El objetivo oficial de la convención que este fin de semana ha organizado Alicia Sánchez-Camacho en Barcelona es convencer de que su partido es el único capaz de frenar el independentismo en Cataluña. El oficioso es frenar a Albert Rivera, una de las pesadillas de la responsable del PP, que ve cómo el crecimiento de Ciutadans puede suponer una sangría de votos. La cita la inaugura este viernes Mª Dolores de Cospedal y la clausura Mariano Rajoy. Además, asisten los ministros de Hacienda e Interior, Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz.
Según Sánchez-Camacho, estas jornadas serán las primeras de una campaña permanente en Cataluña en la que el Ejecutivo de Rajoy va a volcarse durante todo el año para intentar contrarrestar las ansias independentistas de Artur Mas y su voluntad de celebrar una consulta el 9 de noviembre, apoyado por ERC, Iniciativa per Catalunya-Verds y las CUP. El lema elegido, “Juntos sumamos”, busca subrayar que una hipotética independencia de Cataluña perjudicará tanto a esta como al resto de España y provocará una fractura social.
A la espera de los detalles del plan de Rajoy
En esa idea insistirá Rajoy el sábado, en la que es su primera visita a Cataluña después de anunciar que tiene “un plan” para ella en su reciente entrevista en Antena 3. El presidente no ofreció ningún detalle de en qué consistirá su estrategia, más allá de declarar que se cumplirá “la ley y la Constitución” y que, mientras él esté al frente del Gobierno, “ningún territorio español se independizará”.
La afirmación de que el PP catalán es el “único” partido que puede frenar la independencia tiene de fondo a Ciutadans, al que las encuestas le auguran un crecimiento que puede desbancar al PP como tercera fuerza política en Cataluña. Sánchez-Camacho intenta desmontar la percepción de que Ciutadans será más decisivo que el PP en el futuro y tilda a esta formación de “residual” o se refiere a ella como “la marca del PSOE” en Cataluña. Las últimas encuestas pronostican para Rivera y los suyos entre 16 y 18 escaños, el doble de los nueve que tienen actualmente.
La crisis del PSC con la expulsión de los tres diputados que apoyan la celebración del referéndum se suma a la investigación judicial a Jordi Cañas por fraude fiscal. El diputado de Ciutadans ha anunciado que dimitirá si es imputado y renunciará a su escaño en el Parlament. Por el momento, Cañas ya ha dejado su puesto como portavoz de la formación, pero Sánchez-Camacho aprovechará las dos circunstancias para vender al PP como el único partido unionista no afectado por los problemas internos.