La apelación a la unidad que hizo Pedro Sánchez ante los barones en una de las últimas citas del Comité Federal funcionará públicamente en el PSOE durante el tiempo que dure la campaña electoral. La presidenta andaluza, Susana Díaz, que se ha convertido en su principal rival interna, le ha dejado claro con insistencia que tendrá que ganar las elecciones el próximo 26J y le ha advertido de que no le servirá ser el segundo. Además, el sector más crítico con la cúpula de Ferraz tiene reproches hacia la estrategia diseñada por el candidato socialista, el fondo de su discurso y el nombre de los que pilotarán su campaña.
El PSOE no puede aspirar a la “medalla de plata” y no puede conformarse con quedar en segunda posición. Fue el principal mensaje de Díaz en su presentación de Pedro Sánchez como candidato a la Moncloa. Ese aviso ha sido el más repetido en los últimos días por la dirigente andaluza, que ya pidió tras el 20D al secretario general que se quedara en la oposición. Ahora la advertencia se anticipa a los comicios.
“Quiero estar en la investidura de Pedro Sánchez cuando gane las elecciones”. El matiz “cuando gane” es importante ya que ninguna de las encuestas pronostica que el PSOE pueda quedar en primera posición y, según algunos de los dirigentes andaluces presentes en la conferencia de Díaz el miércoles en el Hotel Ritz, “Antonio Hernando se ha puesto nervioso” mientras lo pronunciaba. Hernando es el portavoz del Comité Electoral de Sánchez y uno de sus hombres fuertes.
“Dependerá de los resultados”, expresa un destacado dirigente andaluz sobre qué pasará el 26J y si se forzará a Sánchez a que no intente formar Gobierno si no queda el primero.
Además, Díaz se ha reivindicado pese al pretendido cierre de filas del PSOE: “El principal apoyo del secretario general está en Andalucía. No hay más que ver los votos”, ha presumido. La fortaleza de los socialistas andaluces es una de sus bazas y el principal argumento de los dirigentes que la animan a dar el paso para relevar a Sánchez al frente del partido. La federación andaluza aportó 22 de los 90 escaños obtenidos por el PSOE el pasado 20D y ha ganado las cuatro últimas citas electorales.
En el socialismo andaluz hay malestar precisamente por el poco espacio que ha reservado Ferraz para ellos en el diseño de la campaña electoral, pese a su potencial. “Han puesto a organizar la campaña a los que pierden elecciones”, se lamenta un diputado andaluz, que cita a “los riojanos, los murcianos, los vascos...”. El núcleo duro de los estrategas de la campaña son el número dos del PSOE, César Luena (La Rioja), María González Veracruz (Murcia), Rodolfo Ares (Euskadi), Óscar López (Castilla y León) y Antonio Hernando (Madrid). En todas esas federaciones el PSOE sacó unos resultados muy modestos e incluso fue relegado a la cuarta posición en Madrid y Euskadi.
Desde el PSOE andaluz consideran, además, que Ferraz debería tener en sus planes de diseño de estrategia de cara a los medios la potenciación de aquellos candidatos que tienen escaños en juego.
Díaz ha sido prudente en público en la crítica a Sánchez por la ausencia de miembros del PSOE andaluz en su 'gobierno en la sombra' más allá del catedrático Gregorio Cámara, que es próximo al partido y que fue diputado por Granada. “Cada uno elige a sus equipos de trabajo”, ha expresado la presidenta.
Los reproches no se producen únicamente en Andalucía. Varias fuentes consultadas coinciden en que Sánchez se ha rodeado de los dirigentes que considera más afines y ha dejado de lado a miembros del partido con perfiles que consideran que podrían ser beneficiosos para la campaña. Por ejemplo, se quejan de que envíen a las tertulias a los miembros de la dirección más próximos a Sánchez como “premio”, pese a que no sean los mejores oradores o especialistas en ciertos temas, siempre según los dirigentes consultados.
En Ferraz existe preocupación por la escasez de perfiles laboralistas y economistas entre los miembros de las listas del 20D y de las que ha causado baja, entre otros, Mari Luz Rodríguez, secretaria de Empleo del PSOE.
Otra de las críticas hacia la estrategia de Sánchez es su insistencia en que tras los comicios tenderá la “mano a izquierda y derecha”. En el sector más distanciado del candidato consideran que es un discurso “perdedor” porque predispone que no tiene aspiraciones de ser el primero y que tendría que apostar por ganar o irse, según un destacado exdirigente.
En Ferraz sostienen que es una buena fórmula para dejar claro que el PSOE es el partido con más opciones de gobernar porque puede entenderse con todos.
En general, los socialistas temen verse perjudicados por una “polarización” de la campaña en la que PP y Podemos tengan una mayor participación y trasladen a un segundo plano al PSOE. Intentarán combatir a la abstención, que pronostican será mayor ante el “hartazgo” de los ciudadanos, que consideran que beneficiaría a Mariano Rajoy y perjudicaría al PSOE y la izquierda.
“No perderemos más votos, pero veremos cuánto ganamos”, señala un barón afín a Sánchez. Tampoco descartan que la suma de Podemos e IU les supere en número de votos, aunque confían en que el sorpasso no se produzca en escaños. “A Podemos se le facilita la estrategia porque aglutina a la izquierda mientras que el PSOE ha pactado con la derecha”, reflexiona un exdirigente.