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Operación Kitchen: 11 imputados en busca de coartada

Once imputados componen la primera parte de la investigación de Kitchen que apunta a Rajoy, Sáenz de Santamaría y Cospedal

Pedro Águeda

11 de octubre de 2020 22:18 h

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A punto de cumplirse un año desde que estallara el caso Villarejo, la Unidad de Asuntos Internos de la Policía remitió un escrito al juez Diego de Egea con los indicios recabados sobre un nuevo encargo recibido por el comisario encarcelado. En esta ocasión, los clientes no eran particulares o empresas sino que aparecían indicios de que el comisario había participado en una operación parapolicial en el seno del Ministerio del Interior para alterar el caso de la caja B del Partido Popular.

Durante casi dos años Asuntos Internos y la Fiscalía Anticorrupción investigaron en la máxima reserva el encargo. Diez mandos policiales habían sido imputados hasta el 7 de septiembre pasado, fecha del alzamiento del secreto de las actuaciones. Unos días después, llegaba la undécima imputación, la del ministro del Interior en el momento de los hechos, Jorge Fernández Díaz.

En el pasillo figurado de la Audiencia Nacional aguardan la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, para los que Anticorrupción también pide la citación en calidad de investigados.

Más allá, y a la vista del contenido del sumario, aparecen indicios del conocimiento y/o participación de los dos únicos políticos por encima de Fernández Díaz, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La primera, como responsable del Centro Nacional de Inteligencia, al tanto cuando menos de la operación según los mensajes entre Fernández Díaz y el secretario de Estado; el exjefe del Ejecutivo, como supuesto conocedor del espionaje al tesorero de su partido y máximo interesado en recuperar las pruebas que le comprometerían a él y al PP en un caso de financiación ilegal y cobro de sobresueldos.

El juez García-Castellón ha decidido esperar a la declaración del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, antes de imputar a Cospedal y López del Hierro. Será el 29 de octubre. Al día siguiente comparecerá Fernández Díaz. Estas son las coartadas de los nueve mandos policiales que han declarado ante el juez en estos dos años; la de Fernández Díaz, plasmada en un escrito remitido recientemente a la Audiencia Nacional; y los argumentos de Francisco Martínez, incautados de su teléfono móvil el pasado mes de marzo.

Jorge Fernández Díaz

¿Quién es? El ministro del Interior de los cuatro primeros años de Mariano Rajoy, a cuyo círculo personal pertenece. Su número dos, indignado por sus supuestas mentiras en público, depositó en un notario cuatro mensajes que implican a Fernández Díaz en la operación Kitchen. Incluso en uno de ellos parece anunciar la existencia del operativo a Francisco Martínez.

Coartada. Asegura que nunca “envió ni recibió” los mensajes publicados y denuncia que han sido manipulados, según el escrito de su defensa. Añade que él no tenía ningún interés en sabotear el caso de la caja B: “Es claro que el origen de la operación Kitchen ni estuvo ni afectaba al Ministerio del Interior. Y resulta obvio que el señor Bárcenas era el tesorero del Partido Popular, no del Ministerio del Interior y no dependía ni estaba vinculado con dicho ministerio”, asegura el citado escrito.

Francisco Martínez

¿Quién es? La Secretaría de Estado de Seguridad, el puesto que ocupaba, es el corazón y el cerebro del Ministerio del Interior. Los investigadores apuntan a que coordinó la operación de espionaje a Bárcenas. Su imputación se produjo a raíz de que el comisario Enrique García Castaño, con el que despachaba directamente, le atribuyese dicha labor de coordinación.

Coartada. Reconoce que pudo cometer errores, pero niega que la operación contra Bárcenas fuera ilegal. En el teléfono que le incautaron los policías escribió que todo lo que le está ocurriendo es por haber sido leal a los “miserables” del exministro del Interior, Cospedal y Rajoy. Su declaración del 30 de octubre puede suponer un salto en la investigación hacia los presuntos responsables políticos de la Kitchen.

Eugenio Pino 

¿Quién es? El comisario que eligió el PP para dirigir la Policía como responsable de la Dirección Adjunta Operativo (DAO) entre 2012 a 2016. En el seno de la DAO, Pino formó el grupo de mandos dedicados a realizar operaciones parapoliciales y extrajudiciales en contra del proceso soberanista, primero, y con Podemos como objetivo después. El tercer vector de su actuación fue la maniobra para sabotear el caso de la caja B del PP en beneficio de los dirigentes del partido. Está jubilado.

Coartada. Aseguró ante el juez no recordar si los investigadores policiales del caso de la caja B, que actuaban a las órdenes del juez Ruz, pidieron o no ayuda para localizar el dinero y los testaferros de Bárcenas. Estos dos eran los objetivos del espionaje al extesorero del PP, según declararon Pino y la mayoría de los investigados. El juez y los fiscales han acreditado que actuaron a espaldas de los policías designados por el juez y que su verdadero objetivo fue hacer desaparecer pruebas que incriminaran a los responsables políticos del momento.

Pino señaló que la idea de captar al chófer de los Bárcenas fue del hoy comisario Andrés Gómez Gordo, policía que venía de trabajar como asesor de Cospedal. También apuntó a Francisco Martínez como conocedor de la operación al asegurar que el secretario de Estado departía directamente con policías implicados como García Castaño o Villarejo.

José Manuel Villarejo

¿Quién es? El principal investigado en la causa Tándem operó durante décadas bajo la inexistente denominación de “agente encubierto”. Está acusado de dirigir una organización criminal mientras era funcionario del Cuerpo Nacional de Policía destinado en el corazón de la seguridad del Estado. Ofrecía presuntamente a sus clientes, entre ellos empresas del Ibex y bancos, servicios de desprestigio a terceros, sabotaje, blanqueo de capitales… sirviéndose de su condición de funcionario. Jubilado desde el verano de 2016, ingresó en prisión en noviembre de 2017.

Coartada. Defiende la legalidad de la operación y apunta al conocimiento que tenían sus superiores, hasta llegar al presidente del Gobierno entonces, Mariano Rajoy. Él y su grupo denominan al político “El Barbas” o “El Asturiano” en las grabaciones incautadas, según ha concluido la Unidad de Asuntos Internos. Participó en el manejo del confidente Ríos Esgueva y el marido de Cospedal le hizo “encargos puntuales”, según una grabación hecha por el comisario en el despacho de Cospedal de la sede de Génova, con la secretaria general presente.

Enrique García Castaño

¿Quién es? Durante años, el comisario de los encargos especiales de distintos gobiernos, principalmente en la lucha antiterrorista. Era el jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), dedicada al empleo de los medios técnicos de captación de información: micrófonos, cámaras, balizas de seguimiento… y también reclutando fuentes humanas. La UCAO daba servicio a otras unidades por lo que García Castaño no dirigía ninguna investigación, pero estaba en todas.

Coartada. Está investigado por dirigir la labor de campo del espionaje a Bárcenas. Sus policías realizaron seguimientos continuos a la esposa de Bárcenas y, como ha reconocido ante el juez, consiguió información del tesorero sacándola rápidamente de tres teléfonos que le facilitó el chófer en una cafetería. También entró en persona al estudio de Rosalía Iglesias, pero asegura que allí no había nada.

Su testimonio ha contribuido a elevar las responsabilidades de la Operación Kitchen hasta la cúpula del Ministerio del Interior. En un mensaje afirmó haber descubierto que Bárcenas tenía dinero escondido en Antillas Holandesas y Cracovia, pero ninguno de sus supuestos descubrimientos fueron puestos a disposición del juez. Está jubilado.

Andrés Gómez Gordo

¿Quién es? El policía que dejó dos veces el Cuerpo para irse a trabajar con el PP. Primero, como director de seguridad del fracasado proyecto de la Ciudad de la Justicia y como asesor de Francisco Granados. En este destino conoció al chófer de Granados, Sergio Ríos Esgueva, que con el tiempo sería el conductor que el PP asignó a su tesorero Luis Bárcenas.

En un segundo periodo, Gómez Gordo fue fichado por la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y fue estando en ese puesto cuando comenzó su participación en la Operación Kitchen. El chófer era su fuente y por eso regresó a la Policía por todo lo alto. A los seis meses le condecoraron con una medalla pensionada y ha acabado de comisario, puesto que ejerce ahora en una comisaría de Madrid.

Coartada. Reconoció ante el juez que entregó fondos reservados al chófer y que lo hizo por orden del director adjunto operativo, Eugenio Pino. Asegura que en 27 años en la Policía no ha “pillado un duro de nadie”. Admitió el descontrol sobre los fondos reservados y dijo al juez que ahora que recapacita cualquiera podría pensar que “eso no está justificado”. “Yo hice lo que me ordenaron”, añadió.

Sergio Ríos Esgueva

¿Quién es? El chófer que el Partido Popular puso a Luis Bárcenas y que continuó con la familia después de que él entrara en prisión en junio de 2013. Exmilitar, portero de discoteca… Ríos Esgueva fue chófer de Francisco Granados mientras el policía Gómez Gordo era asesor del entonces consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid.

Ríos Esgueva cobró 53.000 euros de los fondos reservados, recibió una pistola e ingresó después en la Policía, con 42 años, como parte del pago por los servicios prestados. Entregó información de Bárcenas a los mandos policiales de la Kitchen e informó de los movimientos de Rosalía Iglesias. Sigue en activo en la Policía.

Coartada. Asegura que fue captado por Andrés Gómez Gordo y que, primero Villarejo y luego este, fueron los policías que le entregaron los fondos reservados con los que cobraba. Añade que los mandos policiales le dijeron que era una operación de “policía judicial” sobre un grave caso de corrupción, el del dinero escondido por Luis Bárcenas y que su colaboración era “un servicio a España”.

José Ángel Fuentes Gago

¿Quién es? Mano derecha del jefe Pino, Fuentes Gago es clave en la brigada política. Es el policía que viaja a Nueva York y aparece en una grabación ofreciéndole un pacto a un exministro de Hugo Chávez porque dice, tiene un mandato de Fernández Díaz y del propio Rajoy. Confiesa que el objetivo es que Podemos no llegue al Gobierno.

Como todos los demás fue recompensado con una medalla pensionada y enviado, al igual que su mujer, a un destino privilegiado donde ella cobraba más de 10.000 euros brutos mensuales y él 14.000. Está destinado en la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Coartada. Se presenta como un policía con conocimientos jurídicos y dice que esa era su función en la Dirección Adjunta Operativa. Con todo, confesó que recibió fondos reservados para utilizar con sus “fuentes”. Es el autor del informe que exculpó a Villarejo de incompatibilidades entre su puesto de funcionarios y el pequeño emporio de empresas que tenía, algunas en paraísos fiscales. Fuentes Gago declaró que redactó el informe “para salir del paso” porque el ministro Fernández Díaz y Martínez tenían prisa por unas comparecencias parlamentarias sobre el tema.

Marcelino Martín-Blas

¿Quién es? Colaborador del PP mientras estaba en la oposición, Martín-Blas es un policía de confianza de Ignacio Cosidó. Al llegar Rajoy al Gobierno es nombrado jefe de Asuntos Internos y es en su época al frente de la unidad cuando esta participa en el grueso de la actividad de la policía política, también en el espionaje a Luis Bárcenas. Con Martín-Blas al frente, la Unidad de Asuntos Internos fue la fuerza sobre el terreno de la Operación Catalunya.

Coartada. Alude a su enfrentamiento con Villarejo para negar cualquier participación en la brigada política. El sumario acredita que policías a las órdenes de Martín Blas participaron en el primer tramo del espionaje a Bárcenas y existen conversaciones incorporadas que demuestran su conocimiento del operativo.

Bonifacio Díaz Sevillano

¿Quién es? Agregado de Interior en Andorra y después en México, el inspector jefe Díaz Sevillano se sentó en el banquillo por el caso del pendrive de los Pujol. Ha sido absuelto en primera instancia y la representación de Jordi Pujol Ferrusola ha recurrido. Fue la otra mano derecha de Pino en la Dirección Adjunta Operativa, “un hombre para todo”, según reconoce ante el juez.

Coartada. Desconocida. Fue el único que no quiso declarar ante el juez, más allá de una breve descripción de su carrera profesional y para argumentar que por declarar en el caso Pujol entró como testigo y salió como imputado. “De este caso todo lo que sé lo sé por la prensa”, dijo.

José Francisco González

¿Quién es? Era el responsable del Área Especial de Seguimientos (AES) cuando se produjo el espionaje a Bárcenas. Hasta setenta agentes de esa unidad participaron en el seguimiento a la familia Bárcenas día y noche.

Coartada. González es el único de los mandos imputados que no aparece en ninguna otra operación de la brigada política y el área que dirigía no tenía actividad investigadora, tan solo recibía órdenes sobre objetivos a los que vigilar.

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