El PSOE se ha puesto en contacto con Unidas Podemos para hacerle una nueva oferta para la negociación del Gobierno de coalición. Carmen Calvo ha llamado a Pablo Echenique con el objetivo de “sentarse” en las próximas horas para buscar un entendimiento a menos de 48 horas de la votación definitiva de la investidura de Pedro Sánchez. Finalmente, según confirman fuentes conocedoras de las negociaciones, este miércoles tendrá lugar un nuevo encuentro entre ambas formaciones.
“Nos toca a nosotros tomar la iniciativa”, reconocen fuentes socialistas sobre la nueva propuesta que harán llegar a su socio preferente tras la primera votación en la que Sánchez ha fracasado con 124 votos a favor (solo ha sumado al PRC), 170 votos en contra (incluido ERC que se muestra abierto a la abstención si logran un acuerdo PSOE y Unidas Podemos) y 52 abstenciones.
Sánchez se ha quedado reunido en la zona de Gobierno del Congreso durante más de tres horas con su equipo más cercano. Allí, con José Luis Ábalos, Carmen Calvo, María Jesús Montero y Adriana Lastra, entre otros, han perfilado la estrategia a seguir de cara a las negociaciones después de que Unidas Podemos se haya abstenido.
Ese gesto, consideran en el PSOE, “parece una buena señal”. El rifirrafe de Sánchez e Iglesias causó desconcierto en las filas socialistas, donde este lunes vieron volar por los aires las posibilidades de llegar a un acuerdo con Unidas Podemos después de que Pablo Iglesias diera un paso atrás. Sánchez busca ahora calmar las aguas. “Con racionalidad, hay solución”, dicen en la dirección del PSOE.
En Unidas Podemos también contaban con que hubiera algún tipo de contacto esta misma tarde, al acabar la primera fase de la investidura, a pesar de la tensión que se ha vivido entre Sánchez e Iglesias durante el debate. Ambas partes siguieron manteniendo las “manos tendidas” durante los dos días que se ha prolongado la primera sesión de investidura.
Las negociaciones, que se abrieron de manera incipiente el sábado, terminaron sin acuerdo el domingo a medianoche tras una oferta del PSOE que Unidas Podemos consideró insuficiente. En la propuesta se incluía una vicepresidencia, que podría ocupar Irene Montero, que los socialistas califican de carácter “social” mientras que, según el grupo confederal, no tiene competencias concretas.
“Me dijeron que no al modelo valenciano de equipos mixtos, y que ni hablar de competencia de Hacienda; ni de competencia de Trabajo; ni hablar de competencia de Igualdad; ni de Transición Ecológica; Ciencia, y dijeron, ni hablar: ¿qué nos han ofrecido? Explíqueselo a la Cámara. Sólo pedimos respeto y reciprocidad”, expresó Iglesias durante el debate. “Respeten a nuestros 3,7 millones de votantes y no nos propongan ser un mero decorado en su Gobierno”, reprochó.
Esas palabras sentaron muy mal en Moncloa, donde recriminaron a Iglesias que desvelara las conversaciones discretas que habían llevado a cabo hasta entonces. “Tengo mi manera de negociar”, justificó Sánchez ante el resto de grupos que le afeaban falta de voluntad de llegar a un entendimiento antes de atizar a Iglesias: “Si uno quiere llegar a un acuerdo no viene aquí a decir las cosas que quiere o lo que ha pedido y mucho menos a decir que son decorativas las que le han ofrecido”.
Más allá de confirmar la vicepresidencia, el Gobierno ha evitado hablar del resto de carteras que han ofrecido a sus socios potenciales y que estos desdeñan. En el Ejecutivo sostienen que la propuesta es “razonable” y “respetuosa” con el grupo confederal. “No hay elementos decorativos, solo hay elementos importantes de la política”, zanjó Carmen Calvo en declaraciones a los periodistas mientras intervenía el PNV en el Hemiciclo.