El plan de recuperación que ha elaborado el Gobierno concentrará 72.000 millones de euros en los tres primeros años para relanzar la economía. De los 140.000 millones que España recibirá de la UE para ejecutar en el periodo 2021-2026, el presidente ha anunciado que la mitad se llevarán a cabo en el primer periodo. De hecho, en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año ya se han incluido 27.000 millones de euros. El cálculo del Ejecutivo es que ese plan permita crear más de 800.000 empleos en tres años. Además, Sánchez ha desgranado en qué se invertirán los fondos europeos. El grueso estarán destinados a la inversión verde (37%) -ese porcentaje es el mínimo que exige la UE- y el 33% a la transición digital (en este caso aumenta la recomendación de Bruselas, que fija el mínimo en el 20%).
“La misión del plan es la creación de cientos de miles de puestos de trabajo, también de empresas”, ha explicado Sánchez en la presentación del plan en la que también ha apostado por la “escalabilidad” de las pequeñas empresas para convertirse en medianas. También considera que la inyección millonaria de Bruselas permitirá que se “genere un impacto adicional de más de 2,5 puntos” en el PIB. El presidente, que ha incluido los 79.000 millones de euros de los fondos estructurales y los procedentes de la PAC, se ha referido al “esfuerzo de movilización de recursos económicos, de gestión de toda esta ingente cantidad económica para dar ese salto de modernización es extraordinario”.
“España va a avanzar, pero lo hará con más fuerza y sin dejar a nadie atrás si movilizamos todas las energías nacionales”, ha afirmado Sánchez, que ha comenzado su intervención poniendo en valor la gestión que ha hecho su Gobierno durante la pandemia y ha apostado por “convertir este duro golpe en una oportunidad”. “Pese al griterío partidista, que en ocasiones trata de indicar lo contrario, todo esto lo estamos haciendo apoyándonos en buena medida en la fuerza de la unión”, ha proseguido el presidente, que se ha referido al diálogo social con patronal y sindicatos así como a la negociación en el seno de la UE, que ha asegurado que es “solidaria y unida”. También ha reivindicado la capacidad desarrollo del país en el periodo democrático. “Demostramos lo que somos: un país que cuando quiere, puede. Esta gran etapa de modernización, con grandes retos, fue una historia de éxito”.
Sánchez ha presentado las líneas maestras a las que el Gobierno pretende dedicar los fondos europeos en sus primeras anualidades en lo que ha denominado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española que se pilotará desde Moncloa y que pretende tener colaboración público-privada para la modernización y recuperación económica. “Tenemos todo lo necesario: infraestructuras, recursos, talento, tejido productivo, visión y herramientas para lograrlo”, ha señalado. Al evento, celebrado de forma telemática por las restricciones impuestas por la situación epidemiológica en la Comunidad de Madrid han asistido online unas doscientas personas representantes de la sociedad civil -patronal y sindicatos, empresarios, representantes de agencias de calificación, consultoras y directivos de medios de comunicación, así como embajadores acreditados en España de los países europeos. El evento ha comenzado y terminado con la interpretación de la Oda a la alegría -que es el himno europeo- por parte del pianista James Rhodes.
La presentación del plan de recuperación se ha producido un día después de que el Consejo de Ministros diera luz verde al techo de gasto histórico para el próximo año. El Gobierno admite que es incomparable con cifras anteriores -el aumento es del 53%- en buena medida por la inclusión de los primeros 27.000 millones de los fondos europeos, que girarán en torno a cuatro ejes prioritarios -transición ecológica, transición digital, igualdad de género y cohesión social y territorial- y se articularán a través de diez “políticas tractoras”. Sánchez las ha desglosado con el porcentaje de fondos -del total de 140.000- que recibirá cada partida: agenda urbana y rural (16%); infraestructuras y ecosistemas resilientes (12%); transición energética justa e inclusiva (9%); administración para el siglo XXI (5%); modernización y digitalización de nuestro tejido productivo (17%); ciencia y la innovación y el refuerzo de las capacidades del Sistema Nacional de Salud (17%); Educación y formación profesional (18% que se destinarán, entre otras cosas, a la creación de 200.000 plazas de formación profesional); economía de los cuidados y las políticas de empleo (6%); cultura y deporte (1,1%); y la modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible. Los cuatro vicepresidentes -Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño y Teresa Ribera- presentarán esta tarde sus correspondientes líneas de actuación.
Sánchez ha defendido que la puesta en marcha de la inversión europea se lleve a cabo “cuanto antes” y ha insistido en que llevará a cabo una reforma legal vía decreto ley para agilizar la capacidad de ejecutar los planes. “Vamos a eliminar cuellos de botella y trabas administrativas”, ha aseverado el presidente, que se ha referido a leyes como la de los contratos públicos o de subvenciones: “A menudo se detecta que son un obstáculo para la ejecución. A las dificultades no podemos añadir mas dificultades. ”No podemos permitirnos que la burocracia obstaculice la recuperación y la modernización que demanda y necesita nuestro país“. Sánchez ha pedido al resto de administraciones autonómicas, provinciales y municipales que adecúen sus normativas para rebajar las trabas burocráticas. Para la ejecución de los fondos, el Gobierno creará tres estructuras: una comisión interministerial que presidirá el propio Sánchez; una unidad de seguimiento que se dirigirá desde Moncloa y reactivará la conferencia sectorial de los fondos con las comunidades autónomas en el marco de la ”cogobernanza“, al igual que en la conferencia de presidentes. A la próxima cita, el 26 de octubre, está prevista la asistencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
La pretensión del Gobierno es que se involucren las empresas, agentes sociales y el mundo académico, a los que ha prometido una “interlocución continua, intensa”. “Necesitamos arrastrar inversión privada gracias al arrastre de la potencia que tenga la inversión pública”, ha dicho Sánchez, que se ha comprometido a crear foros y comisiones para ese diálogo: “Entre los foros de alto nivel, estarán, entre otros, los siguientes: Un foro de alto nivel sobre ciencia e innovación. Otro foro de alto nivel sobre digitalización, que ya hemos puesto en marcha, la orden, otro foro sobre energía, sobre agua, sobre movilidad, sobre industria, sobre turismo, sobre el reto demográfico, cultura o deporte”. También pretende rendir cuentas periódicamente ante el Parlamento, a través de la Comisión Mixta Unión Europea.
Sánchez pide abandonar “el griterío partidista”
En presencia de diplomáticos, empresarios y sindicatos, Sánchez no ha dejado escapar la oportunidad de reclamar a la oposición que reme junto al Gobierno para la recuperación del país. “Nunca, al menos desde los tiempos de la transición, nuestro país ha necesitado la unidad, cooperación y lealtad institucional de las fuerzas parlamentarias -ha dicho el presidente sobre el ”comportamiento excepcional“ que, a su juicio, deben tener los políticos ante un desafío inédito por la pandemia-. El Gobierno no reclama un apoyo ciego, acrítico; pero sí una colaboración mínima en beneficio del interés general, el fin de cualquier bloqueo institucional”. Esa ha sido una alusión velada a la negativa del PP a renovar el Consejo General del Poder Judicial, que lleva dos años en funciones. “No pido nada nada más que lo que ofrezco: unidad y estabilidad para que la economía funcione”, ha reclamado.
Esa unión que ha reclamado Sánchez la ha hecho extensible a los presupuestos que está ultimando la coalición y cuya aprobación ha denominado de “perentoria”. “Serán unos presupuestos progresistas y serán unos presupuestos de país porque su urgencia derivada de la crisis económica y social que estamos viviendo trasciende las lindes de los partidos políticos y reclama unión en el esfuerzo de la recuperación y la transformación de nuestro país”, ha explicado el presidente, que también ha apuntado a la necesidad de “reconstruir consensos que se han roto a lo largo de estos últimos años”, entre ellos el Pacto de Toledo “para dar seguridad a nuestros mayores sobre la viabilidad de nuestro sistema público de pensiones y también dar certezas, certidumbre a las generaciones futuras”.
Para Sánchez, la situación tiene dos “posibles respuestas”: “La política o la antípolítica”, que se diferencian en la búsqueda de “puntos de acuerdo” o, por el contrario, de “culpables a veces imaginarios”. “La política puede tomar el camino de la colaboración o la trifulca. El Gobierno opta por la colaboración”, ha dicho sobre la “encrucijada decisiva” en la que se encuentra el país y que mantiene a millones de españoles en la “desazón y la inseguridad”, según ha lamentado. No podemos permitirnos la deserción ni tampoco la indiferencia“, ha dicho Sánchez, que ha terminado enarbolando el lema de la campaña puesta en marcha por Moncloa: ”Solo necesitamos querer, y confiar, porque si España quiere, España puede. Y claro que podrá“.
Las vicepresidentas detallan las líneas de actuación
En un acto posterior durante la tarde, las vicepresidentas Carmen Calvo, Nadia Calviño, Teresa Ribera y el vicepresidente Pablo Iglesias han ampliado las líneas maestras del plan de recuperación.
Una de las principales dudas que sobrevuela ahora mismo España es si será capaz de gestionar tantísimo dinero, sobre todo teniendo en cuenta que está a la cola de la Unión Europea en porcentaje de ejecución de fondos (para el período 2014-2020, solo ha gastado el 26% de los asignados). La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha indicado que el cometido de su cartera será precisamente este: innovar en los instrumentos y “afinar” los que haga falta.
En este momento, ha dicho, su departamento trabaja con el resto de ministerios para identificar qué elementos les hacen “lentos e impotentes” en las gestiones del día a día. Entre los cambios previstos está la elaboración de una nueva Ley de la Administración Pública y la modificación de las leyes de contratación del estado, del régimen jurídico del sector público, la ley general presupuestaria y la ley de contratación. “Necesitamos modernizar la administración pública y aligerar los procedimientos sin que falte rigor, rendimiento de cuentas y control en los mismos”, ha señalado Calvo. La vicepresidenta ha avanzado que para la nueva ley de la administración pública se procederá a un real decreto, que tramitarán como ley para “mejorar con el resto de grupos parlamentarios, pero sin perder ni un momento”.
El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha señalado por su parte cuatro “grandes debilidades” estructurales de la economía que el Gobierno de coalición combatirá a través del plan de recuperación: en primer lugar, la precariedad del mercado de trabajo, plasmada en una de las mayores tasas de temporalidad de la UE; en segundo lugar, los altos niveles de pobreza, sobre todo de pobreza infantil; en tercer lugar, un modelo productivo “quizá demasiado dependiente del turismo internacional” y con poco peso industrial; y por último y cuarto lugar, una escasa inversión pública en sectores como la educación, la sanidad y la protección social. “España tiene una oportunidad sin precedentes de corregir las deficiencias de la estructura económica de nuestro país”, ha destacado.
Una de las apuestas del Ejecutivo será el “fortalecimiento de lo público”, ha sostenido el vicepresidente segundo, que ha subrayado también la importancia del viraje de la UE en su apuesta por el papel central del Estado y de las políticas expansivas en esta recuperación, respecto a las medidas de austeridad de la pasada crisis. Pablo Iglesias ha sostenido que el Estado debe sentirse y llegar a la ciudadanía “más diverso, que se parezca más a la pluralidad de nuestro país” y se aleje de una visión “demasiado madrileña”.
El tercer turno en la presentación ha sido para la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien ha trazado las líneas generales de los objetivos de digitalización del plan presentado este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El capítulo de digitalización, ha explicado, contará con 20.000 millones de euros de inversión pública, equivalente a un tercio del plan para los próximos años. “La agenda digital constituye uno de los ejes fundamentales”, ha subrayado. “España cuenta con una buena posición de salida pero con carencias que hay que abordar”, ha apuntado la ministra. Ha remarcado que el plan de digitalización puede generar “sinergias” que permitan la reducción de un 10% de las emisiones contaminantes.
El 37% de los recursos del plan irá destinado a la descarbonización y la transición ecológica e implicará adelantar a 2023 el objetivo intermedio de 2025 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, un objetivo “posible”, según la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que ha señalado que la descarbonización va a ser “uno de los vectores de crecimiento y actividad económica más importante” para España sobre la base de la eficiencia energética, la electrificación y la integración de renovables, con un marco normativo “claro” que contribuya a “abaratar” la factura eléctrica y que incluya la “apuesta de país” por el hidrógeno renovable con la hoja ruta aprobada esta misma semana.
Ribera ha dicho que uno de los objetivos del plan es “revertir la tendencia de décadas hacia la despoblación” y el envejecimiento de las zonas rurales, con la apuesta en municipios con menos de 5.000 habitantes de medidas de movilidad sostenible, conectividad digital, rehabilitación de edificios y saneamiento de aguas.
El programa, “congruente con la agenda 2030”, “activa y moviliza inversiones con efecto multiplicador sobre la economía y el empleo”, ha subrayado Ribera, que ha recordado que “hace apenas 10 días” el secretario general de ONU reclamaba “valentía en la defensa de los ecosistemas” a los líderes mundiales, una “llamada pertinente” ante un virus que ha puesto de manifiesto la “inmensa vulnerabilidad de las sociedades” y que “muy probablemente” está relacionado “con la ruptura de nuestros ecosistemas”.
Con información de Antonio M. Vélez, Laura Olías, Diego Larrouy y Analía Plaza.