Pedro Sánchez planea que la batalla por el liderazgo del PSOE sea antes que las terceras elecciones
Pedro Sánchez pretende ir un paso por delante del sector crítico en la rebelión anunciada contra él. El secretario general del PSOE planea convocar el 39º Congreso ordinario en el que se dirimirá el liderazgo del partido -que se ha retrasado ya siete meses por la situación de bloqueo político- en la próxima reunión del Comité Federal prevista para el 1 de octubre.
Al líder socialista le salen los cálculos: desde el 1 de octubre tiene que contar 60 días hasta la celebración del cónclave, que se celebraría los días 2, 3 y 4 de diciembre, según ha avanzado El Correo con una información de Colpisa. La votación en primarias para que los militantes elijan por voto directo al secretario general sería semanas antes. Según la agencia de noticias, el 23 de octubre.
Con esa maniobra, Sánchez puede justificar el adelanto del Congreso para llegar a las terceras elecciones con un liderazgo fortalecido y, en su caso, renovados. Por los plazos -las listas para las elecciones tendrían que presentarse oficialmente a mediados de noviembre- el PSOE podría presentar las candidaturas en tiempo y que el congreso en sí -donde se establecen los principios ideológicos y se elige a la nueva dirección- serviría como el primer gran acto de campaña electoral. Ese es el argumento que esgrimieron los barones a principios de este año, cuando defendieron la necesidad de renovar el proyecto socialista.
Además, la votación exprés -para la que solo habría 10 días para formalizar una candidatura- daría margen a cambiar el no a Mariano Rajoy y al PP si el candidato alternativo a Sánchez defiende esa tesis. Desde el 23 de octubre hasta el 27 -último día para poder convocar un pleno de investidura antes de la disolución de las Cortes-, el PSOE podría modificar su postura. En Ferraz están convencidos, no obstante, de que nadie defenderá la abstención porque acabaría con sus posibilidades en el congreso.
Según Colpisa, el plan de Sánchez puede no llegar a ejecutarse si las federaciones críticas mantienen la tregua tras las elecciones vascas y gallegas y aparcan su plan de forzar la salida de Sánchez mediante la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva o cambiarle el paso en el Comité Federal.
El jefe de gabinete de Sánchez, Juanma Serrano, negó a esta redacción en la tarde del miércoles que Ferraz estuviera estudiando la posibilidad de adelantar el congreso para dirimir el liderazgo y frenar en seco la guerra interna. “No se puede porque hay una resolución del Comité Federal que dice que hasta que no haya gobierno no se celebrará el congreso”, expresó Serrano. Sin embargo, sí se baraja esa posibilidad que puede llegar a materializarse en poco más de una semana en función de cómo vaya desarollándose el enfrentamiento interno.
Aparte del escaso tiempo que tendrían los barones críticos para montar una candidatura alternativa, el calendario que estudia Sánchez tendría una complicación añadida: él pretende defender en el Comité Federal su intento de formar un gobierno para desbancar al PP por lo que los tiempos de sus negociaciones se entremezclarían con la campaña por la Secretaría General.