La oposición baraja el martes 30 de julio para la comparecencia de Rajoy en el Parlamento. Ese es el escenario que contemplan los grupos parlamentarios tras analizar las 'pistas' que han ido dejando caer los dirigentes del PP estos días para evitar la moción de censura anunciada por Rubalcaba si el presidente no da explicaciones en sede parlamentaria sobre el caso Bárcenas. El hecho de que la noticia haya dado la 'vuelta al mundo' con el consiguiente deterioro de imagen para el Gobierno y para el propio Rajoy ha alarmado en la Moncloa en donde el equipo de la vicepresidenta ha empezado a preparar el terreno de ese eventual comparecencia.
También en el PP quieren acabar cuanto antes con lo que ya muchos califican como “el culebrón del verano” pese a que saben que el extesorero continuará dosificando todas las 'bombas' que tenga aún guardadas. Lo que no les gusta nada es trasmitir la imagen de que Rajoy acude al Parlamento a rastras ante la 'amenazas' de moción de censura de Rubalcaba ni muchos menos por las revelaciones de Barcénas ante el juez. Pero el agravamiento de la situación, con Rajoy y su Gobierno en las portadas de la prensa internacional desde hace varios días, ha hecho cambiar de opinión a los estrategas de Moncloa que ven alarmados cómo no cala ningún mensaje del Gobierno, salvo el de la corrupción, justo cuando creen que la economía empieza a dar las primeros síntomas de mejoría y España ya no está en ese punto de mira.
La impresión que cunde entre los grupos parlamentarios es que el PP acudirá el próximo día 24 a la reunión de la Diputación Permanente, en donde todos los grupos redoblarán sus peticiones de que el presidente dé la cara, con el formato ya cerrado de su aparición pública. Los socialistas incluso fijan esta eventual comparecencia para el día 30, martes. El otro escenario que contemplan es que Rajoy decida que sea el miércoles, 31, en una sesión de control, pero esa posibilidad la ven menos factible. “El PP sabe que esa fórmula no va a satisfacer a nadie y se arriesgan a que la presión continúe hasta septiembre”, afirman fuentes del PSOE.
La única 'inquietud' de los socialistas es que todo se tuerza si la jueza Alaya decidiera dar una vuelta de tuerca al caso de los ERE anunciando la próxima semana alguna imputación más de la cúpula andaluza –el nombre de Griñán sigue planeando-. “Eso sería terrible para Rubalcaba”, reconocen diputados del PSOE.
La idea que tienen casi todos los grupos es que si Rajoy va al Senado – el Congreso continúa en obras-, negará por activa y por pasiva las acusaciones de cobros en B, financiación ilegal del PP y otras irregularidades contables de las que les acusa el extesorero de su partido ante el juez, y luego anunciará que en otoño todas la medidas anticorrupción que planteó en el debate del estado de la Nación se plasmarán en reformas y en proyectos de ley.
No obstante, la próxima aparición de Rajoy será el lunes que viene en la Moncloa. El presidente volverá a ofrecer una rueda de prensa conjunta con un mandatario extranjero, esta vez con el primer ministro rumano, Víctor Ponta. Los periodistas volverán a someterle al calvario del caso Bárcenas. También se espera que el viernes, 26, haga un balance del curso político, aunque si anuncia que va cuatro días después a un pleno, esta convocatoria podría quedar anulada.