En un desplante histórico, el Partido Popular no ha acudido este domingo al acto de homenaje a las víctimas del terrorismo que como cada año se ha celebrado en el Congreso de los Diputados con motivo del Día de las Víctimas del Terrorismo instaurado en 2010. Se trata de la primera vez que los populares rompen la unidad del Parlamento frente a la barbarie, después de haber asistido a todos los actos de homenaje celebrados desde entonces cada 27 de junio en el Congreso. El PP se suma así a Vox, que tampoco ha asistido al homenaje.
El principal argumento de la dirección de Pablo Casado para no acudir al homenaje, que lo ha organizado la Cámara Baja –por eso sí han acudido Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana, los miembros de la Mesa del Congreso que son del PP– y no el Gobierno, es que desde el Ejecutivo se han producido en los últimos meses varios acercamientos de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco. Génova 13 considera que esos gestos, que también se realizaron por parte de gobiernos del PP y cuando la banda terrorista, disuelta en 2018, mataba, se deben a un supuesto acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu por el apoyo de esta formación a los Presupuestos. Pero el partido independentista sí ha acudido al homenaje del Congreso por tercer año consecutivo, sin que esa presencia hiciera al PP ausentarse en los dos últimos años, como esta vez. Este domingo ha asistido la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua.
“En el Día de las Víctimas del Terrorismo exigimos memoria, dignidad y Justicia. Es inaceptable que Sánchez beneficie a presos etarras, pacte con los que no condenan 850 asesinatos y no colaboran a esclarecer 300 crímenes impunes. No todo vale para seguir en el poder. Basta ya”, ha escrito Casado a primera hora del domingo en su cuenta de Twitter.
La explicación del equipo de Casado choca con la trayectoria reciente de su propio partido. Entre 1996 y 2004, cuando la banda terrorista mataba, el Gobierno de José María Aznar aproximó al País Vasco a 426 presos etarras. Y el 12 de octubre del 2016, Jorge Fernández Díaz, el entonces ministro del Interior del Ejecutivo de Mariano Rajoy, expresó la disposición a cambiar la política penitenciaria respecto a los presos etarras: “Si se disolviera es evidente que, con carácter general, la política de dispersión penitenciaria se reconsideraría”.
El PP trata en realidad de batallar con la extrema derecha utilizando a ETA, un recurso habitual en su estrategia de oposición al Gobierno progresista. Junto a Vox, la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, y otros diputados populares asistirán a la concentración convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y otras organizaciones de víctimas a las puertas del Congreso.
División entre asociaciones de víctimas
Esas asociaciones, entre las que está también Covite, han mostrado su rechazo al acto oficial por la presencia en el mismo de EH Bildu y han pedido la ilegalización de ese partido. “Bildu y Sortu no son formaciones políticas legales”, ha señalado la presidenta de la AVT, Maite Araluce, que ha leído un manifiesto.
Sí ha participado en el acto oficial la Fundación Víctimas del Terrorismo, cuyo presidente, Tomás Caballero, ha intervenido en el hemiciclo. Se trata de su estreno en un acto como el de este domingo, ya que su puesto lo ocupaba hasta principios de año Mari Mar Blanco, ahora y entonces dirigente del PP. También acuden al Congreso otras asociaciones como la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo o la Asociación 11M Afectados del Terrorismo.
Precisamente Eulogio Paz, presidente de esta última, ha recordado que el acto lo organiza el Congreso y, por tanto, ha dicho, “también lo organizan PP y Vox”, de las que ha rechazado su “desprecio” a las víctimas. Un argumento similar es el que ha utilizado Javier López, de la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, que si bien ha mostrado su rechazo a la política del Gobierno, ha recordado que el acto lo organiza la Cámara Baja.
De las tres derechas, la única que se ha desmarcado del boicot es Ciudadanos, que sí ha asistido al acto de homenaje, aunque su portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, se ha mostrado muy duro con el Gobierno, al que ha acusado de “blanquear a los herederos del terrorismo” por pactar con ERC y EH Bildu para aprobar los Presupuestos y otras leyes.
En declaraciones antes de entrar al hemiciclo, Bal ha asegurado que se trata de un “acto institucional en memoria y por respeto a todas las víctimas del terrorismo” y que se celebra donde está representada “la soberanía del pueblo español”, por lo que es “un acto de todos los españoles”. “España debe rendir homenaje a las víctimas del terrorismo y España está representada en este Congreso”, ha zanjado.
Batet: “La unidad se ha mantenido hasta hoy”
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha recordado que en 2010 se acordó por unanimidad en la Cámara Baja celebrar cada 27 de junio un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo cada año en esa fecha. Una “unidad” que, ha recordado, “se ha mantenido hasta hoy”, cuando PP y Vox han decidido ausentarse del homenaje por primera vez. “Este acto pertenece a las víctimas del terrorismo, libres de participar en él o de ausentarse”, ha recordado Batet.
Tomás Caballero, presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, la organización que aúna a todas las asociaciones de víctimas del Estado, ha pedido, por su parte, a los diputados del Congreso una “reflexión” por el hecho de que al acto de homenaje de este 27 de junio no hayan asistido algunas de esas asociaciones como la AVT y Covite, que han argumentado que no han acudido por la presencia en el mismo de EH Bildu.
“¿Qué está pasando para provocar estas ausencias?” se ha preguntado Caballero durante su discurso en ese acto oficial. Por ello, ha pedido a todos los parlamentarios que recuperen “la voluntad empática y solidaria” con las víctimas. También ha realizado una “petición inaplazable” a los dirigentes políticos: “Que pongan cuanto esté en sus manos para poner fin a los homenajes a los terroristas cuando salen de la cárcel”. Se trata, según ha dicho, de una “triste realidad que solo se vive en España” y supone un “acto de incitación al odio y a la violencia”.
A renglón seguido, Batet ha querido remarcar que con el acto, todos los partidos presenten hacen “política en condena y rechazo”. “Resaltando lo que nos une y asumiendo su valor fundamental, más allá de las discrepancias políticas que deben servir a esos valores”, ha señalado. “Como presidenta del Congreso convoco este acto porque la ley así lo indica. Convoco este acto porque creo en él y en su sentido, convencida de que actos como este son los que hacen comunidad, hacen Estado, fortalecen a las instituciones democráticas, nos hacen más dignos como sociedad. Convoco este acto porque este acto es el homenaje de respeto que las Cortes debemos ofrecer a las víctimas. Hoy el protagonismo corresponde a las víctimas del terrorismo y solo a ellas”, ha zanjado.
En 2010 se aprobó una declaración institucional para instaurar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo en memoria de Begoña Urroz, asesinada con 22 meses en 1960 por una bomba colocada en la estación de ferrocarril de Amara (Guipúzcoa), y se inició entonces a celebrar el acto cada año. Antes del inicio del acto, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, la presidenta del Senado, Pilar Llop, y el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, han saludado en el Salón de Pasos Perdidos a los representantes de las asociaciones de víctimas.
Música frente a la barbarie
A continuación, las presidentas de ambas Cámaras y el resto de autoridades se han dirigido al Salón de Sesiones, donde ha tenido lugar el acto homenaje. Batet ha abierto la sesión, que ha arrancado con la interpretación al clarinete del Segundo Movimiento del Concierto de Mozart para clarinete, por el estudiante del Real Conservatorio de Música de Madrid José Eduardo Guerra Viana. Posteriormente, Batet ha dado la palabra a Tomás Caballero y, a continuación, ha vuelto a intervenir la presidenta del Congreso.
Al término de los discursos, se ha guardado un minuto de silencio, tras el que la estudiante del Real Conservatorio de Música de Madrid Carmen Mateos Corona ha interpretado al oboe el Primer Movimiento de la Sonata en do menor de Antonio Vivaldi.