La candidata de Más Madrid a las elecciones del 4M es médica de profesión. Anestesista del Hospital 12 de Octubre, para más señas. Ningún otro aspirante a ocupar la Puerta del Sol ha vivido en primera línea de batalla la lucha contra el COVID-19 como Mónica García (Madrid, 1974). De ahí que cuando habla de la Sanidad pública, de las UCI, de los rastreos, de la atención primaria, de las vacunas y de cómo Isabel Díaz Ayuso ha gestionado esta crisis, lo haga desde la experiencia vivida y desde la autoridad que le confieren las horas de hospital que compatibiliza con su actividad política.
Ha sido, sin duda, la cara más visible y la voz más audible de la oposición a la coalición de gobierno que la presidenta autonómica rompió unilateralmente el día que PSOE y Ciudadanos anunciaron una moción de censura en Murcia. De momento, según las encuestas, es la única que crece de los aspirantes del bloque de la izquierda en esta campaña en la que, sin duda, está en juego mucho más que el próximo inquilino de la Puerta del Sol. “Les vamos a demostrar que Madrid es mucho más que su desprecio por el prójimo”, advierte desafiante unas horas después de que junto a Ángel Gabilondo y siguiendo la estela de Pablo Iglesias, abandonase el estudio de la Cadena SER donde se celebraba el segundo debate de campaña. El motivo: la provocación constante y la negativa de la ultraderechista Rocío Monasterio a condenar las amenazas de muerte recibidas por el secretario general del Unidas Podemos.
En conversación con elDiario.es, que tuvo que ser actualizada tras el incidente con la candidata de Vox, García asegura sentirse como mujer progresista muy orgullosa del talante ofrecido por el bloque de la izquierda en su conjunto: “Ya dijimos que para multiplicar los votos era necesario estar más pendientes de los de enfrente que de los de al lado”.
“Por lo que de verdad importa” es su lema de campaña. ¿Qué cree que les importa a los madrileños, más allá de acabar con esta pandemia?
Creo que les importa que la política se ocupe de las cosas cotidianas, de las cosas que realmente les duelen, lo que vivimos diariamente: si llamas a tu centro de salud y te dan cita para dentro de dos días o para dentro de 15; si tus hijos e hijas van a tener una ratio o un número de niños por cada profe, si tus mayores van a estar bien cuidados. Todas estas cosas que la pandemia ha destapado y ha puesto encima de la mesa. Nos hemos dado cuenta de lo vulnerables que somos y de lo que de verdad importa. Al final es el cuidado de lo común y el cuidado de los nuestros.
¿Cuánto hace que la política en Madrid dejó de ocuparse de los problemas de los ciudadanos?
Hace mucho. Yo creo que hemos tenido gobiernos que han estado centrados básicamente en otros intereses, en intereses particulares y partidistas. Creo que hay regueros de titulares y regueros de sumarios de corrupción que así lo avalan. Y creo que ese divorcio de la política con la vida real no solo ha hecho daño a los madrileños y madrileñas en su futuro, sino también a la propia política: a la propia percepción de que la política puede hacer algo por ti cuando más lo necesitas.
¿Y qué nos hemos perdido los ciudadanos de Madrid para que Ayuso haya pasado en tan solo dos años de ser una presidenta prácticamente por accidente a ser la Juana de Arco de la hostelería o la líder indiscutible de la derecha española?
La señora Ayuso ha sabido conjugar varias cosas. Una, el ser la candidata de varios partidos a la vez. De Ciudadanos, ahora que lo ha asimilado o succionado, y de parte de Vox. Ella misma en las anteriores elecciones decía que no entendía qué proponía Vox porque el Partido Popular ya había hecho todas las propuestas que ofrece Vox. Por otro lado, 25 años de gobierno y de poder le han dado una base por la cual utiliza las instituciones en su propio beneficio. Es lo que lleva haciendo la señora Ayuso desde que empezó la legislatura. Para nosotros, por ejemplo, el Zendal es un acto de campaña, no es otra cosa. No estaba pensado para los pacientes, no estaba pensado para los profesionales. Estaba pensado para su propio beneficio. Y entra dentro de un acto de campaña. Estas son las ventajas con las que parte. Y, luego, haber hecho también de la política, en plena pandemia, una herramienta de confrontación que entronca con este tipo de política populista de Trump o Bolsonaro con la que es muy difícil ensalzar la política de lo que de verdad importa
¿En qué medida ha contribuido Pedro Sánchez a agrandar el volumen político de Ayuso bajando a la arena madrileña a confrontar directamente con ella?
Nosotros, que hemos estado en la Asamblea de Madrid estos dos años, sabemos que no ha habido ni un solo pleno, ni una sola interpelación que le hayamos hecho directa a la señora Ayuso sobre los madrileños y las madrileñas en las que no apareciera el factor Sánchez. Es decir, que yo creo que ha sido la señora Ayuso la que ha estado todo el rato reclamando la atención, intentando quitarle su puesto o su papel al señor Casado y hacer de la política regional un enfrentamiento nacional y casi épico. Y Sánchez, pues, algunas veces ha respondido y otras veces, no.
"La visita de Sánchez a Sol no fue muy acertada"
¿La visita a la Puerta del Sol de Sánchez en aquella cumbre bilateral no contribuyó a la consolidación de un referente nacional?
Yo creo que no fue muy acertada por el momento de pandemia en el que estábamos. Básicamente reclamábamos en la Comunidad de Madrid que nos ayudaran desde el Gobierno central a salir de una situación en la que nos estaba metiendo el Gobierno de la señora Ayuso. Pero, independientemente de ello, creo que es el Gobierno del PP el que ha tenido la mayor responsabilidad de todas las competencias y el que ha hecho en plena pandemia una política de espectáculo en vez de una política pegada a los problemas reales que estábamos viviendo y a los miedos que estábamos teniendo los madrileños y madrileñas.
Cuando Ayuso despierte el 5 de mayo, ¿Pedro Sánchez seguirá ahí o cree que el resultado de Madrid puede revolver el tablero nacional y precipitar unas elecciones generales?
Nosotros estamos bastante centrados en Madrid. Yo entiendo que haya otras formaciones políticas que entiendan Madrid como parte de un tablero nacional o como parte de otras estrategias a nivel nacional. El otro día oímos al señor Iceta decir que si gana Ayuso en Madrid, sería la pérdida del proyecto de Casado. Nosotros no contemplamos Madrid como un cromo que se puede intercambiar o como parte de una ecuación que pertenece a otras ecuaciones. Nosotros estamos centrados en Madrid, en la situación de Madrid, en la gravedad de la situación política, de la situación social y económica. Y los que hagan otras quimeras, otras quinielas, pues ellos sabrán.
Usted se plantó ante Pablo Iglesias cuando intentó una coalición con Más Madrid y unas primarias para elegir cabeza de lista. ¿Habría hecho lo mismo si Íñigo Errejón le hubiera pedido encabezar su candidatura?
Es que a Iñigo Errejón no se le hubiera ocurrido. Creo que básicamente nosotros tenemos claro que llevamos siendo la oposición en la Comunidad de Madrid a la señora Ayuso y llevamos haciendo un trabajo que es cotidiano, que es cercano, que es del día a día, de los barrios, de conocer la Comunidad de Madrid y básicamente es lo que reivindiqué. Reivindiqué ese trabajo de oposición y de hormiguita que llevamos haciendo desde Madrid y que además es consensuado por todos. Somos muy respetuosos entre nosotros.
¿El 'efecto Iglesias' ha podido movilizar más a la derecha que a la izquierda?
La derecha en Madrid está ya bastante movilizada. No sé cuál es el efecto. Es muy difícil cuantificar cuánto más se ha movilizado. Han salido varios artículos sobre cuáles son las motivaciones de la movilización de la derecha, de ese 30% de los barrios que viven de manera más holgada y que se presupone que tienen que conservar unos privilegios. Ellos son los que más se movilizan y más participan porque de alguna manera tienen que defender estos privilegios. Y aquellos barrios que tienen más dificultades son los que más se han desapegado de la política. Bueno, pues son los que tienen una diferencia de participación más grande, con lo cual yo creo que lo que tenemos que hacer en la Comunidad de Madrid es movilizar a todas aquellas personas que quieren un gobierno decente, que seguramente se hayan sentido huérfanas de la política, pero que necesitan la política para su vida cotidiana y para mejorar su futuro.
¿En qué se distingue su candidatura de la de Unidas Podemos, más allá de haber estado en primera línea de batalla durante la pandemia y hacer una oposición reconocible para muchos ciudadanos?
Creo que nosotros hemos sido los más contundentes en la oposición, pero también hemos planteado una alternativa. Más Madrid es una formación madrileña que vive por y para los madrileños. Quiero decir, como decíamos antes, no intercambiamos Madrid con ningún otro cromo y creo que representamos esa política verde que va más allá del clima y del medio ambiente, y se ocupa de lo cotidiano, de lo real, de lo tangible. Y que planteamos una manera de hacer política que está más en consonancia con los problemas del siglo XXI y con los problemas del futuro. Hemos planteado, por ejemplo, el tema de la salud mental, el tema de las 32 horas de la jornada laboral. Queremos hacer de la fuerza verde que somos –atravesada por el feminismo y por la justicia social– una plataforma que esté más enlazada con el siglo XXI.
¿El debate televisado ha activado a la izquierda?
Sí, sin duda. El electorado progresista ha podido ver cómo nos hemos centrado en lo importante, cómo hemos hablado de los problemas de su vida cotidiana. Además como mujer progresista me siento muy orgullosa del talante ofrecido por el bloque en su conjunto. Ya dijimos que para multiplicar los votos era necesario estar más pendientes de los de enfrente que de los de al lado.
No compartir espacio mediático con la ultraderecha
¿Lo ocurrido en el debate de la Cadena SER es consecuencia de la banalización del discurso del odio? ¿Se volverá a sentar con la candidata de Vox en un plató?
A día de hoy no se dan las condiciones democráticas mínimas para compartir ningún espacio mediático con la ultraderecha. La escalada de odio e intolerancia tiene unos autores materiales: la ultraderecha que se ahoga en las encuestas. Y unos autores intelectuales: Ayuso y su abierta voluntad de compartir el Consejo de Gobierno con Vox. La estrategia era clara: convocar elecciones y confiar en la desmovilización de la izquierda. Pero les vamos a demostrar que Madrid es mucho más que su desprecio por el prójimo.
¿En qué ha mentido Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia?
Me costaría decir en qué ha dicho la verdad. Básicamente nos ha tratado como a niños pequeños, como si fuéramos una sociedad inmadura, que no está preparada para asumir responsabilidades ni las malas noticias que nos ha ido dando la pandemia. Ha mentido desde el minuto uno sobre los recursos sanitarios que teníamos y que hemos tenido, sobre cuál era la evolución de la pandemia, sobre las medidas que estaba tomando. Nosotros siempre decimos que en la Comunidad Madrid podemos saltar de promesa incumplida a promesa incumplida y atravesar toda la región. Sigue mintiendo cuando habla de la situación de la Sanidad. Sigue mintiendo cuando habla de que ha sido la adalid de la hostelería mientras ha dado cero ayudas. En definitiva, creo que cuando vienes a la política te puedes traer muchas herramientas. Te puedes traer el rigor científico o te puedes traer la vocación de servicio público. Y luego hay una herramienta que es la que utilizan sistemáticamente la señora Ayuso y el Partido Popular, que es la mentira y los bulos. ¿Funcionan? Hay una parte en la que funcionan. Pero yo creo que eso deteriora nuestro sistema político y deteriora el futuro de nuestra sociedad.
¿Ha falseado los datos la Comunidad de Madrid durante el año y medio de pandemia?
La Comunidad de Madrid ha ido dando los datos en diferido. Esto es un hecho constatable desde el minuto uno. Yo, que he intentado seguir la pandemia a través de los datos oficiales y supongo que los periodistas también, os he oído muchas veces quejaros de la falta de transparencia y la falta de fuentes. Por ejemplo, la mayoría de las peticiones de información oficiales que hemos hecho en la Asamblea de Madrid han tenido una respuesta absolutamente vergonzosa, deplorable. Por ejemplo, pedí al principio de la pandemia número de fallecidos por franja etaria por los diferentes hospitales y me contestaban: no, no tenemos esa información. ¿No la tienen ustedes de verdad? ¿No tienen la información de cuánta gente ha fallecido en cada hospital por franja etaria? Y así con todo. Ha sido una vergüenza. La hemos denunciado, la hemos llevado al Consejo de Transparencia… Para mí me es más fácil informarme a través de organizaciones profesionales que han hecho sus propias estadísticas sobre la evolución de la pandemia en Madrid que a través de datos oficiales.
"Esto no iba de elegir entre salud y economía, sino de ayudar a la economía mientras salíamos de la UCI"
De lo que no parece que haya duda es de que la Comunidad de Madrid ha tenido la tasa más alta de fallecidos de toda España. ¿Habría que haber cerrado la hostelería en estos meses como han hecho otras autonomías y otros países?
Yo le daría la vuelta a la pregunta sabiendo que la tasa es la más alta: ¿Cuánto nos hubiéramos ahorrado si nos hubiéramos tomado en serio la pandemia? ¿Cuánto nos hubiéramos ahorrado si hubiéramos dado ayudas realmente a la hostelería en el momento en que lo necesitaba? El otro día oía a un hostelero español, pero que estaba en Londres, decir que allí no querían abrir sus establecimientos hasta que la situación no fuese segura. Y es que estoy convencida de que los hosteleros también han pasado miedo, tienen familias y han tenido gente ingresada. De hecho, uno de cada 63 madrileños ha ingresado en un hospital con el miedo y con las complicaciones que ello conlleva. Bueno, pues el hostelero este de Londres decía: nosotros éramos unánimes al pedir que, por favor, que cuando se abriera fuese en condiciones de seguridad. ¿Por qué? Pues porque habían tenido todas las ayudas y habían podido mantenerse a través de ellas. Esto no era una cuestión de elegir entre salud y economía, esto era una cuestión de ayudar a la economía mientras salíamos de la UCI.
¿La oposición sabe a qué ha destinado la Comunidad de Madrid la parte que le correspondió de los 16.000 millones del fondo no reembolsable que distribuyó el Gobierno de España entre las Autonomías?
Hemos sido incapaces. Y si los periodistas y la oposición hemos sido incapaces es que aquí hay un dinero que no sabemos dónde ha ido. De hecho, uno de los enfrentamientos que yo he tenido con el señor Lasquetty, fue por pedirle la rendición de cuentas de dónde habían ido los fondos COVID. Sus propios datos no casaban con sus propias cifras. Nos decía que había contratado X sanitarios y luego la cifra que nos daba no encajaba. Y básicamente, una de las cosas que nosotros ponemos encima de la mesa es una auditoría COVID para saber dónde ha ido el dinero que debería haber ido para paliar la pandemia y para paliar la situación de extrema gravedad económica y social de la Comunidad de Madrid, que no sabemos dónde está. Siempre que hay opacidad es porque hay algo que no quieres enseñar. Esto es así porque si tú estás orgulloso de haber ayudado a las pymes, a los comerciantes, a la hostelería... Y si estás orgulloso de haber reforzado la atención primaria, la Sanidad pública, los coles, etcétera, lo enseñas. Si no lo enseñas es por algo.
¿Cuando Ayuso dice que quienes integran las colas del hambre son unos mantenidos subvencionados es un lapsus de campaña o es un pensamiento profundo?
Creo que es un pensamiento profundo. Esa frase no se le escapa a nadie que tenga un mínimo de decencia y que sea buena gente. Y no es una mala interpretación que hayamos hecho, como le he oído a la señora Ayuso decir. Dijo claramente que eran unos mantenidos y unos subvencionados los de la cola del hambre. A la política hay que venir con empatía y hay que venir con humanidad. Y creo que la ausencia de estas dos cualidades es muy peligrosa en una presidenta, esperemos que pronto expresidenta de la Comunidad.
¿Se arrepiente de no haber presentado la moción de censura antes de que Ayuso disolviera la Asamblea de Madrid?
La llevábamos impulsando desde hacía meses. Habíamos propuesto y habíamos hablado con el resto de fuerzas políticas, con Podemos y el Partido Socialista, a través de una mesa de emergencia regional, porque considerábamos que la Comunidad de Madrid estaba en una situación de urgencia y de emergencia. Pero básicamente dependía de los números y lamentablemente de que Ciudadanos se pusiera más a mirar por los madrileños que a mirar por sus sillones. Ciudadanos nunca hubiera roto el Gobierno de la Comunidad de Madrid, pero nosotros hicimos todo el trabajo que era imprescindible en ese momento para empujar a cambiarlo. Y ahora, pues la señora Ayuso nos ha dado una oportunidad, ¿no? Igual podemos incluso aprovecharla.
Si Más Madrid, como dicen todos los sondeos, quedara por delante de Unidas Podemos el próximo 4 de mayo, ¿qué lección debería aprender Pablo Iglesias?
Nosotros aquí tampoco estamos para dar lecciones, sino para hacer la política que nos gusta y en ese camino hemos estado desde el minuto uno. Y creo que al final la gente avala esa manera de hacer política. La pandemia nos ha puesto a prueba a todos, ha socializado la vulnerabilidad y ha socializado que los problemas comunes solo se resuelven de manera común. O nos salvamos todos o no se salva nadie. Y creo que Más Madrid ha sabido entender ese mensaje y también entender perfectamente para lo que estamos aquí.
¿En este Madrid hay futuro para los jóvenes?
Pues yo creo que no, claramente. La señora Ayuso decía el otro día algo así como que era muy difícil vivir aquí porque los precios estaban por las nubes y que es muy difícil pagarse una vivienda y todo esto. ¡Pero qué maravilloso y apasionante es irse de cañas! Yo soy un joven que tengo que destinar un 80% de mi sueldo a tener una vivienda para poder emanciparme; que no tengo ninguna perspectiva sobre cuál va a ser realmente mi futuro laboral porque tengo la precariedad siempre instalada en la espalda; que la posibilidad de crear una familia es casi un reto como las doce pruebas de Astérix y que no hay absolutamente ninguna perspectiva de futuro. ¡Hombre, pues mira, igual no tengo muchas ganas de tomar una caña!
¿Qué solución ofrece Más Madrid para los precios de la vivienda en la región?
Dado que las competencias de la regulación de los precios son estatales, creo que sí que se puede incidir en el mercado del alquiler. ¿Cómo? A través de la regulación de los pisos turísticos, a través de la movilización de la vivienda vacía, a través de la movilización de la vivienda social, recuperando las 3000 viviendas que se han dejado en manos de fondos buitre… Y dejando de concebir un Gobierno como si fuera una inmobiliaria. Los que tenemos problemas en la Comunidad de Madrid somos los inquilinos, no los propietarios. Y en este sentido nosotros ponemos encima de la mesa también una ley de vivienda para poder solucionar todos estos problemas, que son problemas de primer orden. Mira, en el informe de FOESA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), que me lo estaba repasando el otro día, se dice que los tres factores por los cuales alguien se aboca a la exclusión social eran la Vivienda, el Empleo y la Sanidad. Justo las tres cosas que claramente a lo largo de estos años del Partido Popular y por supuesto a lo largo de la pandemia, han sido machacadas totalmente
¿A favor o en contra de que decaiga el próximo día 9 el estado de alarma?
El estado de alarma es una herramienta jurídica. Creo que el Gobierno central tiene que dar alguna alternativa, ya sea a través del estado de alarma o a través de una modificación de la Ley de Salud Pública. Independientemente de esto en la Comunidad Madrid, con y sin estado de alarma, las medidas han sido homeopáticas. Quiero decir que hay muchas otras medidas que adoptar, aparte del cierre perimetral y del toque de queda, como por ejemplo el refuerzo de la atención primaria, el control de los aforos, el registro de los rastreos porque tenemos una Comunidad en la que no sabemos dónde se han producido el 85% los contagios. Y esto tiene que ver con una especie de ¡viva la virgen del virus! El virus campaba a sus anchas por la Comunidad de Madrid, como si no estuviéramos en una pandemia. Incluso con el estado de alarma, la Comunidad de Madrid no ha sido capaz de hacer las mínimas propuestas que podrían habernos protegido de ser la comunidad con mayor tasa de fallecidos, de ingresados en la UCI y de ingresados en los hospitales.
¿Madrid es un paraíso fiscal?
Nosotros siempre decimos que Madrid tiene la política de “Apadrina un millonario”, que hace que tengamos claramente una injusticia fiscal en la que hay un paraíso para los que más tienen. Mientras la gente trabajadora paga religiosamente sus impuestos y no se ve recompensada por unos servicios públicos que deberían estar fortalecidos por todos. Y en este aspecto, creo que ahora mismo la Comunidad de Madrid es la única que está en contra de lo que dice Europa, de lo que dice la OCDE, de lo que dice el Fondo Monetario Internacional, de lo que dice Draghi y de un espíritu común de 'tenemos que salir todos de ésta'. Y obviamente tienen que aportar más los que más tienen. Ayuso sigue con esa idea de las políticas de hace 40 años que obviamente nos han convertido en la región más desigual de toda España.
¿Qué le parece el debate sobre la liberalización de las patentes de las vacunas que aquí en España no termina de abrirse, pero que en Europa y en Estados Unidos se ha abierto claramente?
Se ha abierto en canal. Es un debate que se lleva hablando desde hace muchos años porque es un sistema que se ha pervertido hasta el punto de que un bien común, como pueden ser los medicamentos o las vacunas, al final han perdido la perspectiva del bien común para convertirse en bien de mercado. Y esta perversión nos ha llevado a una situación en la que al final no tenemos control sobre nuestra propia producción y sobre nuestra propia investigación. Aquí hay que resaltar que para que esta vacuna haya llegado en un año previamente ha habido 25.000 millones de inversión pública que luego no repercute en el bien común. Una vez que has hecho esa inversión pública, luego se transforma en unos beneficios privados de la misma cuantía más o menos, pero que los tenemos que volver a pagar de alguna manera. Estamos pagando dos veces por esa vacuna. Y creo que el mecanismo de las patentes hay que revisarlo porque no está cumpliendo con el deber de poner los fármacos y vacunas al servicio del bien común.
¿Que las empresas puedan comprar vacunas para sus propios trabajadores, como ha planteado la presidenta de la Comunidad de Madrid, puede romper el principio de equidad y generar discriminación?
Lo que rompe es cualquier aprendizaje que hayamos tenido de lo que es esta pandemia. La señora Ayuso no ha entendido de qué va esta pandemia. No ha entendido que el bien común de la vacuna funciona porque se aplica primero a los que más la necesitan. Y esto es de libro. Lo que plantea es intentar privatizar las vacunas y priorizar un mercado en el que quien se lo pueda pagar tenga acceso a una vacuna y no el que más lo necesita. Básicamente estás poniendo a un directivo del Corte Inglés por delante de un enfermo crónico o alguien que tiene 80 años. Es no haber entendido absolutamente nada.
Como anestesista, ¿a quién anestesiaría hasta el próximo 4M?
A ver, entendiendo siempre que la anestesia es buena…. Pues mira, anestesiaría... Mejor, me iría más a la parte de la unidad del dolor. Creo que podría aplicar básicamente las técnicas de las unidades del dolor. Y creo que le quitaría el dolor y la carga de este gobierno a todos los madrileños y las madrileñas. Les analgesiaría más que anestesiarles.
¿Y a quién reanimaría?
¿De contrincantes?
Del panorama político, sí
Creo que hay que reanimar, por supuesto, a la Comunidad de Madrid, que está ahora en una UCI. Y reanimar, reanimaría a la salud pública.
¿La izquierda madrileña no necesita reanimación?
Necesita oxígeno, un poquito de oxígeno. Y desde Más Madrid vamos a intentar darle todo el oxígeno que tengamos.
Gracias y mucha suerte.
Pues muchas gracias.
Entrevista completa a Mónica García
Vídeo: Nando Ochando y Álvaro Rincón