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Pedro Sánchez aboga por los centros cerrados para la llegada de inmigrantes como fórmula para “una política migratoria controlada y responsable”

EFE

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, considera que la propuesta que plantea España junto con Francia y Alemania para crear centros de desembarco cerrados de inmigrantes en suelo europeo es “un punto de partida” para intentar llegar a un acuerdo de toda la UE.

Sánchez defendió esa propuesta en una declaración a su llegada a la cumbre sobre inmigración organizada en Bruselas por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.

“Es una solución europea, serían centros controlados”, ha dicho el presidente, “lo que intentamos es no solamente respetar los derechos humanos de aquellos migrantes que llegan a las costas europeas, sino sobretodo el tener una política migratoria controlada, responsable, que también haga frente a la realidad que tenemos en conjunto en la UE”.

El jefe del Ejecutivo español recordó que esta es su primera cumbre en Bruselas y garantizó que va a mantener una posición “constructiva e integradora” para intentar que la semana que viene los líderes de la UE lleguen a acuerdos concretos ante el problema migratorio.

Los líderes de dieciséis países de la Unión Europea participan hoy en una cumbre informal en Bruselas para acercar posturas de cara al Consejo Europeo de la semana que viene, en el que los Veintiocho intentarán responder a la situación de los inmigrantes que llegan por el Mediterráneo.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó el encuentro a petición de la canciller alemana, Angela Merkel, que para salvar su Gobierno de coalición necesita ofrecer soluciones al líder del ala bávara de su partido y ministro de Interior, Horst Seehofer, que demanda más mano dura en política migratoria.

Merkel quiere frenar la “migración secundaria”, por la que los demandantes de asilo que llegan a las costas Mediterráneas se dirigen luego a Alemania -que recibió casi 1,2 millones de solicitudes en 2015 y 2016- y a otros países del norte para solicitar protección.

Así se recoge en una declaración firmada esta semana con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que también abogan por reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE.

Por su parte Italia, principal punto de entrada de quienes atraviesan el Mediterráneo (120.000 inmigrantes llegaron al país en 2017), que recrimina a sus socios europeos la falta de apoyo durante años y que no hayan cumplido con las cuotas de acogida de refugiados.

Roma pide que se reforme el reglamento de Dublín, que exige que se solicite el asilo en el país de llegada y este se haga cargo después de los demandantes.