dilatado por otros foros porque al final nos tendrán que derivar todas las conclusiones y será luego el Gobierno el que tendrá que elaborar una ley de bases.
¿Ha habido durante estos meses muchos enfrentamientos políticos?
Lo cierto es que hasta ahora la verdad es que no. También nos estamos esforzando algunas fuerzas políticas en centrar y enfocar las cuestiones de aquello que nos une más que de lo que nos separa con la esperanza de que así siga siendo. La situación de la Educación es muy triste y el no alcanzar el Pacto tiene un coste del que tendrán que responder y responsabilizarse aquellas fuerzas políticas que en un momento dado no apuesten por llegar a este acuerdo.
¿La aplicación de la Lomce en unas comunidades sí y en otras no está lastrando la consecución del pacto?
Yo creo que no. Nosotros, y eso fue uno de los compromisos de la investidura, conseguimos paralizar la aplicación de la Lomce en aquellos aspectos que no estuvieran en vigor hasta que se llegara a una nueva ley de bases. Ahora mismo la Lomce ya está paralizada y lo que tenemos que hacer es llegar a un acuerdo para poder derogarla. A mí me hace mucha gracia aquellos partidos que dicen querer la derogación de la Lomce y luego están poniendo pegas en la subcomisión para la consecución del pacto. Hay que dejar bien claro a la opinión pública que no llegar a un acuerdo en seno de la subcomisión supone estar apoyando la Lomce y esto hay que decirlo bien claro y bien alto.
¿Qué papel está jugando el ministro Íñigo Méndez de Vigo?
Absolutamente ninguno. La separación de poderes tiene que seguir existiendo en el ámbito de la educación pero eso no exime de responsabilidades de seguir haciendo los deberes al Ejecutivo. No podemos estar ante un vacío de poder porque se tiene que seguir elaborando asuntos que no pueden esperar. Nosotros estamos siendo muy críticos con la labor del Gobierno.
¿Y está influyendo o entorpeciendo en los trabajos de la subcomisión la situación que se vive en Catalunya?
Hasta ahora, no. Tengo que recordar que ERC se ha apuntado a esta subcomisión. No sé si ahora decidirá hacer algo diferente pero hasta ahora no. Yo tengo la esperanza de que estas cuestiones del independentismo no nos alejen de las cuestiones esenciales que tienen que ver con la mejora educativa. Ahora bien, también es cierto que la educación ha sido una herramienta utilizada por el nacionalismo para diseminar e imponer sus ideas y frente a eso Ciudadanos va a estar firme.
Uno de los puntos en donde parece que surgen más discrepancias y enfrentamientos es en la defensa de la enseñanza pública frente a la concertada y su financiación. ¿Qué postura mantiene Ciudadanos?
Yo creo que esa es una estratagema que algunos utilizan cuando no se quiere llegar realmente a un pacto por la educación. En Ciudadanos defendemos la educación pública de calidad pero entendemos que la educación concertada es un servicio de interés público que se puede prestar, o bien a través de una red pública, o bien a través de un concierto con determinados colegios.
Hay cuestiones que abordar en el pacto con relación al tema de los conciertos y en relación a cómo se manejan ambas redes, pero hasta ahora esa connivencia entre las dos redes no había supuesto ningún conflicto. Ese es un conflicto cuando determinadas fuerzas, como el PP en determinadas Comunidades, dejan de lado la educación pública y dejan de lado la pelea por la calidad de la educación pública. Y es un conflicto también en otras comunidades que están haciendo ahora mismo todo lo contrario, como es dejar absolutamente desamparados a determinados conciertos educativos que están dando un servicio público importante.
¿El Estado no debería dejar de financiar a los centros que segreguen por sexos?
El Estado lo que tiene que hacer es cumplir la legalidad y ahora mismo el Tribunal Constitucional ha dictaminado que esa financiación, de acuerdo con las leyes imperantes, es legal y es necesaria. Pero no es que sea nuestra opción. La apuesta de Ciudadanos no es esa educación diferenciada. Creemos que en el momento en el que se modifique la ley a partir de este Pacto por la Educación, si eso deja de estar contemplado como algo constitucional o como algo dentro de la legalidad pues deberá dejarse de financiar. El problema educativo de este país no es la financiación de la educación diferenciada.
¿Segregar por sexos no es fomentar la discriminación?
Nosotros no hablamos de educación segregada, hablamos de educación diferenciada y creemos que es una de las opciones que hay ahora mismo y que, insisto, esa financiación ha sido declarada como legal. Aunque yo como madre no es la opción que quiero para mis hijos ni la que plantea mi partido. Nosotros no somos partidarios de la educación diferenciada pero si somos partidarios de cumplir la legalidad y no creemos que haya que quitar en estos momentos el tema de los conciertos después de las últimas resoluciones judiciales.
Yo creo que el problema del desequilibrio de los conciertos y de la financiación de la red pública es que no se ha hecho un estudio ni se ha abordado de manera técnica el coste del puesto escolar ni se ha exigido la financiación suficiente para que haya un verdadera igualdad entre todos los niños para que aquellas familias sin recursos no se vean excluidas.
Otro de los conflictos es si la Religión en una asignatura evaluable. ¿Lo lógico no es que dejara de serlo?
No creo que ese sea un aspecto controvertido, sino que es un aspecto que se quiere sacar precisamente cuando no se quiere llegar al pacto educativo. Nuestra postura, al igual que la de los conciertos, es en estos momentos respetar la legalidad vigente. Y hay unos convenios firmados en el ámbito de la política internacional, que son los convenios con el Vaticano, que hoy por hoy hay que respetarlos.
Ahora bien, si por nosotros fuera, la Religión sería incluida en el currículo pero como historias de las religiones. Sería una asignatura que tendría que estar incluida pero no catequéticamente sino de una manera cognitiva. Pero, insisto, su exclusión hoy por hoy no es posible porque tenemos convenios firmados no solo con el Vaticano sino también con otras confesiones religiosas.
¿No les parece mejor la propuesta del PSOE de recuperar Educación para la Ciudadanía?
Nosotros no nos vamos a pelear por el concepto del nombre, si hay que llamarle Educación para la Ciudadanía o Educación en valores. Pero sí que somos partidarios de que haya contenidos que tengan que ver con valores cívicos y democráticos y con un conjunto de cuestiones que cualquier persona en una sociedad democráticamente avanzada tiene que conocer y le tienen que enseñar en la escuela.
El debate que mantienen históricamente con esto el PP y el PSOE creo que es reproducir un modelo de politización de la Educación en el que nosotros no vamos a entrar. No vamos a entrar en el nombre.
Una cosa es adoctrinar y otra educar en valores. ¿Usted cree que Educación para la Ciudadanía es una asignatura que busca adoctrinar, como dice el PP?
Dependen de los contenidos explícitos que se impongan. No tanto el qué como el cómo es lo que adoctrina. Por ejemplo, enseñar a los niños en la igualdad no es un adoctrinamiento, el problema es si eso se utiliza luego torticeramente para hacer llegar determinadas ideologías para confrontar a la gente.
¿No está haciendo eso el PP con la religión ahora mismo?
Yo creo que una cosa son los valores democráticos y otra cosa los valores confesionales, que son aparte. No creo que tenga nada que ver la educación de la religión con la educación para la ciudadanía. Podemos cambiar el nombre simplemente cambiándole la etiqueta y valorando qué es lo que tenemos que trasmitir a nuestros niños y niñas se evitarían muchos de los conflictos que se enarbolan como banderas.
Insisto, creo que hay fuerzas políticas que lo que quieren es romper el pacto. Si se sigue con eso de si uno está con la educación para la ciudadanía o con la religión, o con la pública o la concertada, al final lo que está diciendo es “oiga, me quiero borrar pero no quiero decirlo abiertamente”.
¿Se refiere a Unidos Podemos?
No, no me refiero a Podemos. Sin embargo, ya que lo menciona, también considero importante recordar que Podemos nunca ha apoyado la creación de la subcomisión. Nunca. De hecho ni siquiera votaron a favor.
¿A quién se refiere entonces?
Las últimas iniciativas registradas por el PSOE nos sorprenden cuanto menos, lo hacen fuera del pacto, de forma unilateral y no hablan de fracaso escolar, ni de abandono, ni de igualdad, ni de calidad. No hablan de problemas urgentes sobre los que podemos ponernos de acuerdo con criterios técnicos, sino de las cuestiones de creencia o ideología, que nos han llevado a los problemas del sistema educativo. Tendrán que explicar a qué intereses responde este cambio de actitud que no hace más que retrasar la posibilidad real de cambiar la Lomce.
¿Qué está fallando en el sistema para que el machismo y acoso escolar sigan creciendo?
Están fallando muchísimas cosas. Una de ellas que no se ponen en marcha los compromisos que el Gobierno del PP adquirió, entre ellos, poner en marcha el Observatorio para la Convivencia Escolar y una serie de políticas públicas para intentar atajar un problema realmente complejo y que no se puede solucionar de la noche a la mañana.
Están fallando también otras cuestiones relacionadas, por ejemplo, con el entorno cultural. Simplemente el hecho del cambio de los horarios escolares hacen que en muchas ocasiones que determinados sectores de la población, especialmente más desfavorecidos por los recursos educativos, los niños pasan a estar muchísimas horas solos, sin acompañamiento y sin supervisión. Yo creo que el abordaje del acoso escolar tiene que ser multidisciplinar, que el ámbito escolar es uno de los muchos que se tiene que tocar pero no el único. Y si el PP ha puesto en marcha el teléfono contra el acoso escolar es porque nosotros así se lo hemos exigido.
Hay un Plan Estratégico de Convivencia Escolar para combatir esa violencia en los centros.
Sí, que lo tienen guardado en el cajón a pesar de que les hemos pedido reiteradamente que lo pongan en marcha.
Precisamente, la falta de recursos y de inversión en Educación es cada vez más preocupante, sigue disminuyendo, según han denunciado los sindicatos.
Sí, pero aquí hay dos cosas. Es cierto que hay que hacer una mayor y mejor inversión porque es una cuestión de cantidad pero también de eficiencia, de utilizar los recursos eficientemente. En Educación, el Gobierno central maneja el 5% del Presupuesto. El 95% restante que se invierte o se debe invertir está en manos de la CCAA. Por tanto, sí a una mejor financiación y sí a una exigencia de un compromiso real, pero no solo del Gobierno central del PP sino también de todas las CCAA que van a tener un aumento de techo de gasto bastante importante con los Presupuestos que negociamos nosotros. Y tendrán que comprometerse públicamente que ese dinero que no tiene carácter finalista lo van a invertir en Educación y no en abrir embajadas ni en hacer shows independentistas como están haciendo en algunas comunidades.
También acaban de conocerse cifras alarmantes sobre el abandono y el fracaso escolar.
Ese es el problema, y el que a nosotros nos preocupa en primer lugar. El abandono escolar en este país está por encima de las cifras de la OCDE y aunque ha disminuido algo, todavía nos queda mucho camino por recorrer. Pero hay que contar que la generación de la LOGSE, de los chicos y chicas que tiene ahora entre 25 y 35 años, es la que menos ha terminado sus estudios y la que más abandono escolar ha tenido.
Una pregunta fuera del ámbito del Pacto. ¿Eliminaría los deberes en primaria?
No. Pero es un debate que se tiene que abrir y racionalizar para adaptarlo al niño y a los planes de formación. Yo creo que el debate de 'deberes sí o deberes no' es un debate maniqueo y político. El debate es que los deberes consigan mejorar el nivel de conocimiento de los niños y esto se tiene que debatir en los Consejos Pedagógicos de las escuelas y trabajar y adaptar también en función de la edad y de los conocimientos que tengan los niños. Es un asunto que hay que hablarlo.
Dígame, si hay algún partido que se queda fuera, ¿habrá Pacto o no?
Si algún partido se queda fuera ya no será entonces un pacto de Estado será otro tipo de pacto. Pero ya le adelanto que Ciudadanos no va ser ese partido que se quede fuera. Sé que no va a ser fácil pero si hay algo que queremos es dejar en herencia una buena educación para este país. Por eso pelearemos para que de los tres que lo hemos pedido, PP, PSOE y Cs, ninguno se quede fuera.