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Los partidos de Sumar activan el diálogo para la negociación de los Presupuestos

Alberto Ortiz

31 de agosto de 2024 21:17 h

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Sumar cerró el curso político en un mar de incertidumbre tras la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general. Mientras la coalición resuelve las dudas orgánicas que planteó el anuncio de la vicepresidenta segunda, la actividad vuelve al Congreso y fuerza a los partidos a tomar decisiones. Una de las cuestiones que centrará la agenda en los próximos meses es la negociación con el PSOE y el resto de grupos para los Presupuestos Generales del año que viene y por eso la alianza de izquierdas ha abierto los canales de comunicación para preparar un documento y centrar las prioridades para esas conversaciones. 

Los partidos de Sumar celebraron una reunión antes de las vacaciones, en la que participaron los secretarios y secretarias de organización de Movimiento Sumar, los comuns, Izquierda Unida, Más Madrid y Verdes Equo. El encuentro sirvió para iniciar una “reflexión” sobre los futuros Presupuestos, según informaron fuentes de la coalición en aquel momento.

Esa cita sirvió para iniciar la redacción de un documento conjunto con las principales propuestas con vistas a esa futura negociación, en la que pedirán entre otras medidas la construcción de 500.000 viviendas para alquiler asequible y remunerar las cuatro primeras semanas del permiso para crianza. Ese texto ha pasado ya por los ministerios de la coalición, contó con el primer visto bueno de los partidos en aquella reunión y se abrió a las aportaciones de las formaciones, según explican fuentes de la coalición. 

La idea que manejan los partidos de Sumar es volver a reunirse en las próximas semanas para terminar de encaminar el documento, que servirá como punto de partida para la negociación de presupuestos con el PSOE dentro del Gobierno, después de que Moncloa confirmara esta semana que tiene intención de seguir adelante con la tramitación de las cuentas públicas. 

La coalición de Yolanda Díaz ya lamentó en abril la decisión del Ministerio de Hacienda de prorrogar los presupuestos de este año –en aquel momento el PSOE argumentó que el adelanto electoral en Catalunya iba a imposibilitar las negociaciones—, y por eso en las últimas semanas habían presionado tanto en público como en privado a su socio para que siguiera adelante con la tramitación de las del próximo año.

El Gobierno ha decidido hacerlo pese a que no tiene ni mucho menos garantizado el apoyo de sus socios, principalmente de Junts y de ERC, enredados en sus procesos internos y una pugna por ver quién se queda con la hegemonía en el espacio independentista.

En una entrevista con la agencia EFE, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, afirmó este viernes que tratará de atraer a esas dos formaciones para que apoyen los presupuestos con un mayor apoyo en términos económicos a las lenguas cooficiales. Si el PSOE consiguió el ‘sí’ de los independentistas para hacer presidenta del Congreso a Francina Armengol con el impulso del uso del catalán, el euskera y el galego en la Cámara Baja, Urtasun quiere ahora usar una estrategia parecida para atar las nuevas cuentas. 

“Estoy convencido de que voy a encontrar la simpatía de partidos como ERC y Junts en esta materia”, dijo en la entrevista, en la que habló en concreto de ampliar los fondos destinados a las lenguas dentro del departamento que dirige en el Gobierno.  “Nuestra obligación es entendernos”, insistió Urtasun, que si quiere ejercer de mediador con los independentistas tiene que darse prisa. El Gobierno tiene hasta el 30 de septiembre para presentar en el Congreso el proyecto para las cuentas públicas de 2025.

Un nuevo modelo de toma de decisiones

El diálogo dentro de Sumar para esta primera negociación con los socialistas está funcionando como un test de la nueva organización con la que quiere funcionar la coalición en la etapa post Yolanda Díaz, tras unos meses en los que, bajo el liderazgo de la ministra, los partidos lamentaron un exceso de verticalidad en la toma de decisiones. 

Tras la dimisión su dimisión, los partidos que forman parte de la coalición quedaron en abrir un nuevo periodo en el que fueran las formaciones las que tuvieran el protagonismo, con modos más horizontales, pero el modelo a seguir hacia el futuro todavía no está claro. Izquierda Unida propuso en aquellos días la celebración de una mesa de partidos para ordenar las prioridades y orientar tentativamente la estrategia política. 

Después de varias idas y vueltas, un encuentro en el que estaba previsto inicialmente que estuvieran los líderes de las organizaciones devino en esa reunión de los secretarios y secretarias de organización que se celebró a principios de julio. Una reunión que previsiblemente se repetirá en las próximas semanas sin que por el momento los partidos hayan acordado un modelo estable para la toma de decisiones en la nueva etapa.

La idea compartida por todas las formaciones es que la coalición construya un mecanismo estable de toma de decisiones para evitar que, como ocurría en Unidas Podemos, sea la formación hegemónica con sus posiciones la que acabe arrastrando al resto de organizaciones. 

En paralelo, Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, tiene pendiente para este inicio de curso resolver la situación de interinidad que dejó la ministra con su dimisión tras las elecciones europeas.

El partido lo pilota ahora una dirección transitoria, formada por Lara Hernández, Elizabeth Duval, Txema Guijarro y Rosa Martínez, al menos hasta la asamblea que estaba prevista para otoño. Fuentes de la formación ratifican que ese congreso se celebrará, y está previsto que de ahí salga el nuevo liderazgo para la próxima etapa.