Fue el presidente del Gobierno quien encomendó personalmente a las ministras de Justicia e Igualdad negociar una salida pactada a la crisis del ‘solo sí es sí’ tras constatar la dimensión del problema generado a cuenta de las rebajas de penas. Dos meses después de aquel encargo, tanto en el PSOE como en Unidas Podemos reconocen abiertamente que los puentes entre Pilar Llop e Irene Montero están rotos, que el entendimiento entre ambos departamentos se ha demostrado imposible y que esa interlocución no tiene ya más recorrido. Con la propuesta del PSOE registrada de manera unilateral, los socios de coalición intentan ahora darle una nueva oportunidad al acuerdo durante la tramitación parlamentaria sorteando el choque entre las ministras.
Visto lo ocurrido en la última semana, casi todo el mundo coincide ahora en que el trabajo técnico de los departamentos de Justicia e Igualdad debería haber ido acompañado de una negociación de perfil más político entre otros interlocutores de ambos lados de la coalición, algo que en opinión de mucha gente en el Gobierno hubiera ayudado a evitar la confrontación directa entre ambos ministerios. Tras la ruptura de las negociaciones el pasado fin de semana, en el PSOE ya han asegurado estar dispuestos a sacar adelante su propuesta al margen de sus socios y con los votos del Partido Popular. Sin embargo, y aunque priorizan la reforma urgente de la ley por encima de cualquier otra circunstancia, no es esa una foto deseada por los socialistas teniendo en cuenta el calendario.
La tramitación parlamentaria de la proposición de ley registrada por el PSOE para reformar la ley de libertad sexual podría estirarse hasta la víspera del 8M, una fecha simbólica para el movimiento feminista al que ninguno de los socios de Gobierno querría llegar escenificando una fractura interna precisamente en políticas de Igualdad. Por eso, tanto el grupo parlamentario socialista como el de Unidas Podemos confían en que aún queda margen para encontrar una salida pactada a pesar del clima de máxima tensión que hoy reina en la coalición.
En la Moncloa admiten que la negociación en el seno del Ejecutivo es pantalla pasada y reconocen el profundo malestar del presidente porque sus instrucciones no se hayan concretado en una reforma pactada. Y los socialistas creen ahora imprescindible que sus socios de coalición no pongan zancadillas a la tramitación parlamentaria de su reforma como muestra de voluntad negociadora.
Desde Unidas Podemos, por el momento, no quieren avanzar posiciones sobre qué harán a medida que la reforma del PSOE avance en el Congreso aunque aseguran que la voluntad es la de apurar todas las opciones para alcanzar un pacto. “Estamos en otra pantalla”, afirman. Sí garantizan que no pondrán impedimento en el primer trámite que tiene que afrontar la ley: la calificación en la Mesa de la Cámara Baja. “Las leyes se califican todas a menos que sean inconstitucionales. No votamos en contra de la calificación de una ley aunque sea de Vox”, dijo este martes Pablo Echenique en una rueda de prensa en el Congreso.
Después, la propuesta tiene que contar con el visto bueno de la Junta de Portavoces de la siguiente semana, salvo que el PSOE acelerase el proceso y lo llevase a la reunión de esa misma semana. Pero el primer escollo importante será la admisión a trámite de la reforma en el Pleno de la Cámara. Es aquí donde el grupo confederal no quiere adelantar movimientos. Fuentes parlamentarias sostienen que hasta que sea el momento de tomar esa decisión pueden pasar aún muchas cosas, al tiempo que subrayan que el interés político es el de dejar una puerta abierta al acuerdo.
“Tiene que haber margen para el acuerdo”
En la Moncloa son conscientes de que el choque con Unidas Podemos ha desconcertado al conjunto de socios parlamentarios del Ejecutivo. La mayoría de ellos ya ha reclamado de forma explícita que el texto que finalmente sea elevado a Pleno cuente con el aval de ambos lados de la coalición. Y por eso opinan en el Gobierno que se deben explorar las vías de acuerdo hasta el último instante. “Los socios parlamentarios están muy incómodos con esta situación, tiene que haber margen para el acuerdo”, opina una ministra del PSOE que llama a aparcar las posturas maximalistas. “Entiendo las discrepancias técnicas, pero sigo confiando en que sea posible. Para eso tenemos que abandonar todas las posiciones preconcebidas”, apunta.
Este miércoles, la ministra de Igualdad insistió en la necesidad de respetar el consentimiento como eje fundamental de la reforma, aunque puso el foco en que en su formación “están dispuestas a ceder” para dar una “respuesta unitaria como Gobierno”. “A pesar de que la ley está bien hecha, tenemos que ser capaces de ceder. Se pueden subir las penas, reforzar la violencia en los agravantes o diferentes fórmulas para dar una respuesta unitaria como Gobierno sin tocar el consentimiento”, dijo Irene Montero en una entrevista en La Sexta en la que aseguró que se hacen “cargo” del “dolor de las víctimas” que están viendo cómo algunos jueces revisan las penas a sus agresores. En el PSOE hay quien recibió las palabras de las ministra como una rebaja en la contundencia de sus declaraciones en días pasados.
Durante la sesión de control en el Congreso de este miércoles, la ministra de Justicia fue interpelada por la oposición a cuenta del 'solo sí es sí'. La diputada del PP, Margarita Prohens, narró desde su escaño un caso concreto de agresión sexual para acusar al Ejecutivo de aprobar la ley a sabiendas de que beneficiaría a los agresores. “Lo que usted cuenta me llega al alma. Reconozco la gravedad de esta situación, es algo muy grave y tenemos que actuar por las víctimas. La ley ha tenido unos efectos que no eran los deseados”, le respondió Pilar Llop.
La ministra de Justicia hizo hincapié en que se siente “absolutamente responsable” de la reforma y que, por tanto, asume “en primera persona lo que pueda pasar”. Una afirmación que hay quien interpretó en el Congreso como un posible mensaje sobre su continuidad en el cargo. Tanto desde el ministerio de Justicia como desde la Moncloa aseguran que el puesto de Pilar Llop no está en duda.