Elena Valenciano preside la subcomisión de derechos humanos del Parlamento Europeo, pendiente estos meses del drama humanitario que tiene a miles de refugiados sirios vagando por Europa, en un intento de dejar la guerra atrás. Muy crítica con la actitud del gobierno húngaro, la eurodiputada socialista exige de la UE la apertura de corredores humanitarios para garantizar la supervivencia de los refugiados que ya están en tránsito.
¿Está haciendo Europa lo suficiente para gestionar la crisis de refugiados?
No está haciendo ni lo mínimo que sería desplegar un sistema de ayuda humanitaria a todas las personas que están agolpándose en las fronteras, en los puertos.
¿Cuál es la dimensión del éxodo?
Estamos hablando de millones de personas que están empezando a salir y que hayan transitado durante este verano y contando las últimas salidas yo calculo que medio millón.
Cuando se planteó una cifra de de acogida para España de 4.000, nuestro país lo rebajó a la mitad. El Gobierno argumenta que nuestras altas cifras de paro nos ponen más difícil estar en disposición de acoger...
El dato del paro para este Gobierno es un dato positivo para vendérselo a los españoles y negativo para negociar el cuidado de los refugiados, a lo que por cierto estamos obligados por ley. Aparte de ser una actitud cicatera e insolidaria, es bastante poco inteligente porque los refugiados están, existen y han venido para quedarse durante muchos años. Mientras no consigamos estabilizar los países que ellos abandonan por la guerra, van a seguir saliendo.
¿Qué le parece que ayuntamientos como Madrid, Barcelona y algunas comunidades autónomas se están ofreciendo sin esperar a lo que diga Rajoy?
Me parece muy bien porque refleja lo que está siendo el deseo de los ciudadanos. La ciudadanía europea quiere ayudar y está dispuesta a hacerlo. Es la burocracia de los Gobiernos la que lo está bloqueando.
¿Hay ayuntamientos de su partido en esa oferta, porque parece que por ahora son los Gobiernos de confluencia los que están liderando esas propuestas?
Lo dijo ayer (por el jueves) Patxi López al anunciar que comunidades y ayuntamientos iban a hacer esta oferta. La Generalitat valenciana lo ha hecho ya y también el Ayuntamiento de Valencia, en donde compartimos gobierno.
¿Cuándo y qué se va a decidir en Europa en los próximos días para aportar soluciones?
Yo espero que la primera decisión que se adopte esta misma semana, tras la reunión informal de ministros de Exteriores y la de ministros de Interior, sea abrir pasillos humanitarios para los refugiados que están ubicados en las distintas fronteras. Eso como mínimo. Y después el Consejo Europeo debe decidir cuánta gente va a acoger cada país. No será suficiente, pero será más de lo que se está haciendo ahora.
España insiste en que su presión migratoria en la frontera sur nos sitúa en peores circunstancias para acogerlos.
Es verdad que los países del sur tienen ya que hacer un esfuerzo de acogida de inmigrantes y la recepción de refugiados viene a sumarse a ese esfuerzo. Pero se puede hacer el esfuerzo. España tiene la obligación de ayudar.
Dicen las ONG que en nuestro país llevamos 12 años expulsando ilegalmente inmigrantes en Ceuta y Melilla. Se calcula una cifra de 5.000 inmigrantes expulsados ilegalmente. Y esto ha ocurrido con gobiernos de todos los colores, también del PSOE.
La gestión de las fronteras debería tener un protocolo común en toda la Unión Europea y lo primero que habría que hacer es permitir que la gente pueda exponer su situación. Esto es muy difícil porque muchísimas veces la presión es muy superior a lo que se puede ir registrando de manera ordenada.
Todas estas personas que se mueven por las fronteras lo hacen en manos de mafias. Hay que ordenar las fronteras. Hay que saber cuáles son las necesidades de las personas que están llegando. Hay que pacificar los países que están en conflicto y hay que aprender que vamos a convivir con refugiados durante los próximos 15 o 20 años.
¿Cómo se explica que Europa sea de todos pero las fronteras son de cada uno?
Hace mucho tiempo que llevamos diciendo que es necesaria una política de inmigración y asilo común pero los estados miembros se resisten porque consideran que compartir la gestión de una frontera es una cesión. Ceder eso es ceder un espacio muy importante para un Estado, pero sin duda habrá que hacerlo. Y acabará haciéndose, el problema es con cuánto sufrimiento para llegar a eso.
¿Hay inmigrantes de primera y segunda categoría?
Hay personas que huyen de la guerra y que están protegidas por las leyes internacionales. Hay inmigrantes económicos, que también están protegidos. Pero efectivamente un refugiado tiene un estatus de protección mayor que un inmigrante económico.
¿Qué le pasa a Hungría?
A Hungría le pasa que tiene un Gobierno de corte xenófobo y además le ocurre que está recibiendo casi 2.000 refugiados al día y su capacidad de gestión es nula.
¿Europa puede sancionar a Hungría por lo que está haciendo?
Europa puede sancionar a Hungría en la medida en que Hungría incumpla las normas y los principios que rigen la UE. Es difícil que Europa sancione a Hungría por la gestión de su frontera. Pero, sí. Sí puede haber sanciones a Hungría por su actuación con los refugiados si la UE considera que se está saliendo del marco normativo y de principios que la UE impone.
Hace tan solo unas semanas nadie discutía la posibilidad de que Grecia pudiese ser expulsada del euro por la gestión económica de sus gobiernos. ¿No hay más motivos para pensar que Hungría puede ser expulsada de la UE con lo que está haciendo en esta crisis?
Sí. Hay mecanismos para impulsar la expulsión de un miembro de la UE. Son palabras mayores. Una cosa es un Gobierno y otra cosa es un país. El mensaje que el Gobierno húngaro está enviando está fuera del marco normativo de la Unión Europea. También sabemos que la situación es muy difícil por lo que hay que tratar de que Hungría lo gestione bien. Expulsar a un país de la Unión Europea perjudica fundamentalmente a sus ciudadanos, no a sus Gobiernos.
Y ya que hablamos de Grecia, un país asfixiado económicamente y que se está llevando buena parte de la responsabilidad en la acogida...
Grecia debería ser apoyada y ayudada por la gestión que está haciendo de esta situación. El Gobierno griego está actuando con muchísima prudencia y con elecciones a la vista siempre hay un riesgo. Todas estas crisis humanitarias promueven dos situaciones: la solidaridad y la xenofobia. Y sin duda hay fuerzas políticas en Europa que están aprovechando esta crisis para ampliar su espacio electoral con discursos xenófobos. Esto para Grecia también es un riesgo.
¿Esperaba usted que Ángela Merkel se comportase con mayor solidaridad que Rajoy ante este problema?
No.