Melilla, 20 sep (EFE).- Varias ONG han denunciado en las redes sociales que los 125 inmigrantes de origen subsahariano que habían llegado en la madrugada de este lunes al Peñón Vélez de la Gomera, de soberanía española, han sido sometidos a una “expulsión colectiva y violenta” y entregados a las autoridades marroquíes.
Helena Maleno, miembro de Caminando Fronteras, ha asegurado en su perfil de Twitter que “más de doscientos militares marroquíes comenzaron a llegar a la zona con materiales antidisturbios. A ellos se unieron también los españoles. El resultado ha sido otra expulsión colectiva y violenta ejecutada en la frontera”.
“Esto, a pesar de que el Relator de Naciones Unidas ha explicado que esta práctica viola los derechos de las personas migrantes”, ha agregado Maleno, que extrae como “moraleja” que “la frontera española es un espacio de No Derecho” y “en ella sólo impera la ”ley del Ministerio del Interior“, además de ”los chantajes impuestos por los intereses económicos y geopolíticos“.
Otras ONG también aseguran que se habría producido una devolución de estos inmigrantes, entre ellas Alarm Phone, que es una de las siete entidades que a última hora de la tarde de este lunes han firmado un comunicado conjunto pidiendo al Gobierno que garantizara que estos inmigrantes podrían acceder al procedimiento de asilo.
Las organizaciones firmantes de este comunicado son Alarm Phone, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Emergencia Frontera Sur Motril, Geum DoDou, No Name Kitchen, Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y Asociación Solidary Wheels.
Todas ellas se hacían eco de la información de Alarm Phone, que estaba en contacto con los inmigrantes, concretamente 125 que llegaron durante la madrugada de este lunes al Peñón Vélez de la Gomera cruzando la valla que lo rodea.
Se trataba de 60 hombres y 60 mujeres, incluidos 7 niños de diferentes países de origen, entre ellos Malí, Costa de Marfil, Guinea, Senegal y República Democrática del Congo, entre los que hay heridos, personas con problemas de salud, y mujeres embarazadas.
Según estas ONG, todas estas personas estaban a la intemperie desde su llegada y habían manifestado su voluntad de solicitar asilo en España, recogiendo sus nombres completos en una lista, que había sido recogida por los militares españoles y entregada a la Guardia Civil por parte de Alarm Phone, de acuerdo con este comunicado.
Aseguraban que los inmigrantes “se encuentran rodeados de militares marroquíes y temen ser expulsados a Marruecos”, de ahí su solicitud al Gobierno para que cumpliera con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la legislación vigente en materia de protección internacional y derechos humanos.
“El silencio de las instituciones nos hace temer que el Gobierno español autorice la devolución en caliente de personas refugiadas que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad, sin acceso a los procedimientos debidos, incumpliendo el principio de non-refoulement establecido en la Convención de Ginebra”, manifestaron.
La entrada de los inmigrantes no ha sido confirmada por organismos oficiales, ya que la Delegación del Gobierno en Melilla remitió por la mañana al Ministerio del Interior, y este a su vez dijo no tener información al respecto.