El PP ha recalcado este jueves que mantiene su compromiso con las políticas contra la violencia machista después de que ayer Vox condicionara su apoyo a un gobierno de PP y Ciudadanos en Andalucía a que se eliminara del acuerdo las ayudas contra esa lacra.
El presidente de los populares, Pablo Casado, ha defendido que se saque la violencia de género del debate partidista y no “politizar” con este asunto porque todos deben ir “juntos” para combatir esta “terrible lacra social”. Eso sí, ha recalcado que el PP no va a aceptar “lecciones” de partidos que “cenan con terroristas en Nochebuena” o “negocian con independentistas”, en alusión al PSOE y al Gobierno.
Durante su participación en un acto de partido en Ceuta Casado ha defendido la “erradicación definitiva” de la violencia machista. “Lo que tenemos que hacer es erradicar cualquier tipo de asesinato y sacar del debate partidista esta materia que, por desgracia, sigue llenando de dolor a tantas familias de nuestro país”, ha proclamado.
Eso sí, ha avisado que el PP tampoco va a permitir “ninguna lección por parte de la izquierda de como combatir esta lacra social” ni va a permitir que la izquierda “ponga cordones sanitarios a algunos partidos” cuando “ellos están cenando con los terrorista de ETA en Nochebuena” y “permiten la kale borroka en las calles de Cataluña”.
Horas antes, la vicesecretaria general de Comunicación del PP, Marta González, había recalcado en una entrevista en la Cadena Ser que el “compromiso” de su partido “con el pacto de Estado en materia de violencia de género está clarísimo y es total”.
Al plantearle la necesidad de los votos del partido de extrema derecha para llevar a cabo la investidura, González ha comparado la situación con la del Gobierno de España: “El PSOE gobierna con los independentistas”. Y ha ido más allá, asegurando que la celebración de un referéndum ilegal y la desprotección de las víctimas de violencia machista es perfectamente comparable: “Todo lo que está fuera de nuestra legislación es comparable, claro que sí”.
González, que es también vicepresidenta de la Comisión de Seguimiento y Evaluación del Pacto de Estado contra la violencia de género, ha dicho sobre la postura anunciada este miércoles por VOX que: “No pueden negar la ilusión que existe en Andalucía con el cambio de Gobierno tras 37 años de socialismo. Los andaluces, y el resto de españoles, así lo desean. Esperamos que apoyen la candidatura de Juanma Moreno”.
El partido de extrema derecha ha declarado que no apoyará la investidura de PP y C's si no se elimina de su acuerdo el punto en el que señalan que impulsarán un gran acuerdo contra la violencia de género que desarrolle los “avances” del pacto de Estado y que implemente, con dotación presupuestaria suficiente, “todas y cada una de las medidas previstas” en la reforma de la ley autonómica de Medidas de Prevención y Protección Integral contra la Violencia de Género. En su cuenta de Twitter, se han referido a esta ley como “las medidas dictadas por la ideología de género y las asociaciones feministas podemitas radicales”.
Aunque Pablo Casado y Albert Rivera han insistido en las últimas horas en que no van a ceder en el asunto, el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, ha esquivado las referencias a la violencia machista. En una entrevista este jueves en RNE, ha sentenciado: “Ningún diputado puede estar en contra de que se luche contra la violencia, la ejerza quien la ejerza, porque la lucha contra la violencia nos une a todos los diputados”.
Así, hablando únicamente de “violencia”, ha evitado Egea responder a la decisión anunciada por VOX. También ha asegurado que su partido negociará con ellos “como ha negociado en otras regiones con otros partidos”, pero que el cambio en Andalucía pasa por el acuerdo alcanzado con Ciudadanos.
Por otro lado, el secretario general de Vox, Ortega Smith, ha reiterado este jueves en el programa matinal Espejo Público la postura de su partido que supedita su apoyo a la investidura del acuerdo entre PP y C's a la retirada de las ayudas a la violencia de género: “Desde VOX no apoyaremos jamás que se apliquen políticas legislativas que hagan a los hombres y a las mujeres distintos ante la ley. Nuestra lucha es contra toda la violencia”.
El número dos de la formación, esquivando toda referencia a la violencia machista, ha tratado el problema estructural como “un negocio para los despachos de feministas” y como “la tragedia de las mujeres que algunos utilizan para imponer ideología de género”.