El PP hace una versión mini de su programa y vende 26 medidas para el 26J
Obligado a presentar de nuevo el programa electoral del pasado 20 de diciembre, el PP ha optado por una versión breve para el 26J. Consciente de que casi ningún ciudadano se lee las centenares de páginas de un programa completo, Andrea Levy ha coordinado la presentación en Barcelona el recordatorio de las principales medidas propuestas por Mariano Rajoy. Ninguna es nueva y así lo reconocen los dirigentes de Génova, que defienden que esta vez lo que se ha hecho es “concretar” más y enriquecer el primer programa para volver a venderlo. Las palabras repetidas hasta la saciedad han sido “sensato, razonable, serio y moderado”. La oferta del resto de partidos le parecen “experimentos de altísimo riesgo” y “extremismo rampante”. Aun así, le ha pedido al PSOE “el fin de los vetos sectarios”.
Antes de que Rajoy subiera a la tribuna para su discurso, Levy defendió que el PP ha estado “más abierto que nunca a la sociedad española” y es capaz de ofrecer lo que necesita para conseguir sus dos principales objetivos: crear empleo y consolidar la recuperación económica. Levy ha acusado a los demás de haberse dedicado a hablar “de vetos, de sillones o de ellos mismos” mientras su partido se dedicaba a hablar de proyectos.
A falta de nuevas propuestas, los dirigentes del PP han insistido hasta la saciedad en que su mejor medida es Rajoy porque sólo él encarna las virtudes de “la experiencia, la humildad y la responsabilidad” y puede presidir “un Gobierno moderado y serio”.
Tras elogiar a la joven dirigente por coordinarlo, Rajoy ha asegurado que tanto sus medidas como su planteamiento de formar una gran coalición con el PSOE y Ciudadanos es lo único “serio, sensato y razonable”. “No voy a inventar señuelos ni conejos para chisteras deslucidas”, ha presumido ante un auditorio de unas 200 personas.
La prometida bajada de impuestos, con la reducción de dos puntos en el IRPF, sigue sin tener fecha como dejó claro durante su entrevista en TVE el viernes. Rajoy desmintió que la tenga prevista para el 2017 si gana y se quedó en la generalidad de llevarla a cabo “durante la próxima legislatura”. Las negociaciones fallidas para tratar de formar gobierno en los últimos meses han sido, en su opinión, “reparto de cargos, promesas de utopías, apoteosis de la inoperancia o crónicas de la nada con sifón”.
La apelación a la moderación frente al extremismo que atribuye a Podemos e IU y al PSOE en caso de pactar con ellos ha sido una constante para azuzar el miedo. Así, ha pintado un empeoramiento de la economía y un “retroceso al pasado” en caso de que no vuelva a gobernar.
Lo que sí ha reconocido es la necesidad de que la caída del paro constatada en mayo ha de ir acompañada de “empleos de mayor calidad”, pero ha asegurado que sus medidas para facilitar la conversión de los contratos temporales en fijos y la exención en cotizaciones de los primeros empleos lo facilitarán. También ha recordado que los parados de larga duración que pongan en marcha un negocio tampoco pagarán impuestos “hasta que su proyecto haya empezado a ahorrar”, sin mayor concreción.
