El fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, ha anunciado en una entrevista en la Cadena Ser que pedirá más pena de cárcel para Iñaki Urdangarin y Diego Torres a través de un recurso de casación para incluir el delito de malversación de caudales públicos y fraude de documento público. El marido de la infanta fue condenado a seis años y tres meses, su socio a ocho años y seis meses.
Horrach solicitará también penas de prisión para los cargos públicos de la trama valenciana que quedaron absueltos: el exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, y los cuatro exaltos cargos del PP, Luis Lobón, José Manuel Aguilar, Jorge Vela y Elisa Maldonado. El fiscal defiende que firmaron los mismos contratos que el Gobierno balear con el Instituto Nóos, por lo que existiría un delito de malversación de caudales públicos.
“Voy a proponer como recurso de casación al Supremo la consideración que realiza la sentencia sobre la malversación de caudales públicos”, ha asegurado Horrach. El fiscal Anticorrupción entiende que existe este delito porque la empresa Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CACSA) se debió someter a la normativa de contratación pública en negocios con terceros, algo que no contempla la sentencia. Ese delito lleva aparejada una pena de cárcel de entre 4 y 8 años.
Comparte las denuncias del fiscal cesado de Murcia
Pedro Horrach ha avalado las denuncias de presiones que denunció este jueves en la Cadena Ser el fiscal superior cesado de Murcia. “Las presiones en casos de investigaciones de corrupción se suceden muy a menudo”.
Además, ha remarcado que, mientras en las grandes ciudades la labor de los fiscales “queda más difuminada”, en las comunidades pequeñas, como Baleares o Murcia, esa presión “se intensifica” y “se nota mucho más”. “Hay que aprender a convivir con ella”, ha añadido.
Horrach ha asegurado que él nunca ha temido por su integridad física, pero ha detallado que sí ha recibido “cartas de tipo amenazante”, con insultos contra él y contra su familia. Según ha dicho, sí denunció ante la Policía una carta amenazante, mientras que a las que tienen “insultos variopintos” no les hace “ni caso”.
Pero además, ha señalado que todos los fiscales de la delegación de Anticorrupción de Palma han sido avisados en más de una ocasión de que posiblemente estaban siendo objeto de seguimientos, y se les han puesto medidas de contravigilancia, aunque ha sido “afortunadamente en momentos ocasionales”.
Aunque no sabe quién está detrás de esos seguimientos, imagina que se trata de las personas que están siendo investigadas. En todo caso, ha recalcado que lo importante es comunicar los hechos a las autoridades policiales y judiciales.
En cambio, ha dejado claro que nunca ha recibido presiones de sus superiores jerárquicos en la Fiscalía: “Ni las he recibido ni las hubiese aceptado”. “Sólo faltaría que recibiese llamadas de esas características”, ha remachado.