El PNV muestra la llave de los Presupuestos: cambios en política energética, ingreso mínimo y AVE

Iñigo Aduriz

17 de octubre de 2021 21:19 h

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“Está en juego el futuro de la economía, pero también, lo sabe, está en juego el futuro de su propio Gobierno”. Estas palabras que el pasado miércoles le dirigió el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, descolocaron a gran parte del hemiciclo. Uno de los principales socios del Gobierno progresista, con el que el PSE gobierna también en Euskadi y al que ahora vuelve a necesitar para aprobar los recién presentados Presupuestos, verbalizaba desde la tribuna una clara amenaza.

Esteban insinuó que si el Ejecutivo no accedía a modificar el decreto que recorta los beneficios de las eléctricas, que se iba a debatir y convalidar un día después en la Cámara Baja, el PNV podría dejar caer a Sánchez de la Moncloa. Lo hizo además con un tono hasta entonces inédito en el dirigente nacionalista vasco, que siempre ha presumido de su habilidad para el diálogo y el acuerdo en el Congreso de los Diputados.

El Ejecutivo es consciente de su dependencia de la formación vasca, que suma a la que mantiene a una ERC con sus propias exigencias para aprobar las nuevas cuentas. En un gesto inédito, el Gobierno, cuyos dos partidos suman tan solo 155 escaños de los 176 que se necesitan para alcanzar la mayoría absoluta, accedió a modificar el decreto, tal y como le había pedido Aitor Esteban.

El jueves, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró durante la defensa del texto que el Ejecutivo suavizará el recorte de los beneficios a las eléctricas, no aplicando el mismo a los contratos que suministren electricidad a la industria a “precios razonables”. En respuesta a ello, el PNV se abstuvo en la votación de la convalidación del decreto, facilitando su aprobación por la mínima.

Esteban: “Lo que puede hacer daño al Gobierno es la economía”

Con su estrategia, la formación nacionalista vasca quiso dejar claro que tiene previsto luchar por sus intereses en la negociación para su posible apoyo a los Presupuestos de 2022. Todo ello después de haberse sentido agraviado por no conocer el texto de las cuentas hasta que el Gobierno lo presentó a los medios. Los 'jeltzales' también critican que el documento recoja un mínimo recorte de la inversión prevista para Euskadi –que recibirá un 3,8% del total, cuatro décimas menos que en las cuentas vigentes–, así como por la estrategia tampoco consensuada con el PNV acerca de las medidas necesarias para rebajar el precio de la luz. El planteamiento inicial del Ejecutivo central perjudicaba a los empresarios vascos –particularmente a la industria electrointensiva–, un colectivo tradicionalmente afín al partido de Esteban.

“Si hay algo que pueda tumbar a esta Gobierno es una situación económica endiablada. Si siguen subiendo los precios de la electricidad, la industria puede colapsar y el Gobierno tendrá un problema en la calle. Lo que puede hacer daño al Gobierno no es el discurso repetitivo y machacón de Pablo Casado, sino la evolución de la economía”, advertía el portavoz del PNV el jueves, en una entrevista en la Cadena Ser.

Tratando de remarcar esa incomodidad con la forma de proceder del Ejecutivo, en esa misma entrevista Esteban se mostró molesto por el acuerdo unilateral alcanzado entre PP y PSOE ese jueves para renovar órganos constitucionales como el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo. “No nos han informado de nada, es alucinante. Que se lo guisen y se lo coman ellos”, lamentó.

Las políticas económicas serán una de las principales exigencias de los nacionalistas vascos en la negociación de las nuevas cuentas. Pero además, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, lleva semanas asegurando que hablar de Presupuestos “es muy importante para afianzar la confianza y, para generar más en el futuro”. De esta forma, el PNV comprobará, dijo, que “algunas cosas que estaban pendientes de ejecución, no estrictamente presupuestarias, ya se encarrilan definitivamente”.

Cumplir con los compromisos adquiridos

El líder del PNV se refiere a compromisos adquiridos tanto para apoyar la investidura de Sánchez, en 2020, como para aprobar los Presupuestos de 2021. “No es chantaje. Si compromisos que tú has asumido, no se cumplen, ¿con qué seguridad vamos a ir nosotros a una negociación de cosas para el futuro?”, se preguntó Ortuzar la semana pasada.

Los dos grandes puntales, además de la cuestión energética, son el el traspaso a Euskadi de la transferencia íntegra del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el impulso de las obras para que el tren de alta velocidad llegue a las tres provincias vascas. El primer asunto ha enfrentado con dureza en los últimos meses al portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, con el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, que se resiste a poner un calendario para dicha transferencia. De llegar a cumplirse, la del Ingreso Mínimo Vital se sumaría a la transferencia recientemente materializada de gestión de las cárceles vascas.

Sobre la llegada del tren de alta velocidad al País Vasco, el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, aseguró el jueves que el Ejecutivo mantiene su previsión de que la obra se culmine en 2026, pero tanto el Ejecutivo vasco como el PNV exigen certidumbre de que se vaya a cumplir ese compromiso antes de cerrar cualquier acuerdo presupuestario.

“Hay tiempo. Si hay voluntad política, debiéramos de ser capaces en estas próximas dos o tres semanas de clarificar, antes de la negociación presupuestaria propiamente dicha, dónde tenemos los 'debes' del Gobierno de España respecto a Euskadi y al PNV, y cómo los vamos sacando adelante”, advierte Ortuzar.