La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Crónica

El PP pone a sus candidatos autonómicos al servicio de Feijóo (y de Ayuso)

Aitor Riveiro

14 de enero de 2023 15:11 h

0

El Partido Popular ha lanzado este sábado formalmente la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Unos comicios que el partido de Alberto Núñez Feijóo no oculta que son fundamentales, clave en las aspiraciones del gallego para alcanzar el poder en los comicios de diciembre. La larga marcha de la derecha hasta las urnas ha comenzado en Zaragoza con un acto en el que han participado todos los candidatos autonómicos, y los presidentes que no se someten a los ciudadanos. Todos, a mayor gloria de la figura de su jefe de filas y de sus opciones frente a Pedro Sánchez. Pero no solo: como es habitual, Isabel Díaz Ayuso acaparó los focos con su discurso y un inesperado elogio a Eduardo Zaplana.

La plaza elegida para el acto de este sábado no es casual. El candidato al Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha tenido que dejar la Alcaldía de Zaragoza precisamente por la presión de Feijóo para que asumiera el reto de intentar desbancar a Javier Lambán. Antes fue Castilla-La Mancha, la semana que viene será Madrid y, en febrero, será la Comunidad Valenciana. El PP intenta así promocionar a sus candidatos que deben vencer a los barones socialistas. Pero los mítines acaban siempre convirtiéndose en eventos para mayor gloria del jefe de filas, quien se convierte en protagonista de los diferentes discursos.

Él, y su rival: Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno y su posible permanencia en la Moncloa a partir de 2024 son el hilo conductor de las alocuciones de quienes, en principio, buscan el voto para presidir comunidades autónomas o, en su caso, ayuntamientos. Todos y cada uno de la larga lista de intervinientes en el acto de Zaragoza, desde Alfonso Rueda o Juan Manuel Moreno al recién fichado alto funcionario de la UE para Asturias, Diego Canga, la de Baleares, Marga Prohens, y cómo no, la de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han señalado al Gobierno central como origen de todos sus males. Y han recetado como medicina única el triunfo de Feijóo en diciembre.

Lo de mayo es, así, una meta volante para el PP. Algunos dirigentes pueden ganar algunos puntos, pero esa clasificación es menor. “Mayo es el triunfo de Feijóo”, dijo el presidente gallego. “Para sacar a Sánchez tenemos la cita del 28M. Ayudemos a Alberto, a nosotros mismos, a los españoles”, apuntó el andaluz, quien calificó de “necesidad de Estado” el cambio en Moncloa. De entre los presidentes que no se presentan a reválida destacaba la presencia de Alfonso Fernández Mañueco, que gobierna Castilla y León en coalición con Vox y que tuvo que salir al paso de la polémica por las políticas antiaborto que quiere implantar la ultraderecha y que el PP no termina de negar.

Hubo más. “Sonreid, porque ya se van. Llega el cambio a la Comunidad valenciana, antesala del cambio en España”, aseguró Carlos Mazón. “Quiero aportar impulso para que seas el próximo presidente de España”, dijo el candidato en La Rioja, Gonzalo Capellán. Palabras calcadas a las de su colega en Asturias, Diego Canga, quien dijo querer “Ayudar a que Alberto sea el presidente”. Canga, recién llegado tras algunas décadas en Bruselas, dijo estar “sorprendido” de que no se ejecuten íntegramente los presupuestos autonómicos tras ser presentado por Ayuso, quien solo ha conseguido aprobar unas cuentas para Madrid en cuatro años.

Ayuso contra Sánchez

“Yo soy un tío serio que cumple el programa, el blablablá se lo dejo a otros”, apuntó Canga. Minutos antes había llegado el momento de la intervención de Ayuso, quien siempre consigue acaparar titulares con sus discursos, que raramente incluyen referencias más que generales a Madrid.

El de este sábado no ha sido una excepción. Ayuso ha hablado casi en exclusiva de Pedro Sánchez, a quien acusó, como hiciera su jefe de filas, de tener “un plan oculto” para acabar con España, aunque para eso antes tiene que destruir a la Corona. Un “plan oculto que no están ocultando”, de hecho, para “dar el país a quienes nos odian”.

Ayuso habló de un “momento crucial” que “va más allá de lo autonómico”. “No se trata de qué personas ocuparemos los gobiernos autonómicos. No se trata únicamente de gestión, sino de defender un modo de vida en el que creemos”, añadió, para continuar: “España se hunde entre las democracias más avanzadas del mundo”, “actitudes dictatoriales a manos del proyecto totalitario de Pedro Sánchez” o “los españoles que forman parte de la España fiel, la España leal”, fueron algunas de las perlas.

Pero hubo más: “A base de subvenciones quieren que estemos quietos para pasar a un proyecto calculado para imponer la república, con una república como los Països Catalans o veremos que intentarán que Navarra y País Vasco sea un proyecto en manos de totalitarios”. Y el escollo para ese “proyecto rupturista y totalitario es el PP”.

Ayuso aprovechó para arremeter contra los médicos de atención primaria que encadenan en Madrid meses de huelga y lucha para evitar el desmantelamiento de la Sanidad Pública, a quienes señaló como integrantes de “una red clientelar” destinada a “hacer ingobernable España desde las administraciones y desde la calle”. “No es casualidad. A través de asociaciones, plataformas, sindicatos afiliados a partidos. Lo colman todo: Sanidad Pública, Educación, Universidad, administraciones en general”, acusó. “Veremos cosas en 2023 que nos helarán la sangre”, dijo, una frase que copia de otra que le dijo la madre del concejal del PSE asesinado por ETA, Joxeba Pagazaurtundua, al entonces lehendakari, Patxi López. Ayuso comparó así el plomo terrorista con las manifestaciones contra su gestión al añadir que esas cosas que “helarán la sangres” son ver “cómo se adueñan de las calles, el 15M, el 'no nos representan', el 'nunca mais', el 'no a la guerra”. Todo, “inventado para que el PP no gobierne”.

Fue el momento álgido de su discurso, que arrancó una ovación del público cuando hizo un alegato contra el expresidente andaluz condenado pro los ERE José Antonio Griñán y en favor de Eduardo Zaplana, a quien Anticorrupción reclamó hace unos meses 19 años de cárcel, y quien ya está procesado previamente por, entre otros delitos, malversación.

Feijóo critica “minimizar la corrupción”

Unos minutos después, Feijóo se lanzaba a criticar a quienes minimizan la corrupción. “La malversación es uno de los delitos que más puede repudiar un político porque solo pueden cometerlo los servidores públicos. Es el delito que más deteriora la imagen general de la política. Tanto si su fin es lucrarse como si su fin es conspirar para romper la nación o crear una red clientelar para permanecer en el poder durante décadas. Minimizar la relevancia de la corrupción es una manera de corromper las instituciones”, dijo.

El párrafo no debía ser una respuesta para Ayuso, porque al inicio de su intervención el presidente del PP se deshizo en elogios hacia ella: “Muchas gracias a Isabel, la mejor presidenta de una comunidad autónoma de España”. También es la única que tiene el partido.

Feijóo reclamó “respetar las leyes y cumplir la Constitución”, pese a que dirige una organización que boicotea desde hace cuatro años la renovación del Consejo General del Pode Judicial, y que ha intentado impedir también la del propio Tribunal Constitucional. Un organismo contra el que ha arremetido el PP por elegir a Cándido Conde-Pumpido de presidente y a Inmaculada Montalbán como vicepresidenta. Y al que este sábado Feijóo ha vuelto a criticar al considerarlo una institución “asaltada” por el Gobierno.

No solo el tribunal de garantías. También el CIS, Correos [que para Feijóo es una “institución”], la CNMV [que ya no existe porque fue sustituida hace 10 años por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia], la Fiscalía General o el Consejo de Estado. Tras los hechos de Brasil, el PP, con su líder a la cabeza, mantienen viva la teoría de la conspiración que deslegitima al Ejecutivo.

Feijóo no entró en el tema del aborto, como tampoco lo hicieron los demás presidentes salvo Mañueco. Pese a ello, el líder del PP señaló: “Hay gente que vive bien en la crispación, si es posible un problema por la mañana y otro por la tarde para perdernos en el maremágnum de declaraciones, contradicciones, hechos que son contradictorios entre sí y no saber muy bien dónde estás, sino simplemente en una nebulosa, pensar que toda la política es así, y que da igual el político de turno”.

El dirigente gallego zanjó, pensando en Sánchez: “Cuando un gobierno está más preocupado por alentar disputas que por solucionar problemas, el gobierno está agotado”. Así, Feijóo situó al PP como único partido constitucional. Y, por eso, todos los que gusten de esta Constitución deben votar al PP. “Somos el partido constitucionalista que le queda a España. La mayoría seguiría votando a favor de la Constitución, a esos les pedimos que voten al PP en las próximas elecciones autonómicas, y generales”, concluyó el líder de la oposición. Y hasta el domingo que viene en Madrid, con los candidatos municipales. Entonces ya sabremos si el PP ha vuelto de la mano de Vox a las calles.