El Partido Popular ha reaccionado con urgencia a las noticias de la detención de Eduardo Zaplana. “La detención es grave y suspenderemos de militancia a los detenidos”, ha asegurado el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo en declaraciones al programa Al Rojo Vivo. Solo unas horas después esa suspensión se hacía efectiva, tras una reunión de urgencia del Comité de Derechos y Garantías.
La decisión sobre Zaplana es revocable, siempre y cuando finalmente sea absuelto de cualquiera de los delitos que se relacionen con su detención. Si esa situación se produjese, Zaplana podría volver a la estructura de Rajoy como si nada hubiera pasado, aunque en la dirección del PP se toman la despedida como algo definitivo.
“Nadie es detenido por casualidad”, “aquí cada uno tiene que responder por sus propios actos”, “son hechos de hace 10 años”... Con estos argumentos ha despachado Maillo la decisión firme de un PP que no se puede permitir alargar en exceso su relación con un nuevos escándalo de corrupción.
Zaplana ya no tenía contacto con la cúpula del partido y su relación con Mariano Rajoy no es buena. El PP se ha decidido sin conocer los detalles concretos de la detención ni nada sobre la procedencia del dinero que Zaplana habría obtenido por el cobro de comisiones.
La noticia sobre Eduardo Zaplana ha cogido por sorpresa a la mayoría de cargos del PP que este martes asistían en el Congreso a la sesión plenaria. El expresidente de la cámara, Jesús Posada, reaccionaba desde la posición de quien trabajó mano a mano con el ahora detenido: “Estoy profundamente sorprendido. He sido siempre amigo de Zaplana. tengo una estrecha relación con él y lo siento mucho pero no puedo decir más porque no sé más”.
La detención de Zaplana llega en una semana trágica para la formación coservadora; a la espera de que antes del viernes se conozca la sentencia de la Operación Gürtel, que podría condenar al partido de Rajoy como beneficiario de los manejos de la trama corrupta.