El nuevo presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, nombró pocas horas después de ser investido a su aliado y principal líder opositor del país, Ousmane Sonko, como primer ministro.
“Pocas horas después de asumir el cargo como presidente de la República de Senegal, Su Excelencia el Sr Diomaye Faye nombró a Ousmane Sonko primer ministro”, señaló la Presidencia senegalesa a través de la red social X al filo de la medianoche del miércoles.
Esta fue la primera decisión del nuevo jefe de Estado tras ser investido el martes en un acto solemne celebrado a las afueras de la capital, Dakar, después de ganar las elecciones del pasado 24 de marzo con un 54,28 % de los votos.
“Trabajaremos en el marco de nuestro programa que gira en torno a un Senegal soberano, justo y próspero”, afirmó Sonko en declaraciones a la prensa tras su designación.
Quedó así despejada la incógnita sobre el rol que el popular opositor jugará a partir de ahora en la política senegalesa y al lado de Faye.
La trayectoria política del nuevo presidente, el quinto desde que Senegal consiguió la independencia de Francia en 1960, siempre ha caminado bajo la sombra de Sonko.
Ambos pusieron los cimientos en 2014 del partido Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), formación ilegalizada el pasado julio.
En poco más de una década, esta amalgama opositora se convirtió en la segunda fuerza política de Senegal, especialmente gracias al magnetismo del discurso “antisistema” de Sonko y de su denuncia del neocolonialismo francés, sobre todo entre los jóvenes.
También ambos líderes dieron con sus huesos en la cárcel en el último año: Sonko, de 49 años, por incitar a la insurrección, atentar contra la seguridad del Estado y asociación delictiva con una organización terrorista, además de ser declarado culpable de “corrupción de la juventud”.
Por su lado, Faye, de 44 años, por desacato a un tribunal, difamación y difusión de noticias falsas.
Asimismo, los dos caminaron juntos en su salida de prisión el pasado 14 de marzo, en virtud de una amnistía general decretada por el hasta ahora presidente, Macky Sall, para apaciguar las protestas por el aplazamiento de los comicios, previstos inicialmente para el pasado 25 de febrero.
Así, aunque la jerarquía política apuntaba a Sonko como figura aglutinante de los intereses del antiguo Pastef para estos comicios, el rechazo de su candidatura por parte del Consejo Constitucional a causa de su condena obligó al líder opositor a diferir su poder.
El discurso de Faye, sin embargo, recoge el testigo obvio de Sonko, con un lenguaje populista y nacionalista.
El nuevo presidente aboga por la completa renovación institucional, la supresión del cargo de primer ministro con la creación de una vicepresidencia, y una menor dependencia extranjera.
De igual modo, defiende la salida de Senegal del franco CFA, una polémica moneda creada en 1945 por Francia y utilizada en ocho países de África occidental, así como la renegociación de los contratos de hidrocarburos con multinacionales.
Al haber superado el 50 % de los votos, Faye logró evitar una segunda vuelta electoral frente a su principal rival, el ex primer ministro y candidato oficialista Amadou Ba, que quedó en segundo puesto con con el 35,79 % del sufragio.