Javier Ramos, rector de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, hizo en su declaración un extenso -aunque poco detallado- relato de cómo vivió las horas posteriores a la publicación de la primera noticia sobre el máster de Cristina Cifuentes. Entre el caos de reuniones y llamadas que describió ante la jueza destacan las presiones que refirió del consejero madrileño de Educación, Rafael van Grieken. Le mencionó varias veces para dejar claro que le pidió “reiteradamente” que le enviase la documentación que la presidenta usó luego para defenderse.
Ramos declaró como testigo durante casi tres horas. En ese tiempo explicó ante la jueza que investiga el caso, Carmen Rodríguez-Medel, la crisis que se generó en la URJC tras la publicación de la exclusiva de eldiario.es. Lo hizo sin recordar muchos detalles, contestando a muchas preguntas con un “no lo sé” y llegando a desesperar a algunos letrados y a la propia jueza, que no entendían cómo no podía acordarse de lo ocurrido en un día tan crucial para la reputación de la Universidad. Así figura en el vídeo de la declaración al que ha tenido acceso eldiario.es.
En su relato emerge en varias ocasiones el nombre de Rafael van Grieken, actual consejero de Educación de la Comunidad de Madrid nombrado por Cristina Cifuentes. Ramos declaró que había recibido numerosas llamadas del consejero el día que se publicó la primera noticia, el 21 de marzo. Las primeras fueron para saber cómo iba a reaccionar la Universidad.
“Llama para interesarse de qué esta pasando y qué vamos a hacer”, explicó Ramos, que también refiere varias llamadas con la jefa de Gabinete de Cifuentes, Marisa González. Con ella habla sobre si van a dar una rueda de prensa: “Yo no lo tenía claro, fue un error, se demostró luego”. González le dejó claro que la presidenta no iba a comparecer en rueda de prensa. “Eso influyó en que nosotros teníamos que hacerla”, añadió Ramos.
Insiste en que él nunca llama a Van Grieken, siempre es el consejero quien le llama a él. Vuelven a hablar tras la rueda de prensa. Van Grieken comenzó entonces a presionar al rector para que le enviase información y documentos, en concreto, el acta de defensa del Trabajo de Fin de Máster (TFM) que Cifuentes usó más tarde para defenderse en un vídeo.
“Me pidió reiteradamente que se la enviara, diría que con bastante insistencia. Tanto es así que creo, lo miré, yo llamé en dos ocasiones a Álvarez Conde -responsable del máster-, y la secretaria del consejero llamaba insistentemente a mi secretaria con la solicitud de que le enviáramos ese acta”, explicó Ramos. La jueza le preguntó si trasladó esa presión a Álvarez Conde: “Con cierta calma, las llamadas de Rafael van Grieken y de su secretaria fueron bastante numerosas, yo solo llamé en dos ocasiones a Álvarez Conde”.
En este punto, Ramos niega que le pidiese al catedrático que elaborase el acta del TFM. También negó que Cifuentes o su entorno le presionara “para que reconstruyese el acta”. “Estrictamente fueron -las llamadas para- que enviara el acta”, añadió.
El papel de la asesora de Van Grieken
En la mañana “caótica” que se vivió en el rectorado del URJC, y más concretamente en el despacho de Ramos, este menciona en varias ocasiones a Maite Feito, asesora de Van Grieken y amiga personal de Cifuentes. Ella reconoció ante la jueza que se presentó en la Universidad, pero dijo que era por otro asunto y dijo que apenas intervino en el improvisado gabinete de crisis que se formó aquella mañana.
Ramos, sin embargo, le da más importancia al papel de Feito aquel día. “Recuerdo bien que María Teresa Feito ya estaba allí”, en la puerta de su despacho, cuando él llegó. “Era asesora de la Consejería de Educación, profesora de mi Universidad, había un problema con un máster, pues tampoco me llamó mucho la atención”, añadió.
Aseguró que no recuerda el literal de la conversación que mantuvieron, pero sí las ideas principales. “La idea era tranquilizar, que todo era correcto y que todo era un ataque contra la presidenta de la Comunidad de Madrid”, explica Ramos que le dijo Feito. Fue esta asesora quien explicó al rector todos los detalles del máster y el contenido de la información de eldiario.es.
En esa ajetreada mañana, Ramos explica que la gente sale y entra de su despacho, donde varios responsables de la URJC abordan la crisis. La jueza le preguntó en este punto si Feito era de una de esas personas que entraban y salían. “Seguramente, no lo recuerdo, pero con alta probabilidad”, responde. En otro punto de la declaración, Ramos explica que Feito llegó a usar el ordenador de una de sus secretarias para imprimir los mails enviados por los profesores Álvarez Conde y Pablo Chico de la Cámara con su versión sobre lo ocurrido con el máster.
“La situación se pone muy tensa”
La declaración de Ramos describe una situación que a él le parece poco preocupante -“no le doy mayor importancia, como de vez en cuando salen noticias criticando cosas de la Universidad Rey Juan Carlos, no le doy mayor importancia”- pero que se torna en una auténtica crisis cuando es consciente de la trascendencia de la noticia: “La situación se pone muy tensa, desde mi ventana se ve cómo van llegando unidades móviles, pensaba que era anecdótica y se vuelve caótica”. Refiere también varios mensajes de profesores preocupados que le hacen que se alarme.
Ramos explicó también que se presentó a la rueda de prensa creyendo que todo estaba correcto, pero que tras ella decidió abrir una investigación interna: “En algunas de las preguntas detecte inconsistencias”. La jueza le reprochó más tarde que ni antes, ni después de la rueda de prensa, hablase con Alicia López de los Mozos o con Clara Souto. Solo se comunicó con Cecilia Rosado, algo que le tuvo que recordar la jueza porque el se equivocó en esas respuestas.
El rector desesperó a algunos abogados, que le reprocharon que tuviese una “memoria selectiva” para recordar algunos detalles concretos y no otros. La jueza también le reprochó que la URJC no investigase si hubo irregularidades con otros alumnos, como ha ido destapando la investigación.