La presidenta del tribunal interno de Podemos plantea recurrir su inhabilitación a la Justicia ordinaria
La inhabilitada presidenta de la Comisión de Garantías de Podemos, Olga Jiménez, no va a recurrir la sanción de tres años que le ha impuesto el propio tribunal interno del partido en los órganos de la organización. Sí se plantea, aunque todavía no ha tomado la decisión, recurrir a la Justicia ordinaria. Así lo desvela en una entrevista en El Independiente en la que expone su visión de lo ocurrido desde el pasado mes de julio, cuando estalló una pugna con la dirección estatal de Podemos.
La Comisión de Garantías notificó el pasado día 10 a Jiménez una sanción de tres años de inhabilitación para cualquier cargo interno en el partido. Las normas internas del partido dan 15 días para recurrir dicha sanción en los propios órganos de Podemos. Pero Jiménez descarta que lo vaya a hacer ya que no reconoce la legitimidad del órgano que ella ha presidido desde Vistalegre 2 hasta este mes de agosto.
Jiménez sí deja abierta la puerta a recurrir a los tribunales ordinarios, aunque en la entrevista asegura que todavía lo están estudiando.
“Tengo plazo para recurrir [en los órganos internos], pero como todo esto es un proceso que no hemos reconocido en ningún momento como válido porque desde el primer momento es nulo de pleno derecho, es absurdo recurrir dentro de esto, porque para nosotros es una pseudocomisión”, asegura.
Jiménez deja caer que sí va a recurrir a la Justicia (“no tenemos acceso al correo, pero eso ya se verá en un tribunal real”), pero luego lo rebaja a una posibilidad que está contemplando: “Tenemos que ver las consecuencias de una posible sentencia estimatoria, también desestimatoria, porque esto es derecho y no matemáticas, y qué haríamos en cada caso”.
En cualquier caso, el conflicto ya está en los tribunales ordinarios a través de una denuncia que interpuso hace ya semanas el sector Profundización Democrática.
La expresidenta de la Comisión de Garantías también ofrece en la entrevista su visión del conflicto. Jiménez asegura que los nuevos estatutos del partido “cambian Podemos” por completo y pone como ejemplo lo que, en su opinión, es una recentralización de la toma de decisiones.
Jiménez, sin embargo, no impugnó los nuevos estatutos al completo. Tampoco se refirió en el Dictamen #3, que terminó de desatar la guerra, a esa supuesta recentralización. Jiménez pretendió anular dos apartados de las normas internas de Podemos, el referido a la composición de la propia Comisión de Garantías (es decir, al órgano que ella dirigía) y el que recoge el régimen disciplinario que, finalmente, le ha sido aplicado.