Pedro Sánchez defenderá en el Comité Federal la formación de un Gobierno alternativo al del PP, según han confirmado fuentes socialistas. La reunión, prevista para el próximo 1 de octubre, se ha anunciado tras la presión de los barones críticos que emplazaban a una reflexión en ese órgano interno para tratar de salir del bloqueo.
El líder del PSOE mantendrá el no al PP y desvelará la “hoja de ruta” que se ha marcado para el mes que queda antes de que se disuelvan las Cortes para unas terceras elecciones. A pesar de las contundentes declaraciones de Susana Díaz y otros barones, que le emplazaban a quedarse en la oposición porque “con 85 diputados no se gobierna este país”, Sánchez quiere seguir intentando una alternativa y recibir el aval del Comité Federal.
El choque entre los barones y Ferraz está prácticamente asegurado teniendo en cuenta las declaraciones que han hecho en las últimas semanas unos y otros así como el nivel de tensión interna que ha alcanzado una de sus cotas más altas de los últimos meses.
Sánchez emplaza en público a las “fuerzas del cambio”, es decir, a Unidos Podemos y Ciudadanos a levantarse “los vetos mutuos” para propiciar la salida de Mariano Rajoy de Moncloa. Ese es, en principio, el plan del secretario general.
Sin embargo, dirigentes afines a Sánchez han deslizado en las últimas horas la necesidad de rebajar las exigencias para llegar a un acuerdo. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, de la máxima confianza de Ferraz ha defendido que el Comité Federal dé “un mandato abierto” al líder del PSOE para llegar a Moncloa. Así, quiere reducir las condiciones que le impusieron los barones antes del 20D.
Esas condiciones pasaban por prohibir a Sánchez negociar con las fuerzas que defendieran el referéndum en Cataluña o el separatismo. Los barones, entre ellos Susana Díaz, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara, rechazan cualquier acuerdo que incluya a ERC o Convergència para llegar al Gobierno. Sánchez también defendió desde diciembre hasta julio que la gobernabilidad de España no puede descansar en las fuerzas que quieren marcharse, pero emplazó a Rajoy a negociar con ellas y, además, dijo que hay que sacarlas “del limbo”.
El temor en el sector crítico es que Sánchez llegue a un acuerdo con Podemos y estas formaciones y que lo someta a una consulta a los militantes. Creen que esa opción sería avalada por las bases y que a la larga sería perjudicial para el partido. Detrás de la batalla está, además, la pugna por el liderazgo del PSOE: si Sánchez llega a Moncloa seguiría al frente de la organización.
En Ferraz están convencidos de que el sector crítico no tiene capacidad de cortar el paso a Sánchez ni por la vía de un golpe en la Ejecutiva con la dimisión de la mitad más uno de sus miembros ni en el Comité Federal. Consideran que frenar una alternativa a Rajoy se penaliza ante las bases y que, por tanto, no forzarán una resolución en ese sentido.